Una vida frágil que vale todo nuestro amor

De Libros y Sermones Bíblicos

Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por Jared Mulvihill
Indice de Autores
Leer más sobre Santificación y Crecimiento
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: A Fragile Life Worth All Our Love

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por Jared Mulvihill sobre Santificación y Crecimiento

Traducción por Ian Bepmale


Mi hijo mayor tiene cuatro años y solo comunica dos palabras: el sonido "m" para "más" y el sonido "b" para "burbujas". Después de orar y cantar cada noche, lo arropo en la cama y sus risitas me dicen que se siente cómodo, seguro y nada interesado en dormirse apenas apague la luz.

Puede que nunca tenga la capacidad de decirme: "Gracias, papá", pero no tiene que hacerlo. Levi tiene síndrome de Down y numerosas necesidades médicas complejas. Es un hermoso regalo de Dios, y no puedo expresar adecuadamente cuánto lo amo.

Ahora son las once en punto y Levi finalmente está dormido. Después de que se quedó dormido, pude conectarlo a su oxímetro de pulso y bomba de alimentación para controlar su ritmo cardíaco, oxígeno y proporcionarle comida continua durante toda la noche. Reviso el tanque de oxígeno junto a su cama, asegurándome de que esté listo en caso de emergencia, y me aseguro de que el volumen del monitor de video esté alto y preparado para hacer eco de las alarmas de la máquina o los gritos de Levi's durante la noche.

Me hundo en la cama. Al fin, dormir. Ha sido un día completo cuidando a nuestro hijo. Mi esposa y yo estamos agotados. Como cada día, lleno de alegrías y tristezas mientras nos esforzámos por ayudar a nuestro hijo a comer, jugar, realizar tareas básicas, tratar de comunicarse y asegurarnos de que se cumplieran todas sus necesidades médicas. Ha sido un día difícil. Mi mente, cuerpo y espíritu están cansados. Pero un buen cansancio. El tipo de cansancio cuando sabes que gastaste tu energía en algo valioso. Ha sido un buen día.

Un camino por delante: la vida Tenía 21 años cuando me senté en una clínica de embarazo de alto riesgo con mi esposa después de su ultrasonido de nivel dos. Los médicos nos dijeron que Levi tenía todos los marcadores para el síndrome de Down. Después de rechazar una amniocentesis, nos llevaron de inmediato a la habitación de al lado, donde un asesor genético nos dijo que teníamos "opciones". Explicó que estábamos demasiado avanzados de las 22 semanas de embarazo para abortar en Minnesota, pero que podrían conectarnos con alguien en Chicago o Phoenix. Mi esposa y yo nos sentamos conmocionados, primero por las noticias sobre el diagnóstico de nuestro hijo y segundo por los intentos de exterminarlo.

Salimos con un solo camino por delante. La vida. No necesitábamos más pruebas, más asesoramiento ni más información. Levi merecía la vida, no principalmente por la alegría que podía brindarnos ni por su calidad de vida potencial, sino primeramente porque Dios dice que su vida tiene valor, dignidad y propósito. Punto.

Sabíamos que nuestro hijo era un ser humano con vida (Job 31:15), dada por Dios (Job 12:10), creado a imagen de Dios (Génesis 1:27) con un propósito (Proverbios 16:4), intrincadamente formado por Dios (Salmo 139:13) sin errores (Éxodo 4:11) y hecho para la gloria de Dios (Romanos 11:36). Solo Dios tiene el derecho de dar y quitar la vida, no nosotros. Dios nos eligió para ser los padres de Leví; y Él proporcionaría cada gramo de gracia para amarlo y cuidarlo.

Cada vida tiene valor

Hemos estado luchando contra el aborto de una manera única durante casi cinco años. Rara vez nos involucramos en esfuerzos organizados, pero eso no nos impide luchar. Nuestras vidas son un cartel publicitario y vivo que declara la verdad de Dios: que cada vida humana tiene valor, dignidad y propósito.

No voy a endulzarlo, este es un camino largo con muchas lágrimas. Cuatro cirugías a corazón abierto, estancias prolongadas en el hospital, traqueotomía y ventilador, sondas de alimentación, facturas médicas, atención de enfermería en el hogar, visita tras visita al médico y terapia tras terapia. Me duele el corazón ver a Levi luchar por hacer tantas cosas que son tan fáciles para la mayoría de los niños. Vivir con una discapacidad ha sido y sigue siendo costoso a nivel emocional, financiera y relacionalmente. Y Dios da más gracia. Estamos viviendo la verdad del Salmo 126:5: "¡Los que siembran con lágrimas segarán con gritos de alegría!"

Como hemos experimentado una y otra vez la abundancia de su firme amor y cercanía, una frase común en nuestro hogar se ha convertido en "disfrutemos de la fidelidad de Dios". Hay una intimidad con Cristo conocida solo a través del sufrimiento. Realmente hemos probado y visto que el Señor es bueno. ¿Qué es una vida de sacrificio ahora, si tenemos un peso eterno de gloria por venir (2 Corintios 4:17)?

Dios suplirá cada necesidad

Dios continúa llevándonos más allá de lo que pensábamos que podríamos soportar física, emocional y espiritualmente; y él ha sido nuestro descanso, gozo, paz, satisfacción y deleite. Dios sigue siendo manifiestamente bueno y continúa haciendo el bien (Salmo 119:68).

Hay innumerables familias como la nuestra. Circunstancias únicas pero desafíos similares. A los padres y cuidadores de niños con discapacidades, les ruego que sigan luchando. Que empapes tu alma en la palabra de Dios mientras luchas por creer en sus promesas compradas con sangre (2 Pedro 1:3–4). El que te llamó es fiel, y ciertamente te guardará y te fortalecerá para la tarea que te asignó. Y anímate, porque al amar fielmente a tu hijo, estás glorificando a Dios y podrías estar salvando la vida de otros.

La discapacidad continúa afectando a nuevas familias en todo el mundo. Para los padres que nunca imaginaron este desafío, se enfrentarán a una elección, la vida o la muerte. Lucha por la vida, sabiendo que las penas serán profundas y el costo será grande. Y si estás en Cristo, tu gozo será mayor, y Dios promete proporcionar la fuerza y la gracia que necesitas en cada momento de cada día (Filipenses 4:19).

Dios no se apartará de hacerte el bien (Jeremías 32:40).


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas