¿Por Qué los Grupos Pequeños?/¿Que Constituye un Gran Lider?
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Mark Mullery
sobre Grupos Pequeños
Capítulo 6 del Libro ¿Por Qué los Grupos Pequeños?
Traducción por Doris & Brent Brady
La cancha de golf estaba allí donde la autopista debió haber estado. Normalmente siempre me alegro cuando me encuentro en medio de una cancha de golf, pero no bajo estas circunstancias en particular. Mi esposa Lesley y yo veníamos de visitar a un amigo y nos perdimos en el camino hacia la casa. Carecíamos de un mapa. Entre más perdidos andábamos por la campiña más obscuro se ponía. Después de haber doblado erróneamente varias veces, lo cual aterrorizaba a nuestros hijos, finalmente encontramos la autopista perdida (tal vez alguien la había movido) y con mucho retraso nos dirigimos finalmente hacia la casa.
Así es cuando has perdido tu camino: suben las tensiones y se pierde tiempo. Liderando grupos pequeños realmente no es mucho más diferente. Para ser efectivo, el grupo debe tener una dirección clara. Más específicamente, el líder debe tener una dirección clara. Y ya sea que eres líder o uno de los miembros, es esencial que entiendas de lo que consta la posición de liderazgo.
Hablemos desde el principio…
¿Cuál es el propósito de un líder de grupos pequeños? Si haces memoria de alguna reunión - o de un número de reuniones ocurridas en un año – ¿cómo sabrás que has tenido éxito? ¿Cuáles son los logros que tus pastores desean que se cumplan en el grupo? Sin un claro entendido del propósito, tu pequeño grupo irá de aquí a allá sin rumbo y sin sentido de misión.
En nuestra iglesia, lo que hemos hecho para evitar ese andar sin rumbo es definir claramente las expectativas. En nuestro pequeño grupo los líderes existen ………
para extender el ministerio pastoral de nuestra iglesia…
para proveer un contexto…
para aplicar la Palabra de Dios…
para que haya crecimiento, cuidado y confraternidades bíblicas
Cada componente de esta definición es significativo, por eso debemos estudiar cada uno de ellos cuidadosamente.
Extender el ministerio pastoral. La escritura enseña que las iglesias son como rebaños de ovejas bajo el cuidado de un pastor. Estos pastores son investidos por Dios para dirigir, alimentar, cuidar y ayudar a las personas que Dios les deposita. En todas, excepto en las iglesias pequeñas, esta inmensa obra es muy difícil de realizar para una o aún pocas personas. Moisés se dio cuenta de esto cuando sólo y sin ayuda, trataba de resolver los problemas de unos pocos millones de israelitas durante la jornada de los 40 años en el desierto. El suegro de Moisés vino y lo aconsejó.
No está bien lo que estás haciendo, pues te cansas tú y se cansa la gente que te acompaña…… Elige tú mismo entre el pueblo hombres capaces y temerosos de Dios, que amen la verdad y aborrezcan las ganancias mal habidas, y desígnalos jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas. Serán ellos los que funjan como jueces de tiempo completo, atendiendo los casos sencillos, y los casos difíciles te los traerán a ti…. Si pones esto en práctica y Dios así te lo ordena, podrás aguantar; el pueblo, por su parte, se irá a casa satisfecho (Éxodo 18:17-23).
A través del discernimiento de Jetro, el cual constituye una definición bíblica primordial de liderazgo, Moisés aprendió, bajo este proceso, a proveer mayor cuidado y ayuda a los israelitas y al mismo tiempo obtener larga vida!
- Mi esposo mira televisión por horas en la noche y nunca me habla.
- Usualmente me encuentro diciendo malas palabras a los malos conductores que no salen de mi camino.
- ¿Por qué no puedo encontrar el libro de Ezekías en mi Biblia? Yo sé que está allí en alguna parte.
- Yo nunca he tenido una vida de oración consistente.
- Mi gato no puede bajar del árbol.
Es el diseño de Dios que cada pastor identifique y entrene a hombres confiables que temen a Dios para investirlos de verdadera autoridad y responsabilidad con el propósito de extender el ministerio pastoral de la iglesia. Así como aprendió Moisés (y como muestran otros ejemplos en el Nuevo Testamento), esto es más eficaz para los grupos pequeños. Los grupos pequeños sirven a la iglesia local inmensurablemente ya que permiten que cada miembro se relacione directamente con los líderes, los cuales han sido entrenados y dotados para servirles y habilitarlos en muchas formas. Así los pastores pueden tener mayor concentración ministrando la Palabra de Dios y equipando a otros en el ministerio.
Sin embargo, los pastores nunca deben desconectarse y deben mantenerse accesibles para manejar todo tema difícil que aborde. Esa accesibilidad exonera a los líderes de los grupos pequeños de cualquier falsa interpretación que supone que ellos funcionan como pastores. El trabajo de ellos es representar a los pastores, no reemplazarlos.
Proveer un contexto. Recientemente estaba yo en un restaurante y el menú mostraba fotos maravillosas a colores de un batido de chocolate. A mí me gustan los batidos de chocolate. ¡Estaba convencido que eso quería! Cuando vino mi turno para ordenar, para mi sorpresa, la mesera dijo que no podía servirme el batido.
Ahora, en este restaurante había leche, helado, mermelada de chocolate, y un cliente hambriento – todos los ingredientes necesarios para la venta y el consumo agradecido de un batido de chocolate. Desafortunadamente para mí, no había forma de juntar todos estos elementos. La batidora no funcionaba.
La vida de iglesia puede ser así. Se puede tener grandes prédicas, enseñanzas, líderes entrenados y cristianos hambrientos. Pero si no se tiene un contexto donde se combinen todos esos elementos habrá desilusión.
Los cultos del domingo son obviamente los mejores momentos para predicar la Palabra de Dios, pero ¿a dónde y cómo será aplicada esta Palabra? Los cultos del domingo son los mejores momentos para que la gente se junte, pero ¿Cómo cambiarán de simplemente ser un conocido a dar cuenta de sus vidas unos con otros? Los cultos del domingo presentan una gran oportunidad para el ministerio del Espíritu Santo, pero logísticamente ¿cómo podrían todos ejercer estos dones impartidos por Dios? No funcionaría.
Los grupos pequeños proveen un excelente contexto para ejercer estos objetivos que son vitales para la vida de una iglesia, los cuales son difíciles, al menos imposibles, de ejercer en el culto de los domingos.
El líder de grupos pequeños provee un invaluable servicio a la iglesia al facilitar este proceso.
Aplicar la Palabra de Dios. La Biblia es nuestra guía para la fe y la práctica. Solamente la Biblia enseña lo que Dios requiere de nosotros y lo que debemos creer acerca de Él. Ningún otro libro es suficiente para habilitarnos con todo lo que es necesario para vivir bajo la gracia de Dios y para Su gloria. Asimismo, los grupos pequeños en la iglesia que sirvo están constituidos alrededor de la Palabra de Dios. Generalmente los miembros tienen reuniones para explorar más profundamente las enseñanzas que se reciben en el culto del domingo. Para que Cristo quede gravado en nosotros debemos percibir la verdad de Dios y luego aplicarla a nuestras vidas.
Crecimiento, cuidado y confraternidades bíblicas. Hoy en día existen muchas reuniones de grupos pequeños. Desde Alcohólicos Anónimos hasta el grupo de motociclistas Ángeles del Infierno, se reúnen por una variedad de razones. La escritura provee tres buenas razones para reunirse en grupos pequeños: para promover la santificación, para extender cuidado y para desarrollar confraternidades bíblicas. Los grupos pequeños no son los únicos lugares dentro de la iglesia donde se promueve el crecimiento, el cuidado y el desarrollo de confraternidades bíblicas, pero son vitales. Proveen un contexto donde la Palabra de Dios puede ser aplicada personalmente y prácticamente, donde las amistades florecen y crecen, y donde los que no son cristianos pueden experimentar algo en la vida del pueblo de Dios. Esta verdad afecta nuestra definición de lo que constituye un líder efectivo de grupos pequeños.
El éxito en liderar grupos pequeños no se mide por la cantidad de personas dentro del grupo, ni por la rapidez en que se multiplica, ni por la frecuencia de las reuniones, sino por la medida en que los miembros del grupo están acrecentando a mortificar sus pecados y vivir virtuosamente. Un grupo pequeño efectivo no es aquel donde los miembros se impresionan por el conocimiento bíblico del líder, pero aquél donde los miembros toman un interés genuino en la vida de las otras personas dentro del grupo. Una reunión modelo no es aquella que se lleva a cabo en tres largas horas porque el líder permite que las discusiones recorran una docena de temas, pero una donde los miembros terminan confesando sus pecados y aplicando verdades bíblicas en las áreas de su diario vivir.
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Cuatro Maneras Fáciles de Arruinar un Grupo Pequeño
No es difícil que dentro del liderazgo haya fracasos. Para muchos de nosotros esto ocurre naturalmente. Por eso, a continuación se listan cuatro hipótesis sugiriendo que si las sigues al pié de la letra está comprobado que te ayudarán a arruinar tu grupo en poco tiempo.
Sugerencia # 1: Hazlo todo tú. Entrenar a otros es muy fastidioso. Toma mucho tiempo. Los novatos frecuentemente no hacen las cosas exactamente como lo harías tú lo cual es totalmente inaceptable. ¡Puede que traten de hacer cosas nuevas! Además pedir la ayuda de otros puede ser intimidante. Por eso, ¿no sería más fácil simplemente hacerlo todo tú? Si esto no funciona, aquí va otra sugerencia: ¡no hacer nada! Deja tu preparación para el último minuto…… ¡para que esté todo recién hecho! Hojea la lectura mientras te peinas; desarrolla la charla y las preguntas en tu mente durante la alabanza. Nadie se dará cuenta.
Sí o No
¿Conoces las metas y guías que el pastor tiene para tu grupo?
¿Buscas el consejo de tu pastor cuando haces planes de largo alcance para tu grupo?
¿Están las actividades y misiones evangélicas diseñadas con la iglesia en mente?
