¿Me encanta el dinero? Una prueba simple

De Libros y Sermones Bíblicos

Transcripción de audio

Nos sentimos honrados de estar acompañados de nuevo por el autor y orador Paul Tripp, el autor del libro Sex and Money. Podríamos hacer una semana entera en temas de dinero, pero tenemos un día. Así que aquí está. ¿Cuáles son algunos síntomas de una vida que está gobernada por el amor al dinero? ¿Cuáles son algunas impresiones que deben alertarnos de este amor en nuestro propio corazón?

Bueno, esa es una pregunta sumamente enorme. El amor por el dinero es más profundo que: "Me gusta sostenerlo en mis manos. Me gusta olerlo. Me gusta tener una billetera gorda". El amor por el dinero es realmente acerca de la satisfacción. El amor al dinero tiene que ver con la humildad. El amor al dinero tiene que ver con la identidad. El amor al dinero tiene que ver con la adoración que realmente arraiga en temas profundos. Tal vez la más sutil de las indicaciones de amor al dinero es un continuo y crónico descontento en mí que, no importa lo que tenga, todavía no estoy contento.

Tal vez la mayor señal en la iglesia de nuestro descontento es la deuda. La Deuda. Es chocante la cantidad de deuda en la que está el cristiano individual. Si pudieras ver la carga media de la deuda del cristiano promedio, te sorprenderías. Y si esa carga de la deuda pudiera eliminarse, ¿cuánta flexibilidad tendríamos que participar y dar a la agenda más amplia del reino de Dios?

Ahora tenemos un sistema llamado tarjetas de crédito donde realmente podemos gastar dinero que no tenemos. Es un acto de desobediencia poner algo en una tarjeta de crédito que no podría pagar con dinero en efectivo o que no tiene un plan razonable para pagar en efectivo porque ahora está tomando soberanía y propiedad sobre su bienestar financiero. Bueno, nadie tiene eso. Sólo Dios tiene eso. Sólo Dios sabe lo que te va a proveer mañana. Y en lugares fuera de algo como una casa donde no tienes otra opción, creo que estamos haciendo eso todo el tiempo.

Estamos gastando lo que no tenemos ninguna expectativa razonable para poder pagar. ¿por qué? Porque nuestros corazones están descontentos y esperamos que el dinero compre para nosotros la satisfacción de corazón. Y nunca lo hará porque no es el papel del dinero. Así que nos encanta el dinero porque creemos que el dinero es un camino hacia la satisfacción. Y no lo es, porque el dinero no puede comprar satisfacción. Puede comprarte cosas. Pero no puede comprarte satisfacción.