Cómo entrenar a sus dragones

De Libros y Sermones Bíblicos

(Diferencias entre revisiones)
Saltar anavegación, buscar
(Página creada con '{{info|How to Train Your Dragons}}<br> ==== MATEN LOS PECADOS DOMESTICADOS ANTES QUE ELLOS LOS MATEN A USTEDES ==== “Discúlpeme, ¿puede repetir lo que acaba de decir?”...')
Línea 1: Línea 1:
{{info|How to Train Your Dragons}}<br>  
{{info|How to Train Your Dragons}}<br>  
-
==== MATEN LOS PECADOS DOMESTICADOS ANTES QUE ELLOS LOS MATEN A USTEDES ====
+
==== MATANDO LOS PECADOS DOMESTICADOS ANTES DE QUE NOS MATEN  ====
“Discúlpeme, ¿puede repetir lo que acaba de decir?”  
“Discúlpeme, ¿puede repetir lo que acaba de decir?”  
-
Estaba seguro que lo escuché mal.  
+
Estaba seguro de haberlo escuchado mal mal.  
“ . . . ”  
“ . . . ”  
-
“Así que estás diciendo que si estamos teniendo problemas constantes con el pecado sexual, ¿deberíamos deshabituarnos de eso pecando con moderación? Si decimos por ejemplo pecar seis veces a la semana, ¿nos está diciendo que lo limitemos a cinco a la semana a la vez, luego cuatro, tres, dos, hasta cero?”  
+
“Así que está diciendo que si estamos teniendo problemas constantes con el pecado sexual, ¿deberíamos deshabituarnos de eso pecando con moderación? Si estamos cometiendo ese pecado seis veces a la semana, ¿nos está diciendo que lo limitemos a cinco a la semana durante un tiempo, luego cuatro, tres, dos, y así hasta cero?”  
-
El líder de un programa altamente recomendado para la pureza cristiana masculina reiteró la creencia que todos alrededor de mí cabecean ante las palabras del sabio. Después de todo, sólo escuchamos el testimonio en vídeo de Jimmy sobre cómo íbamos del pecado muchas veces al día para sólo pecar, bueno, muchas veces al mes. La estrategia debe funcionar.  
+
El líder de un programa altamente recomendado para la pureza cristiana masculina reiteró esta creencia, mientras todos a mi alrededor cabeceaban asintiendo a las palabras del sabio. Al fin y al cabo, acabábamos de escuchar el testimonio en vídeo de Jimmy sobre cómo pasó de pecar varias veces al día a sólo pecar, bueno, varias veces al mes. La estrategia debía funcionar.  
-
El amigo que me trajo, se preparó sicológicamente.  
+
El amigo que me trajo, se puso en guardia.  
“Con todo el debido respeto, no puede hablar en serio. ''¿Sabe lo que es el pecado?''”  
“Con todo el debido respeto, no puede hablar en serio. ''¿Sabe lo que es el pecado?''”  
Línea 19: Línea 19:
A medida que continuaba hablando, era evidente que no lo sabía.  
A medida que continuaba hablando, era evidente que no lo sabía.  
-
Para él, proveerse para la carne muchas veces a la semana era, a la postre, ''beneficioso'' para nuestra santidad. Para él, un par de rebanadas de fruta prohibída no era ''realmente malo''. Para él, el pecado era manejable, domesticable, controlable. Para él, amputar los miembros de una persona parecía una reacción exagerada — sólo deshabitúense ustedes mismos del pecado.  
+
Para él, hacer provisión para la carne varias veces a la semana era, a la postre, ''beneficioso'' para nuestra santidad. Para él, un par de rebanadas de fruta prohibída no era ''en realidad tan malo''. Para él, el pecado era manejable, domesticable, controlable. Para él, amputarse algún miembro era una reacción exagerada — era preferible desacostumbrarse suavemente al pecado.  
Para él, el pecado no era:  
Para él, el pecado no era:  
Línea 28: Línea 28:
*El poder de Dios no alabado.  
*El poder de Dios no alabado.  
*La verdad de Dios no buscada.  
*La verdad de Dios no buscada.  
-
*La sabiduría de Dios no preciada.  
+
*La sabiduría de Dios no estimada.  
*La belleza de Dios no atesorada.  
*La belleza de Dios no atesorada.  
*La bondad de Dios no saboreada.  
*La bondad de Dios no saboreada.  
Línea 40: Línea 40:
*La persona de Dios no amada.
*La persona de Dios no amada.
-
Ni lo era,  
+
Tampoco era,
-
 