¿Tu compromiso con el grupo refuerza tu compromiso con la iglesia?
Sugerencia # 2: Esfuérzate para convertirte en una mini iglesia completa y autosuficiente. Los grupos pequeños pueden ser un buen refugio para el líder ambicioso y frustrado. En vez de verte como parte de un equipo – trabajando en unión con otros grupos pequeños para ejecutar la visión que Dios ha dado a los pastores para Su Gloria – imagínate como si fueras el único que realmente entiende la voluntad y dirección de Dios para tu grupo. Haz todo el esfuerzo para que los miembros de tu grupo desarrollen una lealtad única hacia ti y tu estilo personal de liderazgo. Mantén tu especial encanto y sabiduría al centro de todo suceso. Trata de hacer tu grupo autosuficiente para que la gente no tenga la necesidad de participar en otros aspectos de la vida de iglesia. Una buena forma de lograr ese objetivo es planear todos los eventos que sean posibles para que la gente siempre se encuentre ocupada dentro del grupo. Es especialmente efectivo planear eventos que traslapen con otros grandes eventos de la iglesia, causando que los miembros tengan que escoger entre, por ejemplo, el viaje de campamento del grupo y el culto del domingo en la iglesia.
Sugerencia # 3: Provee todas las contestaciones. Durante las discusiones, tú como líder puedes arruinar una reunión mostrando tu extensivo conocimiento bíblico, teológico, histórico y aún en la vida de los deportes. Cuando alguien haga una pregunta inmediatamente contéstala para que todos queden impresionados de tu mente astuta (¡si esperas más tiempo puede ser que alguien dé su opinión y sea el comienzo de una discusión en grupo!). Sobre todo, trata de mantener al grupo dentro de un formato de pregúntenle al experto. Debes mantenerlos en un estado de constante expectativa al hablar. Y si no conoces la respuesta a alguna pregunta, no les dejes saber. Sé listo y escabúllete de la pregunta con sutileza. Dos propuestas efectivas son, ya sea insinuar que la pregunta fue tonta en primer lugar o dirigir la pregunta al resto del grupo para que sea otro quien sienta vergüenza y no tú
Sugerencia # 4: Evita dar mucho ánimo. Como todos sabemos, el ánimo da vida a una reunión tal como la primavera da flores. Por esa razón debes evitarlo a todas costas. Una estrategia efectiva es mantenerte enfocado en ti mismo y tu desempeño como líder, así simplemente no percibes a nadie más. Otra estrategia es la de introducir tantas reglas, guías y expectativas que nadie merecería ser alentado. Sobre todo, haz tiempo para enfocar en las fallas y defectos mientras pasas por alto la gracia de Dios en sus vidas. Si haces esto, yo te garantizo que el fracaso vendrá pronto.
Apenas tenía yo dos meses de ser líder de un grupo pequeño cuando nuestra reunión se llevó a cabo la noche de Halloween (noche de brujas). Un hombre de nuestro grupo había tratado de evangelizar a su vecina Católica. Unos minutos antes que comenzara la reunión, Tom me llamó y me dijo que no podía asistir porque no se sentía bien. Pero la verdad es que había visto a su vecina que venía disfrazada de diablo.
Ella llegó vestida toda de rojo – trinche, cola, capa y cuernos. Yo traté de interceptarla en la puerta. Le dije, “ese es un disfraz interesante, pero nosotros no celebramos Haloween”.
“Ah, está bien”, dijo ella, pasándome por delante. “Yo pensé venir disfrazada de Martín Lutero ya que él era un diablo del mero infierno”.
Aunque no tomamos la carnada – continuamos nuestra reunión como si nada hubiera pasado – este episodio desalentó por un tiempo nuestro deseo de evangelizar.
Gerard Snyder (Brookhaven, PA)
Ciertamente hay mucho más formas de destruir un buen pequeño grupo. Estoy seguro que las sugerencias cómicas utilizadas anteriormente son de ayuda para recordar que Dios ha investido a los líderes de una gran responsabilidad. Aunque no se supone que tú reemplaces al pastor, sí se espera que tú lo representes y tu actitud tendrá mayor influencia sobre la vida del grupo que la de cualquier otra persona. Esta realidad debería motivarte para profundizar tu cimiento en la gracia de Dios, mortificar el pecado que todavía mora en ti y aferrarte al Espíritu Santo, quién solo Él puede darte el poder para conocer a Dios y morir al pecado. Además en tu papel como líder podrás ser el ejemplo del grupo en humildad. Ser honesto y vulnerable acerca de tus debilidades, retos y pecados, y agresivamente buscar la evaluación del grupo y de tu pastor. Hazle la siguiente pregunta a esas personas: ¿Cómo les puedo servir mejor?
Requisitos Para un Lider de Grupos Pequeños
Hace un tiempo atrás en nuestra iglesia teníamos a personas liderando grupos pequeños sin tomar en cuenta que todavía no tenían el tiempo necesario de asistir a la iglesia para ser miembros. Luego, al revertirse al otro extremo pensamos que los requisitos para un líder de grupos pequeños eran en realidad los mismos que los del pastor.
