La Iglesia Deliberante/Efectuando un Envangelismo Responsable
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Mark Dever
sobre Misión de Iglesia
Capítulo 8 del Libro La Iglesia Deliberante
Traducción por 9Marks
Los edificios son edificados en fundamentos. El trabajo preliminar crítico en edificar una iglesia sana sucede en nuestro evangelismo. Tanto in lo que digamos y en como lo digamos, estamos diciendo algo acerca de cómo entendemos no solo el evangelio, sino sus implicaciones para nuestras vidas. Mirando hacia el fondo, la manera en que entendamos el evangelio informará la manera en que hagamos evangelismo. La manera en que hagamos evangelismo informará la manera en que nuestros oyentes entiendan el evangelio. La manera que nuestros oyentes entiendan el evangelio informará la manera en que vivan el evangelio. La manera en que nuestros oyentes vivan el evangelio tendrá parte directa en el testimonio corporal de la de nuestras iglesias en nuestras comunidades. El testimonio corporal de nuestras iglesias hará que nuestro evangelismo sea más fácil o más difícil, dependiendo de si tal testimonio sea una ayuda o un obstáculo. Y dificultad, o la falta del mismo, en el evangelismo nos llevará en nuestra iglesia a plantar nuevos esfuerzos, los cuales nos llevarán de nuevo a regresar a colocar las bases.
Contenido |
Incluyendo lo Esencial
El aspecto más importante del evangelismo es el evangelio –El Evangelio, las buenas nuevas. Si no acertamos en el evangelio de acuerdo a la Palabra, entonces no importando lo que hagamos, no puede llamarse evangelismo. ¿Así que cuales son los elementos esenciales del evangelio? Los podemos resumir en cuatro palabras: Dios, hombre, Cristo y la respuesta. Dios es nuestro santo Creador y justo Juez. El nos creo para glorificarlo y para disfrutarlo eternamente (Gen. 2:7, 16-17; 18:25; Mat. 25:31-33). Pero la humanidad se rebeló en contra de Dios pecando en contra de su santo carácter y ley (Gen. 3:1-7). Todos hemos participado en esta rebelión pecaminosa tanto en Adán como nuestra cabeza representativa así como en nuestros actos individuales (1 Reyes 8:46; Rom. 3:23; 5:12, 19; Efes. 2:1-3). Como resultado, nos hemos enajenado de Dios y nos hemos expuesto a Su justa ira, la cual nos destierra eternalmente al infierno si no somos perdonados (Efes. 2:12; Juan 3:36; Rom. 1:18; Mat. 13:50). Pero Dios envió a Jesucristo, totalmente Dios y totalmente hombre, a morir la muerte que merecíamos por nuestros pecados –el justo por los injustos- para que Dios pudiera tanto castigar nuestro pecado en Cristo como perdonarnos en él (Juan 1:14, Rom. 3:21; 5:6-8, Efes. 2:4-6). La única respuesta salvadora a estas Buenas Noticias es el arrepentirse y creer (Mat. 3:2: 4:17; Marc. 1:15; Luc. 3:7-9; Juan 20:31). Debemos arrepentirnos de nuestros pecados (volverse de ellos hacia Dios) y creer en Jesucristo para perdón de nuestros pecados y reconciliarnos con Dios.
Dios, hombre, Cristo y respuesta –no hay evangelismo sin el evangelio.
Ampliando Las Invitaciones
Cada vez que presentemos el evangelio, ya sea en una reunión pública de la iglesia del domingo o en una conversación privada durante la semana. Necesitamos invitar a las personas a arrepentirse y a creer en el Evangelio, si nuestra presentación de las Buenas Noticias ha de estar completa. ¿Que hay de bueno en las Buenas Noticias si nunca les estoy diciendo como responder a ellas o que es lo que necesito hacer al respecto? Necesitamos invitar a las personas a arrepentirse y a creer.
