La Iglesia Deliberante/Prologo

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English: The Deliberate Church/Foreword

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Por Mark Dever sobre Liderazgo Espiritual
Capítulo 4 del Libro La Iglesia Deliberante

Traducción por 9Marks

¿Por qué tomó este libro del estante? ¿Qué le llamó la atención? Vamos, sea honesto. ¿Se sintió intrigadio por el diseño de portada? ¿Leyó las recomendaciones del reverso? ¿Se preguntó que quería decir una iglesia “deliberante”? Quizás lo tomó porque queria estar actuializado con lo nuevo sobre iglecrecimiento y modelos de ministerio.

O quizás la razon es más profunda. Quizá usted es pastor por mucho tiempo y esta desanimado por la falta de crecimiento en su iglesia. “¿Que me perdí? ¿Por qué no estoy siendo efectivo como pastor?” Quizás lo tomó porque esta cansado de no ser “existoso” en el ministerio –el pez no ha mordio el anzuelo, así que ¿por que no cambiar el cebo?

Por el otor lado, quizá usted es un joven plantador de iglesias que esta buscando hacer un impactto para el reino. Quizá ustede esté cansado de mirar al nuevo mundo con los lentes antiguos y quiere empujar la funda –inovando, ser creativo, esperimentar con algunos nuevos métodos, trata algunas ideas descabelladas, encontrar realmente que es lo que hace la forma de ser de las personas en toda una genereación.

Luego una vez más, quizás dedique los últimos cinco años de su vida tratando de implementar el ultimo modelo de iglecrecimiento y no funcionó. Quizás este leyendo porque esta desilusionado con el fracaso de un mdoelo que parecía prometedor y produjo resultados asombrosos en otro lado. Asi que ahora esta en el siguiente paso –la iglesia deliberante.

Tal evz su interés fue provicado pro la posibilidda de una nueva manera de hcaer iglesia que pueda traer aliento de vida en su congregación. Quizás este leyendo porque puede ser la próxima gran ola en el ministerio d ela iglesia que pueda provcar un crecimiento explosivo en su iglesia y encender el fuego en su comunidad. O quizás se sienta un poco anticuado –un chandal azul claro en el mundo de Bloomindale –así fue a la librería cristiana para actualizar el vestuario del ministerio. Busque en su corazón -¿Por qué abrió este libro? ¿Qué esta buscando?

Antes de que pueda leer seriamente, permitame a aclararle que La Iglesia Deliberante no es, solo una verdad sobre publicidad. Primero, no es nuevo. Es antigua… muy antiguo. No estamos diciendo que todo lo que mencionamos es oroginalmente de nosotros; no es una “toma reciente” o un “acercamiento único” –no es innovador. De hecho, no queremos ser innovadores (¡lo afirmamos!). Segundo, no es un programa. No es algo que pueda implantar en su iglesia y solo presionar “PLAY”. No es dependiente de una técnica; no queremos establecer un plan para la madurez espiritual, o pasos sistemáticos para edificar una iglesia; no hay jergas llamativas o graficas profesionales sobre metáforas agradables. Tercero, no es una solución fácil. En otras palabras, no espere que leyendo este libro e implementando sus sugerencias verá resultados inmediatos y observables. El crecimiento saludable toma tiempo, oración, trabajo duro, paciencia y perseverancia.

“Bueno, si no es un programa nuevo, entonces ¿qué es?” En términos sencillos, es la Palabra edificando la iglesia.

Es fácil estar de acuerdo con nuestra cultura de que lo novedoso es siempre mejor. La ropa nueva es mejor que las prendas usadas; un carro nuevo es mejor que el viejo de papá. Solo hay algunas pocas cosas que casi irresistilemente nos fascinan –tiene esta gravedad que nos jala con su luz intermitente, su olor a coche nuevo, su aspecto moderno, su promesa de eficiencia aumentada y eficacia. Sabemos que es tonto, pero de algun modo nos hacen sentir nuevos con ellos –casi como si fuesemos renovados en imagen.

Cuando viene a dar ideas en como edificar la iglesia, es tentador permitir nuestra fascinación con lo nuevo para dirigir nuestro pensamiento y determinar nuestros métodos. Esta tentación es tan seductora en el contexto de la cultura evangélica emergente que incrementa distancias de la clara proclamación de las verdades doctrinales basadas en la verdad bíblica y transmitida a nosotros por los credos histórcios cristianos y la herencia histórica, el innovador y creativo comienza a parecer mas convincente que lo ya probado y la verdad, en parte porque nos hemos sumergido en una cultura que abraza con estridencia su propia superiordad a todo lo que es pasado. Entonces naturalemente el pragmatismo prevalece. Sin siquiera darse cuenta o reflexionado en ello, rapidamente nos excitamos acerca del modelo creativo reciente que promtete los resultados mas inmediatamente visibles, normalmente medidos por estadísticas santificadas.