En algún punto en medio de estos dos se encuentran los requisitos razonables que cumplen con el espíritu de Éxodos 18:21 (hombres capaces y temerosos de Dios, que amen la verdad y aborrezcan las ganancias mal habidas), Hechos 6:3 (hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría) y en 1Timoteo 3:8-10 (honorables, sinceros, no amigos de mucho vino ni codiciosos de las ganancias mal habidas. Deben guardar con una conciencia limpia, las grandes verdades de la fe. Que primero sean puestos a prueba para que no haya nada que reprocharles). En la iglesia que sirvo hemos llegado a los diez siguientes requisitos para el líder de grupos pequeños:
Comprometido. Un líder efectivo está completamente comprometido de corazón a su iglesia, su pastor, y las metas que se tienen para la iglesia. Esto significa reconocer que la mano de Dios soberanamente lo ha enviado a esa iglesia y lo ha puesto como líder. Esto le da una plataforma de fe a través de la cual sustenta, anima y representa a los líderes de la iglesia. Un líder que ha captado esta visión traspasará a su grupo pequeño los mismos valores, doctrinas y todo lo que su pastor enfatice como si fuera él personalmente. Tratará de fortalecer los compromisos del grupo al Señor, la iglesia local, y de sus pastores en vez de los suyos. Tal líder buscará activamente dirigir a los de su grupo hacia los caminos de Dios y las expresiones singulares de la gracia de Dios que operan en esa iglesia.
¿Cómo le respondiste a tu antiguo líder?
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Sometido No sometido
¿Cuando tu pastor te da instrucciones, escuchas cuidadosamente y prosigues?
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Sometido No sometido
¿Cuando el Espíritu Santo te da convicción de algún pecado, te resistes o te entregas a su corrección?
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Sometido No sometido
¿Te describiría tu jefe en el trabajo como respetuoso, fácil para ser dirigido, y deseoso de ver a otros triunfar?
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Sometido No sometido
De conducta intachable. Cuando Moisés o los apóstoles fueron a buscar a hombres para que sirvieran en posiciones claves buscaron entre ellos aquellos que siendo puestos a prueba resultaron de una conducta intachable. Claramente los hombres deben ser puestos a prueba antes de asumir una posición de liderazgo. No deben asumir la posición de líderes hasta no demostrar que se tiene una conducta intachable. Si este principio es ignorado, el nombre de Dios será perjudicado al descubrir a líderes cometiendo pecado. La conducta intachable es imprescindible – y no es negociable. La habilidad para reunir una multitud, demostrar dones espirituales poderosos, hablar elocuentemente, dirigir discusiones o alabanzas dinámicas – ninguna de éstas es suficiente para ejercer un liderazgo bíblico. Debe presentarse una conducta significativa. No se busca a personas perfectas, pero el posible líder debe exhibir frutos del Espíritu, creciendo en humildad, una habilidad consistente para administrar su tiempo y responsabilidades, así como suficiente madurez para cuidar su propia alma y aun sobrarle gracia para cuidar a otros.
Sometido. En griego, el verbo “someter” (hypotasso) es una combinación de dos palabras. Una significa “debajo” y la otra significa “poner a alguien o a algo encargado”. Juntas significan “poner bajo alguien o algo encargado”. De esa forma el líder que desea ser eficiente debe comprender tanto la autoridad como la sumisión – debe reconocer que estar en autoridad depende de su voluntad de estar bajo autoridad. Como ciudadano está bajo las autoridades gubernamentales (Romanos 13:1); como cristiano está bajo la autoridad de Dios (Santiago 4:7); como miembro de la iglesia está bajo la autoridad de los líderes de la iglesia (1Corintios 16:16); si es esposo, está sobre su esposa (Efesios 5:23); si es padre, está sobre sus hijos (Efesios 6:1); en el trabajo puede que esté sobre ciertos empleados (Efesios 6:5). Jesús se maravilló por la fe del centurión, quién debido a que se consideraba en autoridad así como bajo autoridad, pudo activamente ceder a la autoridad de Cristo (Mateo 8:5-10).
Si estás liderando algún grupo o tal vez aspiras hacerlo en el futuro no descartes esta pregunta: ¿estás sometido a la autoridad? ¿Eres un buen seguidor?
Amor por la gente. Como ya se ha mencionado, liderando un grupo pequeño significa servir como una extensión del pastoreo de la iglesia. Es esencial que el hombre que acepta esta posición tenga un amor creciente hacia las personas que están bajo cargo. La Biblia describe al asalariado que cuida las ovejas - que técnicamente es el pastor – cuya motivación es ganancia personal (Juan 10:11-13). Mientras que el líder de grupos pequeños en nuestra iglesia no podría ser motivado por el salario que recibe (¡largas horas sin sueldo!), siempre existen razones egoístas e impías que puedan motivar a alguien a liderar un grupo. Un líder efectivo debe ser motivado por el amor hacia la gente de Dios y un deseo sincero para servirles a medida que son conformados a la imagen de Cristo. Este amor será reflejado en la forma que ora por ellos, los sustenta durante aflicciones y los anima, y al mismo tiempo en la forma que los corrige, los amonesta y los instruye cuando es necesario.