Pero cuando los invitemos, necesitamos asegurarnos de que no confundan cualquier otra respuesta con la única respuesta que salva. Aquí los riesgos son muchos, porque si permitimos la ambigüedad en este punto, entonces en realidad estamos ayudando a la gente a engañarse acerca de su propia condición espiritual alentándolos a estar seguros de su salvación cuando quizás no se hayan arrepentido y creído genuinamente en realidad. Las dos respuestas que parecen ser las más comúnmente confundidas el día de hoy con la fe y el arrepentimiento genuino son el decir una oración con alguien y pasar al frente en el servicio de la iglesia.
A menudo los cristianos comparten el evangelio con un incrédulo y luego los alientan a decir una oración escrita. Las personas pueden arrepentirse verdaderamente y creer en esta manera. Pero luego el evangelista bien intencionado animará al “nuevo creyente” diciéndole “si usted oró esta oración y a hizo sinceramente, entonces ¡felicitaciones! Usted es un nuevo hijo de Dios”. Sin embargo, orar una oración nunca es ofrecida en la Escritura como base de seguridad, ni su sinceridad. Jesús nos dice que no miremos a las oraciones y a la sinceridad para seguridad, sino a nuestros actos: el fruto de nuestras vidas (Mat. 7:15-27; Juan 15:8; 2 Ped. 1:5-12). El Nuevo Testamento dice que miremos la santidad de nuestra conducta, el amor hacia los demás y la firmeza de nuestra doctrina como los indicadores clave de nuestra seguridad (1 Tes.3:12-13, 1 Juan 4:8; Gal. 1:6-9; 5:22-25; 1 Tim. 6:3-5). Lo que esto significa es que no debemos alentar a las personas a sentirse seguras de su salvación basándonos simplemente en una oración hecha, sin ningún fruto visible de arrepentimiento en sus vidas.
Los mismo es verdad de las personas quienes pasan al frente después de un sermón en al iglesia. A menudo una persona pasa al frente después de un sermón, indicando una “decisión por Cristo”, y luego es aceptado en la membresía ¡justo en el acto! Sin ninguna evidencia confirmando el fruto se puede discernir, mas aun, se asume (a menudo erróneamente) que la persona se ha arrepentido y creído genuinamente porque tal persona ha expresado una abundancia de emoción, ha caminado por el pasillo ó ha expresado una oración sincera.
El producto de esta clase de seguridad “sin evidencia que requerir” es que a las personas se les ha enseñado a mirar la oración hecha veinte años atrás como la razón para creer que son salvos, sin pensar en la contradicción entre su estilo de vida y la profesión de hoy. Podemos estar llenando nuestras iglesias con tales conversiones falsas, quienes pecando en maneras que ponen a cuestionar el testimonio corporal de la iglesia local. Esta no es la manera de edificar una iglesia sana y puede entorpecer verdaderamente nuestro trabajo evangelístico –tanto dentro como afuera de la congregación local.
Necesitamos darnos cuenta de que las personas pueden hacer oraciones sinceras y pasar por los pasillos después de los sermones sin nunca haberse arrepentido y haber confiado en Cristo. Lo han estado haciendo por dos mil años. El escritor de Hebreos nos advierte que muchas personas han tenido experiencias espirituales aparentemente genuinas que en ninguna manera “pertenecen a la salvación” (Heb. 6:4-9; cf. 2 Ped. 1:6-10), pero tal fe, esperanza y amor son guías mas seguras (Heb. 6:9-12). La única evidencia externa que la Biblia nos dice que usemos para discernir si una persona es convertida ó no, es el fruto de la obediencia (Mat. 7:15-27; Juan 15:8; Santiago 2:14-26; 1 Juan 2:3).
Somos más sabios al discontinuar las prácticas evangelísticas ambiguas más que permitirles que continúen confundiendo a la gente en cuanto a lo que constituye una respuesta salvadora al evangelio. Cierto, admitir la ambigüedad puede incrementar los números en nuestras listas de membresía. Pero es engañar a las personas inconversas a pensar que son salvos –el engaño más cruel de todos. También causa estragos en la pureza de nuestras iglesias y en sus testimonios corporativos, permitiendo en nuestras membresía muchos cristianos profesantes quienes después han descubierto no ser cristianos en absoluto porque vuelven a estilos de vida que simplemente no pueden caracterizar a un verdadero cristiano converso.