En la raíz de todo esto, a menudo incoscientemente, esta la rápida erosión de nuestra fe en la suficiencia de la Escritura para nuestra efectividad en el ministerio. Pablo instruye a Timoteo a dedicarse a la predicación de la Palabra (2 Tim. 4:2) precísamente porque la Palabra hace al hombre de Dios “perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim. 3:17). Timoteo no necesitaba las últimas tecnicas de retórica, practicas de negocios, o modelos creativos de ministerio basados en metáfoas cautivadoras. El solo necesitaba ser guiado, gobernado y equipado por la Palabra de Dios.

Deliberante, claro, significa bien planeado con intención o ser cuidadoso. De lo que estamos tratando de ser cuidadosos en los líderes de la iglesia, pues, es edificar la iglesia en y alrededor del evangelio de Cristo. Mas específicamente, estamos tratando de ser cuidadosos en edificar nuestra iglesia de acuerdo al patrón que Dios nos ha dado en la Escritura. En lo mejor posible, la iglesia deliberante es cuidadosa en confiar en la Palabra de Dios, ejercida por Jesucristo, para hacer la obra de edificar la iglesia local. Es un intento de poner nuestro dinero donde nuestra boca está cuando decimos que creemos en la suficiencia de la Escritura para la vida, la salud, y el crecimiento de la iglesia local. Nuestra meta no es ver cuan inovativos podemos ser. Nuestra meta es ver cuan fieles podemos ser.

Lo que sigue, entonces, podría ser llamado un modelo de ministerio. Pero es solo un intento de ser deliberantes en tratar el evangelio bíblico como lo que alimenta el crecimiento de la iglesia, el dirige su proceso, y gobierna cada aspecto de la vida corporativa de la iglesia y el liderazgo. En todo lo que hagamos, queremos ser cuidadosos en permitir que la Palabra de Dios trace nuestra trayectoria, fortalezca nuestro progreso y gobierne nuestros métodos. Desde nuestra predicación y evangelismo hasta la manera en que tomanos a los nuevos miembros; de nuestras prácticas de disciplina y discipulado hasta nuestros modelos de liderazgo; desde nuestra estructura de los servicios del domingo por la mañana, directamente hacia la agenda de la reunión de los ancianos; queremos que nuestros procedimientos reflejen dependencia en el evangelio bíblico, sometiéndonos a sus demandas, y ser conscientes de sus implicaciones para nuestra vida corporativa juntos.

Las palabras de Dios en la Escritura son los ladrillos que edifican la iglesia. Como pastores y líderes de la iglesia, entonces, nuestra primer prioridad es asegurarnos de que el evangelio disfrute de centralidad funcional en la iglesia. Esto es, debemos asegurarnos que el evangelio gobierne la manera en que la iglesia funciona. Cuado el evangelio disfrute de centralidad funcional, la iglesia ganará tracción en la cultura, porque el evangelio es poder de Dios para salvación (Rom. 1:16; 1 Cor. 1:17-18). El evangelio es lo que da a las personas el nuevo nacimientto espiritual (Santiago 1:18; 1 ped. 1:23). El evangelio lucha con los enemigos de la iglesia, tales como el error doctrinal y la debilidad moral (Hech. 6:7; 12:24; 19:20). En pocas palabras, la Palabra de Dios, condensada en el evangelio, edifica la iglesia[1].

Preservar esta centralidad funcional del evangelio es la razón de que no queremos promover programas, pasos, y metáforas innovadoras en La Iglesia Deliberante. Para preservar la centralidad funcional del evangelio, el método humano debe permanecer claro, o naturalmente reemplazará el papel legítimo del evangelio, de esta manera, nuestro método en edifiar la iglesia funcionará por mucho en la misma forma en el estilo de comunicación del pastor. Un predicador puede ser llamativo y animado que su propia personalidad se vuelve más notable y conmovedora que el mensaje que este tratando de predicar. Similarmente, los métodos de los pastores y de los líderes de las iglesias para edificar la iglesia local pueden volverse tan prominentes que comenzarán a desviarse hacia su propia gloria por el crecimiento de la iglesia que correctamente solo pertenece al evangelio. Nuestra meta como predicadores y líderes es mantener nuestros métodos básicos y claros con el propósito de que el evangelio sea compartido aliviando el telón de fondo de nuestra propia debilidad admitida.

GABINETE DE ESTRATEGIA
  1. ¿Disfruta el evangelio una centralidad funcional en su iglesia? ¿Por qué si o por qué no? ¿Existen maneras en que su modelo actual de ministerio pueda desviarse de la gloria de evangelio por sí mismo? ¿Qué tanto?