Con un matrimonio ejemplar (si aplica). No es difícil imaginarse por qué un hombre con un mal matrimonio sería descalificado para liderar a un grupo pequeño. Va a tener dificultades de recibir respeto del grupo si cuando, por ejemplo, él les está urgiendo que lean el próximo capítulo y su esposa abre la boca diciéndole: “por qué no sigues tus propios consejos, flojo, ¡tú bien sabes que tú ni siquiera has leído los tres últimos capítulos!”
Para ponerlo en simples palabras, el liderazgo comienza en casa. Aquél que no está dirigiendo a su propia esposa hacia el camino de la sabiduría y gracia de Dios, no está calificado para liderar un grupo – y ciertamente no se le debería fomentar a que exporte sus debilidades a la vida de otros!
Entrenado. Como se ha discutido anteriormente, la meta del líder de grupos pequeños es promover santificación, cuidado y confraternidades bíblicas en su grupo. Un entrenamiento específico generalmente es necesario para llevar a cabo el liderazgo. Los temas de entrenamiento deberían incluir el propósito y prácticas de un grupo pequeño en tu iglesia, así como habilidades prácticas tales como: dirigir charlas y discusiones, alabanzas dentro de los grupos, uso del tiempo, delegación, entrenamiento de nuevos líderes, y aún más. Además cada líder debe recibir entrenamiento sobre doctrinas básicas y esenciales tales como justificación y santificación.
Consistente en las disciplinas espirituales. Un líder debe ya haber alcanzado lo que él espera que otros sean. Si él está llamando a otros a que sigan adelante y hacia arriba en su conocimiento de Dios, él también debería estar avanzando. Practicando consistentemente las disciplinas espirituales no sólo ayuda a que el líder sea un modelo digno para otros, sino que también provee combustible para su propio fuego espiritual. ¿De qué otra forma impartirá la verdad a su grupo si no se está sumergiendo diariamente en el único libro que fielmente contiene las revelaciones de Dios al hombre? ¿Con qué les dará de comer a su grupo si no ha permanecido con Dios? ¿Cómo sentirá la dirección del Espíritu Santo si no ha cultivado una relación con la persona del Espíritu Santo? Si su alma no está refrescada, ¿cómo refrescará a otros? ¿Y qué más podrá refrescar su alma además de tiempo en la presencia de su Creador?
- Durante las discusiones de grupo, pregunta: “¿Hay alguien más aquí que está aburrido de que Bill siempre dice mentiras?”
- Durante la alabanza del domingo pásale la siguiente nota a Mary: “Así dice el Señor, si sales del edificio para ir a fumar, enviaré fuego hacia abajo desde el cielo”.
- Invita a cenar a Randall y dile que no puede comer postre hasta tanto no se arrepienta de su glotonería.
- Después de orar y escudriñar las Escrituras pregúntale a Sara cuándo sería el buen momento para discutir lo que pareciera un área de pecado en su vida.
- Envíale un correo anónimo a Jake con fotocopias de páginas de tu Biblia con los versículos aplicables a él subrayados en rojo.
Capaz de dirigir. Mientras que conducta, entrenamiento, amor por la gente, y más, son esenciales para el líder, también es sumamente importante tener el don de liderazgo. Sin embargo es fácil sobreestimar la necesidad de este don. Un líder de pequeños grupos no es un mini pastor que debe pasar 15 horas preparando una charla, ni debe tener la capacidad para aconsejar a personas durante crisis difíciles. Pero sí debe ser capaz de dirigir. La gente debe tener voluntad para seguirlo. Debe saber cómo llevar a cabo decisiones sin ser dictador ni democrático. Debe tener la habilidad de sentir la dirección del Espíritu. Debe tener control propio y la disciplina necesaria para dirigir una charla en dirección provechosa y para mantener al grupo encauzado. Debe tener el valor para mostrar las debilidades a los miembros del grupo y la sabiduría para conocer dónde y cómo hacerlo. Estos son algunos de los puntos comprendidos dentro del don de liderazgo – un don que bien puede cultivarse y desarrollarse, pero el cual, debe estar presente al mismo tiempo.
Dador del diezmo. No se necesita mucho para explicar este requisito. La forma como gastamos nuestro dinero revela nuestras prioridades. Un hombre comprometido a diezmar revela mucho acerca de su visión de Dios y su iglesia. ¿Dejarías a un hombre que no diezma bajo la responsabilidad de líder de tu grupo?
Hombre. Hasta el momento probablemente pareciera que estamos asumiendo que el líder de pequeños grupos debería ser un hombre. Este es nuestro entendimiento de las Sagradas Escrituras, pero sí creemos que es apropiado que una mujer dirija un grupo pequeño exclusivamente de mujeres (Tito 2:1-5).
Para muchos, el liderazgo para sólo hombres sería un tema de controversia o consternación. Vivimos en los días donde las mujeres encuentran amplias oportunidades, tanto en la iglesia como en el ámbito del mercado. No obstante, nuestra convicción acerca de esto no se deriva de los puntos de vista culturales prevalecientes, pero de las sólidas y claras enseñanzas de las Escrituras.