+
<blockquote>
-
El ''desafío'' a la justicia de Dios, el ''saqueo'' a su piedad, la ''burla'' a su paciencia, el ''menosprecio'' a su poder, y el ''desprecio'' a su amor. (John Bunyan)  
+
El ''desafío'' a la justicia de Dios, la ''violación'' de su misericordia, la ''burla'' a su paciencia, el ''menosprecio'' a su poder, y el ''desprecio'' a su amor. (John Bunyan)</blockquote>
Para él, el pecado era como romper el límite de velocidad — nada personal.  
Para él, el pecado era como romper el límite de velocidad — nada personal.  
-
No era un accidente para nuestro más grande Enamordo, una traición a nuestro Amigo más verdadero, un deshonr a nuestro Padre celestial, un acto de guerra en contra de nuestro poderoso Rey, la criatura escupiendo a su Todopoderoso Creador.  
+
No era una afrenta a la Persona que más nos ama, una traición a nuestro Amigo más verdadero, una deshonra a nuestro Padre celestial, un acto de guerra en contra de nuestro poderoso Rey, la criatura escupiendo a su Todopoderoso Creador.  
-
Uno de estos era suficiente para maldecir al mundo entero. Pero permitir muchos por semana estaba aparentemente bien. El pecado era una mascota de la cual deberíamos deshacernos, pero mientras tranto, pueden rascar su panza y enseñarle a jugar al muertito.  
+
Uno de estos pecados fue suficiente para maldecir al mundo entero. Pero permitir varios por semana estaba aparentemente bien. El pecado era una mascota de la cual acabaríamos deshaciéndonos, pero mientras tanto, podíamos rascar su panza y enseñarla a fingir estar muerta.  
==== El pecado no es una mascota  ====
==== El pecado no es una mascota  ====
-
El pecado no es una mascota que deba sacarse a pasear muchas veces a la semana. Es un león, un lobo, un oso. Muerde y caza a voluntad. Ataca como una piraña. Es una maldad incansable en llamas por los fuegos del infierno. El pecado no puede ser entrenado, embridado, o domesticado. No puede ser rescatado, rehabilitado, o redimido. El pecado nunca usará un collar, pegado a su perrera, o dejar de dar zarpazos a su garganta.  
+
El pecado no es una mascota que deba sacarse a pasear varias veces a la semana. Es un león, un lobo, un oso. Muerde y caza a voluntad. Ataca como una piraña. Es una maldad incansable encendida por los fuegos del infierno. El pecado no puede ser entrenado, embridado, o domesticado. No puede ser rescatado, rehabilitado, o redimido. El pecado nunca usará un collar, se mantendrá en su perrera, ni dejará de dar zarpazos buscando nuestra garganta.  
-
El pecado nos marca como objetivos para la gran artillería de la ira de Dios (Colosenses 3:5–6). El pecado nos hace ''dignos'' de la muerte (Romanos 1:32). El pecado será hallado y odiado (Salmos 36:1–2). Nunca tenemos paz con ello, nunca nos abastecemos de ello, nunca lo marcamos en nuestros calendarios. El pecado debe ser destruido por el Espíritu si queremos vivir (Romanos 8:13).  
+
El pecado nos marca como objetivos para la gran artillería de la ira de Dios (Colosenses 3:5–6). El pecado nos hace ''dignos'' de la muerte (Romanos 1:32). El pecado será hallado y odiado (Salmos 36:1–2). Nunca hacemos la paz con él, nunca hacemos provisión para él, nunca lo marcamos en nuestros calendarios. El pecado debe ser destruido por el Espíritu si queremos vivir (Romanos 8:13).  
-
Es más seguro tener a un tigre macho de mascota que un pecado domesticado.  
+
Es más seguro tener como mascota a un tigre macho, que a un pecado.
-
==== La lagartija encima del hombro  ====
+
==== La lagartija roja sobre el hombro  ====
-
Pero muchos lo han intentado. C.S. Lewis describe esta filosofía reseñada anteriormente en ''El Gran Divorcio''. En el libro, un Fantasma que ha sido alejado del cielo intenta mantener su pecado domesticado, una lagartija roja. En la escena, el Fantasma regaña constantemente a la mascota encima de su hombro. Un ángel le pregunta al Fantasma si le gustaría que se callara la lagartija.  
+
Pero muchos lo han intentado. C.S. Lewis describe la filosofía mencionada anteriormente en ''El gran divorcio''. En el libro, un Fantasma que ha sido alejado del cielo intenta mantener su mascota de pecado, una lagartija roja. En la escena, el Fantasma reprende constantemente a la mascota que está sobre su hombro. Un ángel le pregunta al Fantasma si le gustaría que hiciese callar a la lagartija.  
-
“Por cierto que sí”, dijo el fantasma.  
+
<blockquote>“Por cierto que sí”, dijo el fantasma.  
“Entonces la voy a matar”, dijo el ángel, avanzando un paso.  
“Entonces la voy a matar”, dijo el ángel, avanzando un paso.  
Línea 70: Línea 70:
“¿No ''quiere'' que la mate?”  
“¿No ''quiere'' que la mate?”  
