Todas las cosas fueron creadas por medio de Él y para Él

De Libros y Sermones Bíblicos

Colosenses 1:9-20

Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos, no hemos cesado de orar por vosotros y de rogar que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo 12 dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz. 13 Porque El nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado, 14 en quien tenemos redención: el perdón de los pecados. 15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. 17 Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. 18 Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia; y Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía. 19 Porque agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud, 20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz.

Este es el primero de una serie de mensajes titulada "Pecados espectaculares y su propósito global en la gloria de Cristo". Dios mediante, trataremos este tema hasta el 23 de septiembre. La serie nace a partir de cuatro impulsos.

Contenido 1 La soberanía sobre el pecado en las segundas crónicas 2 Las calamidades de una costa a la otra, y por todo el mundo 3 La severidad de los últimos días 4 La gloria de Jesucristo 5 Misterio pero no silencio 6 La descripción más condensada de las glorias de Cristo 7 Todas las cosas creadas por, por medio de y para Jesucristo 8 Incluso los poderes sobrenaturales del mal 9 Para la gloria de Jesucristo 10 El combustible para un fuego divino 11 ¿Por qué la verdad de la soberanía de Cristo? 12 Todas las cosas sirven a su gloria y a nuestro gozo

La soberanía sobre el pecado en las segundas crónicas

El primero sucedió cuando, a finales de julio, me encontraba en un porche en Asheville, Carolina del Norte, leyendo el segundo libro de Crónicas del Antiguo Testamento. Y como todos los años, cuando llego a esta parte de las escrituras, siempre me sorprende encontrar numerosas historias de desafortunados pecados humanos bajo el control soberano de Dios. Por ejemplo,

• Roboam rechazó la sabiduría de los ancianos, y le dijo al pueblo: "Mi padre os castigó con látigos, pero yo os castigaré con escorpiones". Luego el inspirado escritor nos dice: "El rey no escuchó al pueblo, porque esto venía de parte de Dios, para que el SEÑOR confirmara la palabra que Él había hablado".
• Y entonces el rey Acab se dejó convencer por falsos profetas para que luchara contra los sirios, y Micaías, el verdadero profeta del Señor, le dice: "Y ahora, he aquí, el SEÑOR ha puesto un espíritu de mentira en boca de estos tus profetas, pues el SEÑOR ha decretado el mal contra ti" (2 Crónicas 18:22).
• Y entonces, Joás, rey de Israel, le dio sabios consejos a Amasías, rey de Judá, de que no saliera a luchar contra su propio pueblo. Sin embargo, Amasías no quiso escuchar, y el inspirado escritor dice: "Pero Amasías no quiso escuchar, porque esto venía de Dios, para entregarlos en mano de Joás, pues ellos habían buscado los dioses de Edom" (2 Crónicas 25:20).

¿Por qué cree Dios que es bueno que conozcamos esto? ¿Por qué Dios nos dice en la Biblia, en repetidas ocasiones, que, de alguna manera insondable, Él gobierna los actos pecaminosos de los hombres, y Él mismo nunca peca ni realiza actos malos o impuros? Ese fue el primer impulso que dio lugar a esta serie. Dios quiere que lo sepamos, y las razones están ahí.

Las calamidades de una costa a la otra, y por todo el mundo

Lo segundo que me impulsó a escribir esta serie es que, da igual el mes que escojáis, las historias sobre calamidades estremecedoras llenan las noticias de una costa a la otra y en todas partes del mundo. En Newark, Nueva Jersey, la tasa de asesinatos ha aumentado en un cincuenta por ciento desde 1998, y hace una semana, en un asesinato del tipo ejecución, murieron cuatro adolescentes. En Utah, seis mineros se encuentran atrapados a casi 600 m bajo tierra desde el lunes, sin dar señales de vida. Y en el corazón de Minnesota, las consecuencias del desastre debido al derrumbamiento del puente sobre la autopista interestatal 35W, son más graves a medida que pasan los días. Y mientras nosotros aquí nos lamentamos por nuestras pérdidas, en el otro extremo del mundo, y raramente mencionados en las noticias, 20 millones de personas en la India, Bangladesh y Nepal, han tenido que ser desalojadas en las últimas dos semanas, debido a una de las peores inundaciones ocurridas en los últimos años. ¿Es que acaso esto tiene esto algo que ver con el Señor resucitado, Jesucristo, que dijo: "Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra" (Mateo 28:18)? Ese fue el segundo impulso que dio lugar a esta serie.