Si usted esta empezando una nueva iglesia o reformando alguna, continúe llamado a las personas a la fe y al arrepentimiento –en sus conversaciones y en su predicación. Los nuevos convertidos deben hacer una profesión pública de esa fe. Y para esto es el bautismo.
GABINETE DE ESTRATEGIA
- ¿Cuáles son los cuatro elementos que cada presentación del evangelio debe incluir?
- ¿Por qué debe preocuparnos el como invitamos a las personas a responder al evangelio?
- ¿Cómo pueden las invitaciones o los llamados al altar a introducir una confusión espiritual en la mente de las personas?
Evitando el Entretenimiento
Muchas iglesias americanas han usado métodos de evangelismo basados en el entretenimiento –teo-tenimiento ha sido llamado por algunos- al compartir el evangelio tanto en adultos como en niños. Con los adultos, a menudo toma la forma de audiencias de meta de levantamiento topográfico y creando un servicio evangelístico en el cual todo desde la música hasta el sermón es orientado en hacerlos sentir cómodos –es un enfoque de “siéntese a disfrutar el show”. Con los niños, toma la forma de grupos de jóvenes o escuela dominical que pasan la mayor parte del tiempo pensando en actividades divertidas que moverá furtivamente el evangelio hacia la puerta de atrás.
Ahora, no existe razón para discutir en contra de comunicar el evangelio en una manera entendible, creativa o aun provocativa. Pero el evangelismo que toma la forma de entretenimiento tiene algunos efectos secundarios perjudiciales. Recuerde: los que usted gane es probablemente lo que usted ganará. Si usted los gana con entretenimiento, ellos serán ganados más por el espectáculo que por el mensaje, lo cual aumenta la probabilidad de conversiones falsas. Pero aun si no son ganados para el espectáculo, los métodos basados en entretenimiento hacen al arrepentimiento virtualmente imposible. No somos alentados a renunciar al pecado teniendo nuestros sentidos entretenidos ni nuestras preferencias consentidas. El evangelio es intrínsecamente e irreductiblemente confrontacional. Corta nuestra rectitud y autosuficiencia percibidas, demandándonos que abandonemos nuestro preciado pecado y confiemos en alguien mas que nos justifique. El entretenimiento es por lo tanto un medio problemático para comunicar el evangelio, porque casi siempre oscurece los más difíciles aspectos de ello: el costo del arrepentimiento, la cruz del discipulado y lo estrecho del Camino. Algunos estarán en desacuerdo, diciendo que el drama puede dar a los incrédulos una imagen visual útil del evangelio. Pero ya se nos han dado tales imágenes visibles. Ellas son las ordenanzas del bautismo y la Cena del Señor y las vidas transformadas de nuestros hermanos y hermanas cristianas.
Esto ciertamente no deberá suprimir toda creatividad en los alcances evangelísticos suplementarios. Queremos animar la creatividad encontrando maneras de compartir el evangelio. Esto es, sin embargo, para advertirnos en contra de la dependencia en el entretenimiento para “eficacia” en el evangelismo, especialmente cuando tal evangelismo sucede en nuestra reunión semanal para la adoración pública.
Las iglesias son mas sanas cuando el evangelio es mas claro y el evangelio es mas claro cuando nuestros métodos evangelísticos son mas claros.
Evitando la Manipulación
Muchos pastores bien intencionados no quieren manipular a ninguno a arrepentirse y a creer. Pero algunos de los métodos que usamos al compartir el evangelio pueden ser sutilmente manipuladores, ya sea si los percibimos o no. Algunas veces los pastores usan música en el servicio en maneras que tocan las emociones, especialmente la música tranquila durante una invitación o en una oración final que saca los emociones del oyente y erróneamente alienta a una decisión por Cristo basada en sentimientos. Por lo contrario, algunos pastores utilizan una música mas excitante que finaliza provocando en la multitud una locura emocional de expresividad que no necesariamente es siempre piadosa. Otros pastores aplican una presión social en las personas a hacer una oración o a caminar por el pasillo cantando el mismo verso del himno una y otra vez hasta que alguien finalmente pasa. Algunos usan tácticas de conversación agresiva para presionar a las personas a hacer una oración.