-
“No dijo nada de ''matarla'' al principio. No tenía la intención de molestarle con algo tan drástico”.  
+
“No dijo nada sobre ''matarla'' al principio. No tenía la intención de molestarle con algo tan drástico”.  
“Es la única manera”, replicó el ángel, cuyas quemantes manos estaban ahora muy cerca de la lagartija. “¿La mato?”  
“Es la única manera”, replicó el ángel, cuyas quemantes manos estaban ahora muy cerca de la lagartija. “¿La mato?”  
Línea 76: Línea 76:
“ . . . ”  
“ . . . ”  
-
“Bueno, tenemos tiempo para discutirlo más adelante.”
+
“Bueno, tenemos tiempo para discutirlo más adelante”
“No hay tiempo. ¿Puedo matarla?”  
“No hay tiempo. ¿Puedo matarla?”  
-
“Por favor, no quería causar tanta molestia. Por favor — de verdad — no se moleste. ¡Mire! Se ha quedado dormida. Estoy seguro de que todo irá bien ahora. Gracias, muchas gracias.”
+
“Por favor, no quería causar tanta molestia. Por favor — de verdad — no se moleste. ¡Mire! Se ha quedado dormida. Estoy seguro de que todo irá bien ahora. Gracias, muchas gracias”
“¿Puedo matarla?”  
“¿Puedo matarla?”  
-
“Honestamente, no creo que haya la menor necesidad. Estoy seguro de que ahora la tendré en orden. Me parece que un proceso gradual es mucho mejor que matarla.”
+
“Honestamente, no creo que haya la menor necesidad. Estoy seguro de que ahora la tendré en orden. Me parece que un proceso gradual es mucho mejor que matarla”
-
“''El proceso gradual no sirve de nada.''”  
+
“''El proceso gradual no sirve de nada''”</blockquote>
-
Se dan más excusas, pero ahora logramos oír a la lagartija susurrar a su oído,  
+
Se suceden las excusas, pero ahora logramos oír a la lagartija susurrar a su oído,  
-
“Ten cuidado”, le decía. “Puede hacer lo que dice. Me puede matar. Bastaría una palabra tuya, fatal, ¡y lo ''haría''! Y te quedarás sin mí para siempre. No es natural. ¿Cómo podrías vivir? Serías una especie de fantasma, no un hombre de verdad como eres ahora. El no comprende. Es sólo una cosa fría, sin sangre, abstracta. Puede que sea natural para él, pero no lo es para nosotros. Sí, sí. Sé que ahora no hay placeres verdaderos, solamente sueños. ¿Pero no es eso mejor que nada? Y han sido tan buenos. Acepto que en el pasado alguna vez fuimos demasiado lejos, pero prometo que no volverá a suceder. Sólo te daré sueños verdaderamente agradables — suaves, frescos, casi inocentes. Podría decir que inocentes por completo. . .”  
+
“Ten cuidado”, le decía. “Puede hacer lo que dice. Me puede matar. Bastaría una palabra tuya, fatal, ¡y lo ''haría''! Y te quedarás sin mí para siempre. No es natural. ¿Cómo podrías vivir? Serías una especie de fantasma, no un hombre de verdad como eres ahora. El no comprende. Es sólo una cosa fría, sin sangre, abstracta. Puede que sea natural para él, pero no lo es para nosotros. Sí, sí. Sé que ahora no hay placeres verdaderos, solamente sueños. ¿Pero no es eso mejor que nada? Y han sido tan buenos. Acepto que en el pasado alguna vez fuimos demasiado lejos, pero prometo que no volverá a suceder. Sólo te daré sueños verdaderamente agradables — suaves, frescos, casi inocentes. Podría decir que inocentes por completo. . .”</blockquote>
-
Es fácil incurrir en patrones de formación de nuestro pecado en vez de matarlo.  
+
Es fácil incurrir en patrones de entrenamiento de nuestro pecado en vez de matarlo.  
-
Si su razón más grande para luchar contra el pecado es que no quieras confesarlo de nuevo a un grupo de corresponsabilidad, están entrenando su pecado. Si sólo oran acerca del pecado luego que lo “hayan hecho de nuevo”, están entrenando su pecado. Si no buscan la presencia de Dios, si ustedes no se comunican con él en oración y su palabra, si no invitan a los creyentes a su vida a que pegue dagas dentro de su pecado, están entrenando a que su pecado juegue al muertito sin matarlo.  
+
Si nuestra razón más grande para luchar contra el pecado es que no queremos confesarlo de nuevo ante un grupo de corresponsabilidad, estamos entrenando nuestro pecado. Si sólo oramos acerca del pecado después de “hacerlo de nuevo”, estamos entrenando nuestro pecado. Si no buscamos la presencia de Cristo, si no nos comunicamos con él en oración y en su palabra, si no invitamos a otros creyentes a nuestra vida a clavar dagas en nuestro pecado, estamos entrenando nuestro pecado para que finja estar muerto, sin matarlo.  
==== Vayan y no pequen más  ====
==== Vayan y no pequen más  ====
-
Si tienen un pecado domesticado, deben renunciar a él de inmediato. Su salvación depende de ello.
+
Si tenemos un pecado domesticado, hemos de renunciar a él de inmediato. Nuestra salvación depende de ello.  
-
 