La severidad de los últimos días

Tercero, la Biblia misma nos dice que en los últimos días las cosas serán difíciles y severas. En Timoteo 3:1-5, Pablo dice: "Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder".. Como pastor no creo que mi trabajo sea entreteneros durante esos días, o ayudaros a sentir una alegría superficial. Mi trabajo consiste en colocar el lastre adecuado en vuestra barca, de modo que cuando este tipo de olas revienten contra vuestra vida, no os volquéis, sino que lleguéis al puerto del cielo llenos de fe y de júbilo.

La gloria de Jesucristo

El cuarto asunto que motivó esta serie se deriva de nuestro texto de esta mañana, a saber, la gloria de Jesucristo. En las últimas dos semanas pasé gran parte de mi tiempo escribiendo un plan de ocho años para compartirlo con el grupo líder el próximo miércoles. Cuando escucho nuevamente el sermón para mi candidatura del 27 de enero de 1980, nada ha cambiado a este respecto. Yo existo, y vosotros existís como iglesia para exaltar a Jesucristo. El texto era Filipenses 1:20: "...conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino que con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte...". Este es el cuarto impulso. ¿Cómo se exalta a Cristo en un mundo como el nuestro? ¿En Newark, en Utah, en Bangladesh y en Minneapolis? ¿O en un mundo como el de las Segundas Crónicas? ¿Cómo se exalta a Cristo en la caída de Satán de su posición de perfección? ¿En el pecado de Adán y en la caída de toda la raza humana? ¿En la torre de Babel y en la fractura de la raza humana en diferentes idiomas? ¿En la venta de José como esclavo en Egipto? ¿En la traición de Israel al exigir a Dios un rey humano como las otras naciones? ¿En la traición de Judas?

Misterio pero no silencio

Dios no ha respondido a todas nuestras preguntas acerca del pecado y de la miseria de este mundo. "Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR..." (Deuteronomio 29:29). Hay misterios que no comprendemos mientras "vemos por un espejo, veladamente,..." (1 Corintios 13:12). Ahora conocemos en parte, pero en los tiempos venideros conoceremos plenamente, como hemos sido conocidos (1 Corintios 13:12). Pero Dios no ha estado silencioso respecto a estas cosas y hay algunas que Él quiere que conozcamos. El honor de su hijo está en juego en los pecados espectaculares de la historia y su propósito global en la gloria de Cristo.

Para ver esto con más claridad volvamos a Colosenses 1:14 y siguientes.

La descripción más condensada de las glorias de Cristo

Pablo ha rezado por los colosenses para que sean "llenos del conocimiento de la voluntad [de Dios] en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que andén como es digno del Señor, agradándole en todo, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios" (Colosenses 1: 9-10). En el versículo 14, él inicia una letanía de verdades maravillosas acerca de Jesucristo, que son probablemente la descripción más condensada de las glorias de Jesús en el nuevo testamento. Hagamos una lista de todas ellas —las quince— y luego volvamos a aquella sobre la que quiero hacer hincapié.

1. Versículo 14: En Él tenemos redención: el perdón de los pecados.
2. Versículo 15a: Él es la imagen del Dios invisible.
3. Versículo 15b: Él es el primogénito de toda la creación, es decir, el primero y único hijo, especialmente honrado sobre toda la creación
4. Versículo 16a: Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades. (Más adelante volveremos al versículo 16).
5. Versículo 16b: Todo ha sido creado por medio de Él
6. Versículo 16c: Todo ha sido creado para Él.
7. Versículo 17a: Él está antes de todas las cosas.
8. Versículo 17b: En Él todas las cosas permanecen.
9. Versículo 18a: Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia;
10. Versículo 18b: Él es el principio.
11. Versículo 18c: Él es el primogénito de entre los muertos.
12. Versículo 18d: Él tiene en todo la primacía
13. Versículo 19: En Él toda la plenitud de Dios se complacía en habitar.
14. Versículo 20a: Él reconcilia todas las cosas consigo, ya sea en la tierra o en el cielo.
15. Versículo 20b: Él hace la paz por medio de la sangre de su cruz,

Esto merece ser memorizado. Si vuestro corazón alguna vez duda o se enfría, volved aquí; memorizad esta letanía de glorias y pedid a Dios que os dé afecto que se corresponda con la medida de su grandeza. Si cualquier persona, poder, sabiduría o amor despierta admiración, asombro o gozo, que sea la mejor persona, el mejor poder, la más grande sabiduría y el mayor amor que existe: Jesucristo.

