¿Me Llamará Dios A Una Carrera Que No Disfruto?
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Trabajo y Vocación
Una parte de la serie Ask Pastor John
Traducción por Javier Matus
Transcripción de audio
Ayer hablamos de vivir con esperanza cuando la vida parece sin rumbo, específicamente cuando es difícil entusiasmarse con un trabajo. Hoy vamos a hablar más del trabajo, porque para muchos los trabajos son escasos y la gente toma lo que puede conseguir. Un oyente del podcast desde hace mucho tiempo, Joshua en Vancouver, pregunta: “Pastor John, ¿un creyente puede ser llamado a una carrera de por vida que no disfrute?”. ¿Qué le dirías a Joshua?
No es una pregunta fácil de responder de la forma en que está formulada. La razón principal es que hay otra pregunta que creo que debe responderse primero; y es: ¿Dios llamaría alguna vez a una persona a un llamado de por vida en la que no le permita a la persona tener gozo? ¿Ves la diferencia? ¿Te llamaría a un trabajo que no puedes disfrutar? Esa es una pregunta. ¿Hay algún trabajo al que te llame y que no te permita disfrutarlo?
La forma en que se plantea la pregunta parece asumir que algunas tareas a las que Dios podría llamar a una persona simplemente no se pueden disfrutar: que Dios no tiene la capacidad ni la voluntad de darle a la persona a la que acaba de llamar el gozo de hacerlo. Y mi pregunta es: ¿eso es cierto? ¿Hay algo en la Biblia que nos lleve a creer que, si Dios, el Dios bueno, amoroso y que envió a Cristo, nos llama a algo, nos daría la gracia de encontrarlo gratificante y de encontrar gozo en ello? ¿No es así como se lee en la Biblia?
Así que esta es la forma en que voy a responder: Joshua tiene razón al asumir que a Dios le importa si hacemos lo que hacemos con gozo. Salmo 100:2: “Servid a Jehová con alegría”. Eso está claro. A Dios no le gusta el servicio a regañadientes y sin gozo. Y en cierto sentido, todas nuestras vidas, incluidos nuestros llamados, son un servicio a Dios. Pablo dice en Romanos 12:8: “el que hace misericordia, [hágalo] con alegría”.
Luego dice en 2 Corintios 9:7: “Dios ama al dador alegre”. Y todas nuestras obras deberían dar. Todas nuestras obras deben ser misericordiosas. Y dice en 1 Tesalonicenses 5:18 que debemos dar gracias en toda circunstancia. Y eleva el nivel en Efesios 5:20, “dando siempre gracias por todo”. Asombroso. Y luego Eclesiastés 9:10: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas”. Y Eclesiastés 3:22: “No hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo”.
Entonces, por todas esas razones, diría que Joshua está en el camino correcto aquí para creer que Dios quiere que encontremos gozo en el trabajo de nuestras manos en nuestras labores del llamado. Pero creo que la implicación en la Biblia no es principalmente que debemos negarnos a trabajar hasta que encontremos el trabajo que creemos que podemos disfrutar, sino que debemos tomar el trabajo que podamos por el bien de la familia, el bien de la comunidad, la gloria de Dios, y luego orar para disfrutarlo y darle forma de cualquier manera que podamos para que sea más fructífero y más agradable.
Digo eso porque, por ejemplo, en la iglesia primitiva, muchos esclavos se convirtieron al cristianismo en el primer siglo en el Imperio Romano. Y está claro de la forma en que 1 Pedro 2:18-25 habla de estos esclavos que para ellos eso a menudo era terrible. Fueron maltratados y Pedro los estaba ayudando a saber qué hacer al respecto. No fue un llamado agradable en general.
Sin duda, en 1 Corintios 7:21, Pablo dice que, si un esclavo puede obtener su libertad, debe hacerlo, lo que demuestra que Pablo no consideró ideal que trabajemos en un papel miserable. Sin embargo, el consejo principal que Pablo y Pedro dieron a los esclavos y al resto de nosotros en 1 Corintios 7:24 es este: “Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios”. Y las palabras clave son “para con Dios”. En otras palabras, sea cual sea el trabajo que tengamos, el mayor gozo del trabajo es que nos toca estar allí con Dios. Él ha venido a nosotros. Él está con nosotros cada día. Sea lo que sea que estemos haciendo, Él está ahí. Él nos ayudará. Él lo convertirá para nuestro bien.
Una última observación: aquellos de nosotros en el próspero Occidente debemos tener en cuenta que una de las características más sorprendentes de nuestra cultura que asombran a los visitantes de dos terceras partes del mundo cuando vienen es la asombrosa cantidad de opciones que tenemos —opciones en cientos de tipos de cereales, frutas, verduras, coches, casas, teatros y todo tipo de aparatos y dispositivos. Y tendemos a dar por sentadas todas estas opciones. En la mayoría de los lugares del mundo, las personas no tienen 100 posibilidades frente a sí de cómo ganarse la vida. Pueden tener una, dos o tres opciones, según su aldea y la familia y la sociedad en la que se encuentran y, por lo tanto, la pregunta que se hizo representa una pregunta muy occidental.
Y entonces vuelvo a mi reconstrucción original de la pregunta, que creo que se aplica globalmente: ¿alguna vez Dios llamaría a una persona a un trabajo de por vida en el que no le permita tener gozo? Y creo que la respuesta a eso es esta: Dios tiene la intención de darle a Su pueblo gozo y acción de gracias y un sentido de utilidad a lo que sea que los llame. Pablo sabía estar contento en toda circunstancia (Filipenses 4:11). Esta es la esencia de la vida cristiana: encontrar contentamiento en Cristo y convertir cada circunstancia y todo nuestro trabajo en adoración viva.
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