+
-
Sólo aquellos que tengan una cadena de armazones de pecado detrás de ellos entrarán al cielo. Solo aquellos quienes “se ocupan de [su] propia salvación con temor y temblor” sabiendo que Dios está trabajando en ellos “tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad” serán salvados (Filipenses 2:12–13).  
+
-
¿Pero qué tal ser salvados sólo por la fe? No lo serán. Están justificados sólo por la fe. La salvación final proviene de la justificación y santificación, ambas iniciadas y sostenidas por la gracia de Dios.  
+
Sólo aquellos que tengan una cadena de cadáveres de pecado tras de sí entrarán al cielo. Solo aquellos que “se ocupan de [su] propia salvación con temor y temblor” sabiendo que Dios está obrando en ellos “tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad” serán salvados (Filipenses 2:12–13).  
-
Existe una santidad que, si no la tienen, les mantendrá alejados de ver al Señor (Hebreos 12:14). “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a ustedes, hermanos amados por el Señor, de que Dios los haya escogido desde el principio para salvación, mediante la salvación por el Espíritu y la fe en la verdad” (2 Tesalonisenses 2:13).  
+
¿Pero qué hay de lo de ser salvos sólo por la fe? No lo somos. Somos justificados solo por fe. La salvación final viene a través de la justificación y santificación, ambas iniciadas y sostenidas por la gracia de Dios.  
-
No sean estafados. Si siembran para la carne, segará ruinas (Gálatas 6:8). El sueldo del pecado es la muerte (Romanos 6:23). Muchos dirán ese día que lo conocieron, pero él los despedirá a la oscuridad porque fueron “hacedores de maldad” (Mateo 7:21–23). Las advertencias están activas para los Cristianos, y el Espíritu los utiliza para mantenernos temerosos de Dios y apartarse del pecado.  
+
Existe una santidad que, si no la tenemos, nos mantendrá alejados de ver al Señor (Hebreos 12:14). “Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad” (2 Tesalonisenses 2:13, LBLA).  
-
El Cristiano no entrena a sus dragones. No planificamos pecar cinco veces a la semana, luego cuatro, luego tres, hasta las veces infrecuentes de rebelión. Luego que perdona al pecador, Jesús no dice vayan y pequen menos; dice, vayan y no pequen más. Maten sus mascotas, o sus mascotas terminarán asesinándolos.  
+
No nos engañemos. Si sembramos para la carne, segaremos ruina (Gálatas 6:8). la paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23). Muchos dirán ese día que lo conocieron, pero Él los despedirá a la oscuridad porque fueron “practicantes de iniquidad” (Mateo 7:21–23). Las advertencias están activas para los cristianos, y el Espíritu las utiliza para mantenernos temerosos de Dios y apartarnos del pecado.  
-
<br>
+
El cristiano no entrena a sus dragones. No planificamos pecar cinco veces a la semana, luego cuatro, luego tres, hasta tener tiempos infrecuentes de rebelión. Después de perdonar al pecador, Jesús no dice vayan y pequen menos; dice: vayan y no pequen más. Matemos nuestras mascotas, o nuestras mascotas terminarán asesinándonos.