Todas las cosas creadas por, por medio de y para Jesucristo

Pero, para nuestro objetivo, volved conmigo al versículo 16. Observad las tres proposiciones: "Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él". Así, Pablo nos enseña que Jesucristo creó todo esto. Todo ha sido creado por medio de Él. Él era con Dios y estaba en Dios, y era Dios (Juan 1:1-3), pues Dios creó todas las cosas por medio de Él. Y todo ha sido creado para Él. Todo lo que existe lo hace por Cristo, es decir, existe para mostrar la grandeza de Cristo. Nada, absolutamente nada en el universo existe por sí mismo. Todas las cosas, desde el fondo de los océanos hasta la cima de las montañas, desde la más minúscula de las partículas hasta la mayor de las estrellas; desde la asignatura escolar más aburrida hasta la más fascinante de las ciencias; desde la más horrible cucaracha hasta el ser humano más bello; desde el más grande de todos los santos hasta el más malvado dictador genocida, todo lo que existe, lo hace para que la grandeza de Cristo sea más conocida, incluidos tú, y la persona que menos te gusta.

Incluso los poderes sobrenaturales del mal

Pero de todas las cosas que Pablo podía haber mencionado —los millones de cosas hechas por Cristo y que existen para su gloria— el escogió estas: "tronos, dominios, poderes y autoridades". Versículo 16: "Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él".

Pablo sabe que estos "poderes y autoridades" incluyen los poderes sobrenaturales del mal. Veamos en Colosenses 2:15 a Pablo celebrando el triunfo de Jesús en la cruz: "Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él". Así que estos son los "poderes y autoridades" a los que él se refiere en Colosenses 1:16. Los volvemos a encontrar en Efesios 6:12: "Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades". Ellos son, dice Pablo, "los poderes de este mundo de tinieblas… las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes".

Son poderes sobrenaturales del mal que intentan engañar y destruir a la humanidad. Fueron definitivamente derrotados en la cruz, donde Jesús les desarmó e hizo que su pueblo estuviese completamente protegido mediante la fe en Cristo. Pero estos poderes aun hacen mucho daño en el mundo, porque no todos son creyentes. Aún a los creyentes mismos les pueden causar el mal pero no los pueden destruir.

Para la gloria de Jesucristo

¿De dónde proceden y porqué existen? Colosenses 1:16 nos da una parte decisiva de la respuesta. No toda la respuesta, pero sí la parte que necesitamos saber. "Porque en ÉL —en Cristo, el Hijo de Dios— fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades…". De ahí es de donde proceden. Fueron creados por medio de Él. ¿Y porqué existen? Versículo 16b: "Todas las cosas fueron creadas por medio de Él y para Él". Existen por Cristo y lo hacen para que sus glorias sean conocidas.

El texto no dice que Él los crease malvados. De hecho, el pequeño libro de Judas habla de "ángeles que no conservaron su señorío original, sino que abandonaron su morada legítima" (Judas 1:6). Fueron creados por Dios, y se rebelaron contra Él. Pablo lo sabe. Sabe lo que eran, y en lo que se han convertido. Y veremos, en las próximas semanas, que Pablo sabe algo más. ÉL sabe que Cristo sabía que caerían antes de que lo hiciesen. Cristo sabía que existiría el pecado, la rebelión y la maldad. Y con su infinita sabiduría tuvo todo esto en cuenta cuando planificó la historia de la salvación y el triunfo de la gracia en el calvario.

Por tanto, cuando Pablo dice que "los poderes y las autoridades" fueron creadas por Cristo, está diciendo que Dios los creó sabiendo en qué se convertirían y cómo, en ese papel maligno, glorificarían a Cristo. Sabiendo de antemano en lo que se convertirían, Dios los creó para la gloria de Cristo.

