¿Por qué la gente se resiste a ir a las misiones?

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English: Why Are People Reluctant to Go into Missions?

© Desiring God

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Por John Piper sobre Misiones

Traducción por Laura Coloma

Cuando hablé en las Misiones en el Salón Principal el domingo en la noche, traté de dar una respuesta bíblica a los posibles obstáculos en el camino de algunas personas que puedan alejarlos de seguir hacia adelante con las misiones. Mi oración es que Dios utilice estas respuestas para llamar a más de ustedes a ir. Aquí se muestran ocho objeciones y una respuesta bíblica.

1. “No soy lo suficientemente inteligente”

“¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el polemista de este siglo? ¿No ha hecho Dios que la sabiduría de este mundo sea necedad? Porque ya que en la sabiduría de Dios el mundo no conoció a Dios por medio de su propia sabiduría, agradó a Dios, mediante la necedad de la predicación, salvar a los que creen” (1 Corintios 1:20-21, LBLA).

“Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios” (1 Corintios 1:26-27).

2. “Mi cuerpo y mi personalidad no son lo suficientemente fuertes”

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros” (2 Corintios 4:7).

“[Cristo] me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo: porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. (2 Corintios 12:9-10).

3. “No soy un buen orador”

“Pues Cristo no me envió a bautizar, sino a predicar el evangelio, no con palabras elocuentes, para que no se haga vana la luz de Cristo” (1 Corintios 1:17). “Entonces Moisés dijo al Señor: Por favor, Señor, nunca he sido hombre elocuente, ni ayer ni en tiempos pasados, ni aun después de que has hablado a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y el Señor le dijo: ¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciego? ¿No soy yo, el Señor? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar” (Éxodo 4:10-12).

4. “Tengo miedo de los horrores que leo en el periódico”

“Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar. Pero resistidle firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo os perfeccionará (katartisei-"arreglará" o "reparará" vuestros cuerpos horriblemente desfigurados cuando los leones del coliseo terminen con vosotros), afirmará, fortalecerá y establecerá” (1 Pedro 5:8-10).

5. “Tengo miedo de no ser fructífero”

Tu responsabilidad no es ser fructífero sino ser fiel. “[Jesús] decía también: El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra, y se acuesta y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece; cómo, él no lo sabe. La tierra produce fruto por sí misma; primero la hoja, luego la espiga, y después el grano maduro en la espiga. Y cuando el fruto lo permite, él enseguida mete la hoz, porque ha llegado el tiempo de la siega” (Marcos 4:26-29).

“Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento” (1 Corintios 3:6-7).

6. “Hay mucho que hacer aquí”

Cierto, pero existe una división del trabajo y Dios llama a algunos a las MISIONES, no sólo a evangelizar. La diferencia se ve en Romanos 15:19-24: “Que desde Jerusalén y por los alrededores hasta el Ilírico he [Pablo] predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo. De esta manera me esforcé en anunciar el evangelio, no donde Cristo ya era conocido. . . pero ahora, no quedando ya más lugares para mí en estas regiones. . . cuando vaya a España iré a vosotros”.

¿Cómo pudo decir Pablo que no había cabida para trabajar cuando había millones de personas en la región por evangelizar? Porque el evangelismo no son las misiones.

7. “No estoy casado”

El mejor cónyuge se encuentra en el camino a la obediencia. “Mujer (hombre) hacendosa (o), quién la (lo) hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas” (Proverbios 31:10). Este hallazgo es supremamente difícil. Sucederá en el camino a la obediencia.

8. “Tengo miedo que al llegar me dé cuenta que cometí un error y regrese a casa avergonzado”

¿Qué es peor, la vergüenza por haber intentado seguir a Cristo en las misiones, o el temor a atreverse? La vergüenza ante otros por cometer un error no te lastimará, te hará más humilde y puede hacerte más útil ante una situación nueva. Pero el temor te hará inútil en todas partes.

Consideremos Eclesiastés 11:4 y lo que dice respecto a correr riesgos: “El que observa el viento no siembra, y el que mira las nubes no siega”. Lo que quiere decir es: Si no corres el riesgo de sembrar cuando la semilla puede ser soplada y de segar cuando la lluvia puede arruinar la cosecha, pasarás hambre.

Oh, qué valiosa es la palabra liberadora de Dios,

Pastor John


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