Revisión de 07:20 16 nov 2017

Recursos Relacionados
Leer más Por Greg Morse
Indice de Autores
Leer más sobre Santificación y Crecimiento
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: How to Train Your Dragons

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por Greg Morse sobre Santificación y Crecimiento

Traducción por Carlos Diaz


Contenido

MATANDO LOS PECADOS DOMESTICADOS ANTES DE QUE NOS MATEN

“Discúlpeme, ¿puede repetir lo que acaba de decir?”

Estaba seguro de haberlo escuchado mal mal.

“ . . . ”

“Así que está diciendo que si estamos teniendo problemas constantes con el pecado sexual, ¿deberíamos deshabituarnos de eso pecando con moderación? Si estamos cometiendo ese pecado seis veces a la semana, ¿nos está diciendo que lo limitemos a cinco a la semana durante un tiempo, luego cuatro, tres, dos, y así hasta cero?”

El líder de un programa altamente recomendado para la pureza cristiana masculina reiteró esta creencia, mientras todos a mi alrededor cabeceaban asintiendo a las palabras del sabio. Al fin y al cabo, acabábamos de escuchar el testimonio en vídeo de Jimmy sobre cómo pasó de pecar varias veces al día a sólo pecar, bueno, varias veces al mes. La estrategia debía funcionar.

El amigo que me trajo, se puso en guardia.

“Con todo el debido respeto, no puede hablar en serio. ¿Sabe lo que es el pecado?

A medida que continuaba hablando, era evidente que no lo sabía.

Para él, hacer provisión para la carne varias veces a la semana era, a la postre, beneficioso para nuestra santidad. Para él, un par de rebanadas de fruta prohibída no era en realidad tan malo. Para él, el pecado era manejable, domesticable, controlable. Para él, amputarse algún miembro era una reacción exagerada — era preferible desacostumbrarse suavemente al pecado.

Para él, el pecado no era:

Tampoco era,

El desafío a la justicia de Dios, la violación de su misericordia, la burla a su paciencia, el menosprecio a su poder, y el desprecio a su amor. (John Bunyan)

Para él, el pecado era como romper el límite de velocidad — nada personal.

No era una afrenta a la Persona que más nos ama, una traición a nuestro Amigo más verdadero, una deshonra a nuestro Padre celestial, un acto de guerra en contra de nuestro poderoso Rey, la criatura escupiendo a su Todopoderoso Creador.