El combustible para un fuego divino

¿Y entonces, por qué razón nos dice Pablo esto? ¿Es necesario que lo sepamos? Pablo así lo cree, porque estas fuerzas del mal son una de las cosas que él decide mencionar como ejemplo de lo que fue creado por Cristo y para Cristo. De todas los miles de cosas que podría haber mencionado, eligió esta. ÉL quiere que lo sepamos. ¿Por qué? ¿Por qué cree que es bueno que conozcamos esto?

Ese es el motivo de esta serie de mensajes. El objetivo de esta serie no es daros información para vuestras cabezas, sino una aplicación para vuestras vidas. Ayer, leyendo mis devociones en 2 Timoteo, encontré nuevamente la profundidad doctrinal y la intensidad del punto de vista práctico de esta verdad: Timoteo tiene miedo, y Pablo quiere ayudarlo a superar ese miedo y a ser valiente. Así que Pablo le dice: "[Por tanto], no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, prisionero suyo, sino participa conmigo en las aflicciones por el evangelio, según el poder de Dios" (2 Timoteo 1:8). Y entonces, para ayudar a Timoteo, lo lleva "antes del comienzo de los tiempos", y le dice que antes de la creación, antes del pecado de Adán y de la necesidad de redención, ya existía la gracia gratuita y un plan divino para salvar a los pecadores. Toda la profundidad de esta doctrina fue revelada para ayudar a Timoteo a combatir su timidez. Las grandes verdades bíblicas acerca de Cristo, de la creación y del mal, son combustible para el fuego del alma creyente.

¿Por qué la verdad de la soberanía de Cristo?

Permitidme concluir este texto con cinco breves temas que explican por qué Dios quiere que conozcamos la verdad de la soberanía de Cristo sobre "los poderes y las autoridades".

1. Es una verdad objetiva, como lo es la silla sobre la cual estáis sentados, y no una simple opinión o idea. Y la gente perece por la falta de esa verdad (2 Tesalonicenses 2:10).
2. Estas verdades dejan claro el hecho de que Cristo es el único ser digno de adoración. Había gente en Colosas que decía que "adorar a los ángeles" (Colosenses 2:18) era parte del camino hacia Dios. No, dice Pablo. Estos ángeles que para algunos son tan maravillosos, fueron creados por Cristo y para Cristo. No hay que adorarlos. Hay que adorar a aquel que los creó.
3. A Pablo le preocupaba que en el ambiente intelectual y pluralista de Colosas, los cristianos se pudiesen dejar deslumbrar por atractivas herejías. "Mirad que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo" (Colosenses 2:8). Con estas grandes verdades acerca de Cristo, Pablo nos protege de aquellas filosofías y tradiciones que no valoran la supremacía de Cristo. Cuando acogéis verdades como esta, difícilmente os dejais arrastrar por tradiciones o tendencias humanas.
4. Pablo quiere dejar muy claro que cuando los cristianos, que se sienten tan pequeños y vulnerables, oyen hablar de "tronos, dominios, poderes y autoridades", saben, sin lugar a dudas, que Jesucristo tiene toda la autoridad sobre ellos, y que no pueden hacer nada sin su permiso soberano (Job 1:12; Lucas 22:31).
5. Y por tanto, finalmente, Pablo nos dice estas cosas porque él quiere que nosotros veamos y sintamos que nuestra salvación en Cristo es invencible. Cuando Cristo murió por el pecado y resucitó, "despojó los poderes y autoridades" (Colosenses 2:15). ¿Habéis puesto vuestra confianza en Él? Si lo habéis hecho, aquí tenéis lo que dice acerca de vosotros en Colosenses 3:3-4: "Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados con É en gloria" Estáis seguros para siempre en Cristo.

Todas las cosas sirven a su gloria y a nuestro gozo

Todas las cosas fueron creadas por medio de Él y para Él. Hasta vuestros peor enemigo sobrenatural. Al final, fueron ellos —no Cristo— los que fueron humillados en la cruz (Colosenses 2:15). A fin de cuentas, todo y todos sirven para magnificar la gloria de nuestro salvador, y aumentar el gozo de su pueblo en Él.