¿Qué es el éxito en las misiones y cómo lo medimos?
De Libros y Sermones BÃblicos
La Biblia enseña ciertos puntos con claridad inevitable.
- Los resultados en las misiones vienen de Dios, no del instrumento humano. “Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento.” (1 Cor. 3:6-7).
- Nuestro papel es proclamar el evangelio fielmente y confiar en Dios por los resultados. “Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de vosotros, entre quienes anduve predicando el reino, volverá a ver mi rostro. Por tanto, os doy testimonio en este día de que soy inocente de la sangre de todos, pues no rehuí declarar a vosotros todo el propósito de Dios.” (Hechos 20:25-27).
- Por consiguiente el éxito verdadero en las misiones es medido por la fidelidad a la tarea, no por los resultados visibles e inmediatos. “Que todo hombre nos considere de esta manera: como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, además se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel.” (1 Cor. 4:1-2).
- La misma naturaleza de las misiones cristianas depende de la fe. “porque por fe andamos, no por vista” (2 Cor. 5:7). El intento de medir los resultados es a menudo un intento de vivir por vista. Definir el éxito como “fidelidad” es difícil de adoptar porque requiere total dependencia en Dios.
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