Los hombres y las mujeres tienen mucho en común. Ambos son creados a la imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:27). Como creyentes, ambos pueden recibir los beneficios de la salvación (Gálatas 3:22-24); compartir la esperanza de la redención plena en el día de Cristo Jesús; tener igual acceso a Dios a través de nuestro mediador Jesucristo; conocer el gozo de la llenura del Espíritu Santo; y llegar a encontrar satisfacción plena en la mayordomía del Evangelio. No obstante, paralelamente a estos beneficios compartidos comúnmente existen enseñanzas bíblicas que afirman las significantes y maravillosas distinciones en los papeles que ambos desempeñan y en sus funciones.
Las palabras de las Escrituras inspiradas por Dios revelan que el hombre y la mujer son distintos en su masculinidad y feminidad. Estas distinciones designadas por Dios fueron establecidas desde la creación y fueron afirmadas por los apóstoles (1Timoteo 2:11-14; 1Pedro 3:1-7). Estas diferencias fundamentales entre el hombre y la mujer no fueron derivadas culturalmente. Aún más, ni siquiera fueron el resultado de la caída. Al momento de la creación Dios puso a Adán como líder y cabeza en relación con Eva (Génesis 2:18-24). Aún antes de los efectos del pecado a Eva le fue divinamente dado el privilegio de glorificar a Dios como ayudante de Adán.
El hombre y la mujer son iguales ante los ojos de Dios en imagen y semejanza, pero hemos sido dados diferentes niveles de autoridad. No es un concepto que cristianos creyentes de cualquier era deben encontrar difícil de creer, ya que vemos la misma relación modelada en la Trinidad: el Hijo, quien es igual al Padre, gozosamente se somete bajo la voluntad de su Padre; y el Espíritu es enviado por ambos el Padre y el Hijo.
Es designio de Dios es que estas diferencias complementarias entre el hombre y la mujer se hagan evidentes en la casa y en la iglesia. En las iglesias, las posiciones de gobernación y enseñanza han sido reservadas para los hombres. Liderar un grupo pequeño es una de esas posiciones porque implica vigilancia – el cuidado de gente, consejería y el proveer un sentido de dirección.
Para algunos, estas convicciones podrían parecer restrictivas e incorrectas. Sin embargo, basado en nuestra experiencia, se pone en libertad a las mujeres para que ellas desempeñen su papel y funciones que les han sido concedidas por Dios. Esperamos que aquellos grupos pequeños que estudiarán estos pasajes de Escritura, como dice Wayne Grudem, “descubran la verdadera masculinidad y feminidad bíblica en toda su noble dignidad y regocijante complemento, tal como Dios los creó para completamente reflejar Su imagen en sus vidas.”
Un testimonio
Cuando comencé a dirigir un grupo pequeño cinco años atrás, a cada reunión llevaba una lista de tópicos que iba chequeando: anuncios, alabanza, charla (sin tomar en cuenta lo que el Espíritu estaba haciendo). Cuando mi esposa hizo una pregunta que no estaba en mi agenda yo le dije al final de la reunión, “¡Ann, por favor no levantes temas extrínsecos!” y ella me respondió “¿Por qué no? Yo también vengo a aprender.”
Su actitud era radicalmente diferente de la mía. Yo pensaba que tenía que tener todas las respuestas.
Dos meses después que comencé a dirigir el grupo Ann fue hospitalizada por una semana. Necesitábamos ayuda cuidar de los niños, comidas y limpieza de casa. Nuestro grupo insistía en involucrarse, ¡aún en la limpieza de los baños! Alguien llamó para decir que iban al supermercado a comprarnos comida. Después que dije “No”, tuve que confesar “…..bueno, mis niños están pidiendo leche...”
El líder anterior del grupo había sido nuestro pastor principal. Yo pensaba, “¡Esta gente tenía lo mejor, como es que ahora me tienen a mí y estamos teniendo una crisis en la familia!”
Sí, Dios usó esta experiencia para unir al grupo y mostrarme cuánto yo lo necesitaba y también a su gente. Aprendí que ni yo ni mi familia teníamos que ser perfectos. ¡Dios conocía mis imperfecciones cuando me llamó! El ha usado situaciones potencialmente vergonzosas para trabajar con mi humildad, construir confraternidades y equiparme para ministrar a la gente en áreas donde yo también he tenido luchas.
Este entendimiento de Su gracia afecta a todo lo que hago. Yo antes era legalista acerca de las disciplinas espirituales. Ahora leo las Escrituras para aprender acerca de Dios y su voluntad para nosotros. Tengo mi tiempo de oración porque deseo hablar con mi Padre, contarle acerca de mi vida, y descubrir lo que El quiere que yo haga en situaciones específicas. En vez de dirigir con la lista en la mano, ahora estoy aprendiendo a dirigir por gracia.
