¿Qué les respondemos a los no cristianos que dicen tener una mente abierta?

De Libros y Sermones Bíblicos

¿Qué les respondemos a los no cristianos que dicen tener una mente abierta?

Lo que les digamos depende de lo que sepamos de ellos, de su orientación intelectual y emocional, de sus padres y de su educación, y de su experiencia con la iglesia y con la Biblia, etc. Aunque existen muchas variantes, a continuación presentamos algunas ideas:

1) Las personas deben comprender que son totalmente únicas en el universo de las creaciones de Dios y de su reino animal. Ayudémosles a entender que tienen capacidades para amar, odiar, sentir culpa y dolor. Ayudémosles a entender que estas capacidades no son el resultado de simples reacciones químicas.

Nadie diría que el amor por sus hijos es simplemente químico, o que su veneración por una persona noble y sabia es sólo un reflejo de las terminaciones nerviosas, ¿verdad? La mayoría de las personas diría que no. Por lo tanto podemos ayudarles a comprender que la persona es un misterio enorme que se ubica en una categoría totalmente diferente de lo que ellos están tan dispuestos a hablar con respecto a la evolución. Ellos, por lo general, no se consideran así.

¿No te asombras de tu propia persona? Yo les contaría a esas personas que a veces me siento en una reunión en la iglesia o en el almuerzo con mi familia y observo a los demás y digo: Es increíble. ¡Simplemente miren a los seres humanos, sus pensamientos, sus sentimientos, sus planes! Es impresionante que exista algo en este mundo que sea tan diferente de las lagartijas, las ranas, los caballos y los monos. ¡Ese algo es tan diferente! ¿De dónde vino ese algo?

Entonces les diría que deberían ser realmente abiertos ante el hecho de que hay un Dios personal que creó esta realidad a partir su propia imagen; y esa es la explicación de tu persona única. Si en el exterior había únicamente un gas imperecedero, si hubo algo de una gran explosión que no tiene explicación, y si todo era sólo materia, tu existencia, por consiguiente, al igual que tu estructura familiar y tus planes laborales, sería completamente inexplicable.

2) Otra opción sería considerar el universo –con su orden y su belleza– y hablar del concepto de diseño inteligente, tan vigente y conveniente en todo el mundo. Muchas personas se dedican a escribir buen material para ayudarnos a entender que la complejidad del átomo (y del globo ocular, y del universo, etc.) es tal que no se puede explicar sin el concepto de diseño inteligente. Y entonces empezamos a hablar de Dios.

3) Una tercera posibilidad, a mi parecer la más fructífera y la más empleada, es hablar de culpa, pecado, Dios, muerte y la posibilidad de perdón y la vida eterna. Y enseguida presentamos el evangelio: los hechos absolutos, contundentes y maravillosos de que 1) Dios es santo, 2) somos pecadores, 3) Cristo murió para ponerse en el lugar de los pecadores que confían en él, y 4) ¿confías en este Jesús? Muchos escépticos han sido preparados por el Espíritu Santo para recibir un remedio seguro y verdadero para sus pecados. Y el Espíritu Santo permitirá que el evangelio, compartido sencillamente, toque profundamente sus corazones, para que haya testimonio en su propia alma de que esto es verdad.