¿Has Nacido de Nuevo?
De Libros y Sermones BÃblicos
Por J.C. Ryle
sobre Seguridad de la Salvación
Una parte de la serie Article
Traducción por Gabriel Arevalo
Esta es una de las preguntas más importantes de la vida. Jesucristo dijo: "el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios" (Juan 3:3).
No es suficiente con responder: "Pertenezco a una iglesia; supongo que soy cristiano." Miles de cristianos nominales no muestran ninguna de las señales de haber vuelto a nacer que nos han dado en las Escrituras--muchas enumeradas en la Primera Epístola de Juan.
No Comete Pecados Habitualmente
Primero que todo, Juan escribió: "Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado" (1 Juan 3:9). "Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca" (5:18).
Una persona que ha nacido de nuevo o se ha regenerado no cometerá pecados habitualmente. Esa persona no pecará más con su corazón, voluntad y toda su inclinación. Probablemente hubo un tiempo en el que esa persona no pensó si sus acciones eran o no pecaminosas y no siempre se sintió atribulada después de hacer algo malo. No existía un conflicto entre esa persona y el pecado; eran amigos. Sin embargo, el verdadero cristiano odia el pecado, huye de él, pelea contra él, lo considera la plaga más despreciable, se resiente con la carga de su presencia, se acongoja cuando caen bajo su influencia y anhela ser liberado completamente de él. El pecado ya no lo satisface; se ha convertido en algo horrible que odia. Sin embargo, no puede eliminar su presencia dentro de sí mismo. Si dice que no tiene pecados, estaría mintiendo (1 Juan 1:8). Pero puede decir que odia el pecado y que el gran deseo de su alma es no cometer pecado en absoluto. No puede evitar que entren en su mente malos pensamientos ni que aparezcan errores, descuidos y defectos en sus palabras o en sus acciones. Sabe que "todos tropezamos de muchas maneras" (Santiago 3:2). Pero puede decir sinceramente ante la presencia de Dios, que estas cosas le causan sufrimiento y tristeza y que todo su ser lo rechaza. ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?
Creer en Cristo
Segundo, Juan dijo: "Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios" (1 Juan 5:1).
Un hombre que ha nacido de nuevo o se ha regenerado cree que Jesucristo es el único Salvador que puede perdonar su alma, que es la persona divina designada por Dios Padre para este preciso propósito y que aparte de Él, no existe ningún otro Salvador. En su interior esta persona no encuentra ningún tipo de valor. Pero confía completamente en Cristo, y confiando en Él, cree que todos sus pecados serán perdonados. Él cree que, por fe en la obra llevada a cabo por Cristo y su muerte en la cruz, será considerado justo ante los ojos de Dios y puede esperar la muerte y el juicio sin angustia. Puede tener miedos y dudas. Algunas veces podrá decirle que se siente como si no tuviera fe en nada. Pero pregúntele si desea confiar en cualquier cosa en vez de en Cristo y escuche lo que le dirá. Pregúntele si depositará su esperanza de vida eterna en su propia bondad, sus propias obras, sus oraciones, un ministro o su iglesia y escuche su respuesta. ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?
Practica la justicia
Tercero, Juan escribió: "Todo el que hace justicia es nacido de El. " (1 Juan 2:29).
El hombre que ha nacido de nuevo o se ha regenerado es un hombre santo. Se esfuerza por vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, por hacer las cosas que agradan a Dios y por evitar las cosas que Dios aborrece. Desea mirarse continuamente en Cristo como su ejemplo así como su Salvador y demostrarse a sí mismo que es amigo de Cristo guardando sus mandamientos. Sabe que no es perfecto. Es terriblemente consciente de la corrupción que hay en su interior. Encuentra un principio de maldad dentro de sí el cual está constantemente atentando contra la gracia y tratando de alejarlo de Dios. Pero no se lo permite aunque no pueda evitar su presencia. Incluso si a veces se siente tan insignificante que se pregunta si realmente es cristiano o no, podrá decir al igual que dijo John Newton: "No soy lo que debería ser, no soy lo que quiero ser, no soy lo que espero ser en otro mundo; pero aun así no soy lo que fui alguna vez, y por gracia de Dios soy lo que soy". ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?
Ama a Otros Cristianos
Cuarto, Juan escribió: "Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos" (1 Juan 3:14).
Un hombre que ha nacido de nuevo tiene un amor especial por todos los verdaderos discípulos de Cristo. Como su Padre en el cielo, ama a todos los hombres con un gran amor general, pero tiene un amor especial por aquéllos que comparten su fe en Cristo. Como su Señor y Salvador, ama a los peores pecadores y lloraría por ellos; pero tiene un amor característico por los que son creyentes. Nunca se siente tan como en casa como cuando está en su compañía. Él siente que todos son miembros de la misma familia. Ellos son sus compañeros soldados, peleando contra el mismo enemigo. Ellos son sus compañeros de viaje, recorriendo el mismo camino. Él los entiende y ellos lo entienden a él. Pueden ser muy diferentes en muchas sentidos-- en el puesto que ocupen, en posición social y en riqueza. Pero eso no le importa. Son los hijos e hijas de su Padre y no puede evitar amarlos. ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?
Vencer al Mundo
Quinto, Juan escribió: "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo" (1 Juan 5:4).
Un hombre que ha nacido de nuevo no se vale de la opinión del mundo para medir el bien y el mal. No teme ir en contra del estilo, ideas y costumbres del mundo. Lo que los hombres piensen o digan, ya no le preocupa. Él vence al amor del mundo. No encuentra placer en las cosas que parecen dar la felicidad a la mayoría de las personas. Para él, parecen insensatos e indignos de un ser inmortal. Ama la alabanza a Dios más que la alabanza al hombre. Teme más ofender a Dios que ofender al hombre. No le importa que le culpen o le alaben; su principal objetivo es agradar a Dios. ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?
Mantenerse Puro
Sexto, Juan escribió: "Aquel que nació de Dios lo guarda" (1 Juan 5:18).
Un hombre que ha nacido de nuevo cuida su propia alma. No solamente trata de evitar el pecado sino también de evitar todo lo que lo pueda generar. Selecciona cuidadosamente sus compañías. Sabe que las malas relaciones corrompen el corazón y que es más fácil tomar el mal que el bien, así como se contagia más la enfermedad que la buena salud. Es cuidadoso con el uso de su tiempo; su principal deseo es emplearlo provechosamente. Desea vivir como un soldado en un país enemigo-usando su armadura continuamente y preparado para enfrentarse a la tentación. Es diligente para ser un hombre que vela, que es humilde y que ora. ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?
La Prueba
Estas son las seis grandes señales que identifican a un cristiano que ha nacido de nuevo.
En cada persona hay grandes diferencias entre la profundidad y distinción de estas señales. En algunas son débiles y casi imperceptibles; en otras son destacadas, sencillas e inconfundibles, de tal forma que cualquiera las puede identificar. Algunas de estas señales son más visibles que otras en cada individuo. Raras veces son igual de evidentes en cada persona.
Pero aún así, después de tener en cuenta las posibles diferencias, podemos encontrar seis señales predominantes provenientes de Dios.
¿Cómo deberíamos reaccionar ante estas cosas? Podemos lógicamente llegar a una única conclusión--- solamente los que han nacido de nuevo poseen estas seis características y aquéllos que no tienen estas señales no han nacido de nuevo. Esta parece ser la conclusión a la cual el apóstol pretendía que nosotros llegásemos. ¿Tienes tu estas características? ¿Has nacido de nuevo?
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