- John Craynon (College Park, MD)
Como Tener Discusiones Dinámicas
¿Cuáles son los complementos para realizar una gran reunión de grupos pequeños? Líderes, aquí damos varias sugerencias. Necesitas proveer un ambiente placentero y limpio para la reunión. Nombrando a una persona que dé la bienvenida puede ayudar a crear un ambiente caluroso y de amistad para los invitados. La profundidad espiritual y calidad musical de tu tiempo de alabanza pueda que no compita con lo que se experimenta los domingos en la iglesia, pero si mantienes enfocado a Dios y su gracia maravillosa, puedes llegar a tener una alabanza de mucho provecho aún sin instrumentos musicales o cantantes dotados. Anima a tu grupo a que ansiosamente anhelen dones espirituales, especialmente los dones de profecía los cuales en sí mismos pueden alentar y fortalecer. Permitiendo tiempo de ministerio y oración unos con los otros es una fase vital para la reunión, ya sea durante la alabanza o al final de la charla.
Mantén en mente que la meta es aplicar la Palabra de Dios. Esto es de lo que se trata tu grupo – la aplicación de la Palabra de Dios en el diario vivir de los miembros del grupo. Debes mantenerte comprometido a este propósito. Si no lo haces, las charlas gradualmente se convertirán en puras polémicas, momentos para contar historias, o sesiones para sobresalir. Aún cuando el material de la charla está basado en un libro o artículo, la meta del líder debe mantenerse sin cambiar: resaltar la verdad bíblica que expone el autor. Solo la Escritura es útil para enseñar, para reprender y para corregir a fin de que el pueblo de Dios sea capacitado para toda buena obra (2Timoteo 3:16-17).
Levanta buenas preguntas. No es fácil desarrollar buenas preguntas. Aún cuando te han provisto de una lista de preguntas, hay mucho más que hacer. Un líder debe trabajar anticipadamente y cuidadosamente para la preparación del material de la reunión (por ejemplo: ¡más de 30 minutos antes que comience la reunión!). Considera la gente de tu grupo. ¿Qué tema les serviría mejor? ¿Qué verdades acerca de Dios se deberían discutir? Ora pidiéndole al Espíritu de Dios que te guíe hacia verdades que beneficiarían a tu grupo. Esto no es una formalidad religiosa, sino como parte de una dependencia y comunicación constante con Dios.
Las buenas preguntas promueven interacción entre la gente y el material presentado para su aplicación en el diario vivir. Un formato de mucha utilidad es el de hacer que la charla comience con una observación, proceder con la interpretación y finalizar con la aplicación.
Observación: “¿Cuáles son los puntos claves?” Por ejemplo: ¿Qué detalles menciona el autor? ¿Cuáles son las palabras o ideas claves?
Interpretación: “¿Qué significa ‘los puntos claves’?" Por ejemplo: ¿Qué es lo que el autor está tratando de comunicar a sus lectores? ¿Por qué escribió esto? ¿Cuál es la idea principal? ¿Cómo resumirías el propósito del autor?
La meta en la interpretación es muy simple y aún crítica: entender lo que el autor intenta comunicar a su audiencia original. Es común en la gran mayoría de material de estudio Cristiano el ignorar la intención original de las Escrituras y en su lugar dirige a sus lectores a que enfoquen en lo que el texto bíblico significa para el autor – algo que debemos categóricamente rechazar. El profesor Walt Russell ha escrito artículos brillantes revelando el peligro que significa que el autor exponga sus propias interpretaciones. Lo hemos vuelto a imprimir como apéndice al final de este libro – ¡no te lo pierdas!
Aplicación: “¿Que haré con esta información?” Por ejemplo: ¿Cuál fue la razón de estudiar este material? ¿Qué nos enseña este material acerca de Dios? ¿Qué nos enseña de nosotros mismos? ¿Cómo crees que Dios desea que esta información impacte tu vida? ¿Qué planeas hacer diferente como resultado de esto?
Mantén tu meta en mente durante la charla. Cuando dirijo una charla, deseo que ocurran varias cosas. Deseo que todos participen. Esto significa que debo frenar a aquellos que hablan mucho y suavemente atraer a los callados. A medida que la charla prosigue mantengo como referencia las preguntas preparadas de antemano y los puntos críticos que he planeado cubrir. Esto ayuda a darme cuenta cuando la discusión comienza a salirse del camino en vez de seguir hacia una dirección productiva. Mientras que mantengo en mente mi plan original, también procuro durante la charla ser sensible a la dirección del Espíritu, listo para ajustar o cambiar de dirección apropiadamente. A veces un comentario mínimo hecho por un miembro del grupo puede mostrar sutilmente que existe algo más dentro de su corazón que no ha dejado salir a la luz y una respuesta sensible de mi parte puede servirle y darle la oportunidad de bajar sus defensas y abrirse al grupo.