Hemos llamado este libro La Iglesia Deliberante porque queremos un tíulo que pueda servir para arrojarnos a la lucha de los debates de la metodología de las iglesias. El evangelicalismo americano esta empapado de diversas clases de iglesias: La Iglesia Emergente, La Iglesia con Propósito, La Iglesia Conectada, La Iglesia Hacedora de Discípulos, y casi cualquier otro tipo de iglesia que usted podía posiblemente querer. Nosotros guardamos el fomato de “La Iglesia _________” para un título que podría obtener pie en la puerta del debate. “Deliberante” es la mejor palabra que pude encontrar para suscintamente describir lo que estamos hablando. Pero es un título que nos hará entrar en la conversación (espero) para levantar la forma de hacer las cosas que actualmente estan siendo recuperadas de los siglos pasados –una iglesia guiada y gobernada por el evangelio. La Iglesia Bautista de Capitol Hill en Washington D.C., ha sido el laboratorio para probar estas ideas en los pasados diez años. Lo que sigue, entonces, son las aplicaciones de estos principios que han sido demostrados fieles y estimulantes en nuestro contexto. No tienen la intención de ser tomados como exhaustivas o exclusivas, sino simplemente como un intento de revivir una conversación cálida acerca de cómo cosechamos, dirigimos, y protegemos el rebaño de Dios.

Y ahora la pregunta del millón de dólares: ¿Es aplicable? ¿Lo puede hacer en su iglesia? Claro – pero no porque sea un programa fácil de conectar y por causa de ninguna brillantez nuestra en proponer un modelo transferible. Es aplicable porque es bíblico y simple. No importa que tamaño sea su iglesia, o donde este localizada, o que clase de personas este ministrando, usted siempre puede ser deliberante en ser guiado por el evangelio o gobernado por el evangelio en todo lo que usted haga. Usted no necesita implementar un programa de estudios artificial, o ser un pensador increíblemente creativo, o aun ser el líder más carismático. Usted solo debe confiar que Jesús edificará su iglesia por el agente de Su Espíritu y el poder de Su evangelio sin comprar el programa mas nuevo o seguir la tendencia más popular.

Pero permítanos ser claros. No estamos prometiendo resultados inmediatos y visibles. Dios es soberano. El determina nuestros tiempos y lugares, la duración de nuestros días y el fruto de nuestra labor. Dios el Padre y el Hijo resucitado soberanamente decide cuando derramar el Espíritu en gran medida[2]. Su trabajo en la viña de Cristo no será frutífero solo porque lea este libro y aun aplique este modelo. Pensamos que, porque manifestamos una medida de fidelidad y obediencia a la Palabra normativa de Dios, que usted probablemente verá un fruto duradero. Pero nadie viene a Cristo a menos que el Pabre no lo lleve a El, nadie obedece el evangelio a menos que el Espíritu le de los dones de entendimiento, arrepentimiento y fe –y solo Dios hace crecer las cosas[3].

Muchos de los líderes de hoy estan diciendo que la iglesia será lanzada al futuro cuando sus metodos alcancen las épocas. Nosotros estamos diciendo exactamente lo opuesto. En un sentido, nuestra meta es tomar la iglesia hacia el futuro recordándole como debería ser originalmente. Cremos que la iglesia será catapultada hacia el futuro solo cuando la cosa más perceptible acerca de su vida corporativa es que sea cuidadosamente gobernada y conducida poderosamente por la Palabra probada y antiquísima de Dios.

¿Esta aun interesado? Espero que sí. Después de todo, la función del evangelio en la vida de la iglesia debe ser el mero centro de nuestras vidas como cristianos, aun de los pastores y líderes de la iglesia. Si usted se va hasta el capítulo final y rechaza todo el “modelo”, sea deliberante al menos –sepa porque lo esta rechazando. Pero si lee través de todo y esta de acuerdo con ello, entonces usted tiene una adminstración en sus manos. No permita que se llene de polvo –sea deliberante en aplicarlo. Platíquelo en las comidas con sus compañeros líderes de la iglesia. Observe alrededor de las reuniones de su iglesia y estructuras de liderazgo para ver que necesita ser cambiado con el fin de ser más cuidadosamente gobernados y dirigidos por el evangelio. Enseñe a las personas los principios bíblicos detrás de los métodos prácticos, e intencionalmente cultive unidad en esa enseñanza. Luego tome acción corporativa y dirijan juntos el cambio en una manera sabia, paciente y cautivadora.

  1. “Ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados” (Hechos 20:32).
  2. Lucas 11:13; Efes. 1:17; 3:16; Apoc. 3:1. vea Iain Murray, Pentecost-Today? (Cape Coral, Fla.: Founders Press, 1998), 20-21.
  3. Juan 6:44; Hechos 11:18; 1 Corintios 2:14-16; 3:7; Efesios 2:8-9; 2 Pedro 1:1.

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