No debemos desear que nuestras presentaciones o invitaciones del evangelio sean definitivamente moldeadas por lo que creemos que hará “cerrar el trato”. Si es así, entonces ellas revelarán que pensamos que la conversión es algo que podemos orquestar, lo cual es una cosa muy alejada de la verdad. En lugar de usar todas nuestras fuerzas para convencer y cambiar al pecador, mientras que Dios esta detrás como un caballero silenciosamente esperando el muerto espiritual, Su enemigo espiritual declarado, a invitarlo a entrar en su corazón, prediquemos el evangelio como caballeros, tratando de persuadir pero sabiendo que no podemos convertirlos. Luego nos paramos detrás mientras que Dios usa todo Su poder para convencer, convertir y cambiar al pecador. Entonces veremos claramente quien tiene el poder para llamar de la muerte a la vida.
Siendo Teocéntricos
Algunas estrategias de evangelismo buscan hacer atractivo el evangelio para los incrédulos presentando todos los beneficios del cristianismo y evitando el costo para después. Ellos prometen que experimentarán más satisfacción, menos estrés, un mejor sentido de comunión y un aumento en el sentido de la vida –¡Y usted estará preparado para la eternidad por añadidura! –si usted solo toma una decisión por Cristo ahora mismo. Quizás todas estas cosas estén a la vuelta de la esquina para el inconverso oyente. ¿Cómo es que esta clase de “evangelismo benéfico” al evangelio bíblico? Hace que el evangelio parezca ser solo acerca del yo y de mejorar mi estilo de vida y hacerme más feliz. Ahora, suponiendo, nosotros somos los beneficiarios y Dios nuestro benefactor. No somos nosotros quienes “le hacemos el favor a Dios” al convertirnos en cristiano. Más aun, el evangelio no es algo acerca de mí. Es acerca de Dios haciendo que su santidad y misericordia soberana sea conocida. Es acerca de la gloria de Dios, y de la reunión de adoradores quienes le adorarán a El en espíritu y en verdad. Es acerca de Dios vindicando Su santidad al castigar a Cristo por los pecados de todos aquellos quienes se arrepienten y creen. Es acerca hacer un nombre para Si en el mundo entero reuniendo a la gente y separarlos para El mismo para la extensión de Su fama a las naciones.
El “Evangelismo benéfico” llena nuestras iglesias con personas quienes se les enseña a esperar que todo vaya según a su manera solo porque se hicieron cristianos. Pero Jesús nos promete persecución por seguirlo a El, no beneficios mundanos (Juan 15:18-16:4; cf. 2 Tim. 3:12). Queremos edificar cristianos e iglesias que perseveren a través de la dificultad, quienes están dispuestos a sufrir y a ser perseguidos y aun morir por el evangelio de Cristo, por causa de la gloria de Dios más que por los beneficios temporales de la conversión. No queremos que las personas sean cristianos porque les reducirá su estrés. Queremos que sean cristianos porque que ellos saben que necesitan arrepentirse de sus pecados, creen en Jesucristo y gozosamente tomar su cruz y seguirle para la gloria de Dios.
Existen verdaderos beneficios maravillosos para la vida cristiana; pero siendo teocéntricos en nuestro evangelismo enfocándonos menos en los beneficios temporales y mas en el carácter de Dios y planear mas cristianos dispuestos a sufrir y mas iglesias motivadas por la gloria de Dios.
GABINETE DE ESTRATEGIA
- ¿Existen elementos en el evangelismo de su iglesia que son más entretenimiento que informativos?
- ¿Existen elementos en la estrategia de evangelismo de su iglesia los cuales parecen ser más una estrategia de mercadotecnia?
- ¿Puede ser percibido el método evangelístico de su iglesia como emocionalmente manipulador?
- Si las respuestas a cualquiera de las preguntas de arriba es sí, ¿Cuál sería una manera sana de buscar un cambio?
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