Estimula presión para su aplicación: El aspecto más desafiante de dirigir una charla es impulsar la idea principal hacia el corazón de las personas para que luego sea aplicada. ¡El líder que omite introducir aplicación dirige a su grupo hacia el camino de la decepción! Santiago enseña que con solo escuchar la Palabra de Dios sin llevarla a práctica se engaña a uno mismo (Santiago 1:22). Es erróneo pensar que conocer más acerca de Dios es lo mismo que ser cada vez más como El. No es suficiente sólo con obtener información. Se requiere transformación. (Los demonios tenían conocimiento de doctrina sólida pero nunca hubo cambio). Debemos responder. Debemos aplicar. Por el poder del Espíritu y para la gloria de Dios, debemos cambiar. El pecado que mora en nuestros corazones está constantemente obrando en nuestra carne, pero debemos mortificarlo. La justicia gratificada la recibimos de Cristo en la Cruz, por la gracia de Dios, debemos ahora progresivamente convertirnos en una santidad funcional, reflejada en nuestro pensar, intensiones, valores, hábitos, decisiones, acciones y palabras. ¿Qué mejor lugar para llevar a cabo esto que dentro de un grupo pequeño? ¿Qué mejor momento que en respuesta a una charla centrada alrededor de la Palabra de Dios?
Dirigiendo y Motivando A Través de la Gracia
En 1985 ocurrió un terremoto en el centro de México, ocasionando una gran destrucción. La intensidad de este gran terremoto – 8.1 de la escala Richter – fue grandemente magnificado en la Ciudad de México porque esta metrópolis fue construida sobre el lecho de un lago seco. Cuando la tierra comenzó a temblar el suelo blando debajo de la ciudad se convirtió en líquido y amplificó los efectos del temblor. La falta de roca firme en el subsuelo incrementó grandemente la devastación sobre la tierra.
La vida de un cristiano está diseñada para ser construida sobre la roca firme de la gracia de Dios. Fuiste salvado solamente a través de la gracia. Estas siendo santificado y cambiado solamente a través de la gracia. Serás recibido en la gloria solamente a través de la gracia. La base para tu relación con Dios fue, es, y será para siempre sola gratia, ¡solamente gracia! Un líder capaz de grupos pequeños estará seguro que su vida y las de su grupo están sólidamente fijadas sobre la Roca – la persona y obra salvadora de Cristo nuestro Señor.
¿Estás creciendo en gracia? Aquí se encuentran algunas preguntas que puedes usar para medir tu gracia:
¿Estás más enterado de lo que Cristo hizo por ti en la Cruz que en lo que recientemente has hecho o no has dejado de hacer para Él? ¿Son tus debilidades objeto de desaliento o un sitio donde puedes encontrar la fortaleza de Dios? ¿Cuándo no has podido prepararte bien para tu charla esperas lo peor? ¿Después de la reunión, quedaste afligido pensando que te hubiera ido mejor si hubieras podido cambiar o mejorar algo? ¿Puedes reírte de ti mismo? ¿Qué notas primero, el crecimiento espiritual de un miembro de tu grupo o sus debilidades? ¿Después de una buena reunión, sientes que Dios está más complacido en ti que cuando has tenido una no muy buena? ¿Evitas introducir nuevas ideas por temor a un fracaso? ¿Cuándo te has preparado bien sientes que te mereces una medida especial de la presencia y poder de Dios en tu reunión? ¿Es la Cruz un foco central en tu reunión? ¿Tiene tu grupo una creciente confianza en la soberanía, santidad y gracia de Dios? ¿Se caracterizan tus reuniones como gozosas o legalistas?
Un líder de grupos pequeños emplea un papel único y vital para su iglesia. Él sirve a los líderes de la iglesia extendiendo su ministerio. Él sirve a su grupo proveyendo un contexto donde se aplica la Palabra de Dios para que puedan crecer en santidad, dar y recibir cuidado y ayuda, y desarrollar confraternidades bíblicas. Él sirve a su Dios al crecer en gracia mientras que al mismo tiempo señala el mismo camino a otros.
Discusiones Para El Grupo
- En una simple oración, escribe todo lo que piensas que es el propósito de este grupo y luego comparen sus respuestas.
- ¿Por qué se considera un grupo pequeño un gran contexto para crecimiento?
- ¿Cuál fue tu respuesta a la Pregunta 2 en la página …..?
- ¿Cómo está dirigiendo tu líder tu grupo? Evalúalo dentro de la escala del 1 (sin daños) al 10 (una devastación total).
- ¿Por qué crees que el autor puso tanto énfasis en la aplicación de la Palabra de Dios?
- Aquí está tu oportunidad de ser un líder ejemplar en humildad y sin temores: ¿En cuales de los diez requisitos para liderazgo te sentiste 'menos calificado? ¿Más calificado?
- ¿Cuánto hace que una discusión en tu grupo pequeño se salió lejos de su cauce? ¿Qué puedes hacer para prevenir que vuelva a suceder?
- ¿Está siendo este grupo dirigido por un espíritu de gracia?
Lecturas Recomendadas
Pasión a la Fidelidad: Sabiduría del Libro de Nehemías por J.I. Packer (Wheaton, IL: Crossway Books, 1995)
Recobrando la Masculinidad y Feminidad Bíblica, editado por John Piper y Wayne Grudem (Wheaton, IL: Crossway Books, 1991)
La Creación de un Líder por J. Robert Clinton (Colorado Springs, CO: NavPress, 1988)
Liderazgo Espiritual por J. Oswald Sanders (Chicago, IL: Moody Press, 1994)
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