Uno de estos pecados fue suficiente para maldecir al mundo entero. Pero permitir varios por semana estaba aparentemente bien. El pecado era una mascota de la cual acabaríamos deshaciéndonos, pero mientras tanto, podíamos rascar su panza y enseñarla a fingir estar muerta.

El pecado no es una mascota

El pecado no es una mascota que deba sacarse a pasear varias veces a la semana. Es un león, un lobo, un oso. Muerde y caza a voluntad. Ataca como una piraña. Es una maldad incansable encendida por los fuegos del infierno. El pecado no puede ser entrenado, embridado, o domesticado. No puede ser rescatado, rehabilitado, o redimido. El pecado nunca usará un collar, se mantendrá en su perrera, ni dejará de dar zarpazos buscando nuestra garganta.

El pecado nos marca como objetivos para la gran artillería de la ira de Dios (Colosenses 3:5–6). El pecado nos hace dignos de la muerte (Romanos 1:32). El pecado será hallado y odiado (Salmos 36:1–2). Nunca hacemos la paz con él, nunca hacemos provisión para él, nunca lo marcamos en nuestros calendarios. El pecado debe ser destruido por el Espíritu si queremos vivir (Romanos 8:13).

Es más seguro tener como mascota a un tigre macho, que a un pecado.

La lagartija roja sobre el hombro

Pero muchos lo han intentado. C.S. Lewis describe la filosofía mencionada anteriormente en El gran divorcio. En el libro, un Fantasma que ha sido alejado del cielo intenta mantener su mascota de pecado, una lagartija roja. En la escena, el Fantasma reprende constantemente a la mascota que está sobre su hombro. Un ángel le pregunta al Fantasma si le gustaría que hiciese callar a la lagartija.

“Por cierto que sí”, dijo el fantasma. “Entonces la voy a matar”, dijo el ángel, avanzando un paso. “Oh — ah — ¡un momento! Me está quemando. No se acerque”, pidió el fantasma, apartándose. “¿No quiere que la mate?” “No dijo nada sobre matarla al principio. No tenía la intención de molestarle con algo tan drástico”. “Es la única manera”, replicó el ángel, cuyas quemantes manos estaban ahora muy cerca de la lagartija. “¿La mato?” “ . . . ” “Bueno, tenemos tiempo para discutirlo más adelante” “No hay tiempo. ¿Puedo matarla?” “Por favor, no quería causar tanta molestia. Por favor — de verdad — no se moleste. ¡Mire! Se ha quedado dormida. Estoy seguro de que todo irá bien ahora. Gracias, muchas gracias” “¿Puedo matarla?” “Honestamente, no creo que haya la menor necesidad. Estoy seguro de que ahora la tendré en orden. Me parece que un proceso gradual es mucho mejor que matarla” “El proceso gradual no sirve de nada

Se suceden las excusas, pero ahora logramos oír a la lagartija susurrar a su oído,

“Ten cuidado”, le decía. “Puede hacer lo que dice. Me puede matar. Bastaría una palabra tuya, fatal, ¡y lo haría! Y te quedarás sin mí para siempre. No es natural. ¿Cómo podrías vivir? Serías una especie de fantasma, no un hombre de verdad como eres ahora. El no comprende. Es sólo una cosa fría, sin sangre, abstracta. Puede que sea natural para él, pero no lo es para nosotros. Sí, sí. Sé que ahora no hay placeres verdaderos, solamente sueños. ¿Pero no es eso mejor que nada? Y han sido tan buenos. Acepto que en el pasado alguna vez fuimos demasiado lejos, pero prometo que no volverá a suceder. Sólo te daré sueños verdaderamente agradables — suaves, frescos, casi inocentes. Podría decir que inocentes por completo. . .”</blockquote>

Es fácil incurrir en patrones de entrenamiento de nuestro pecado en vez de matarlo.

Si nuestra razón más grande para luchar contra el pecado es que no queremos confesarlo de nuevo ante un grupo de corresponsabilidad, estamos entrenando nuestro pecado. Si sólo oramos acerca del pecado después de “hacerlo de nuevo”, estamos entrenando nuestro pecado. Si no buscamos la presencia de Cristo, si no nos comunicamos con él en oración y en su palabra, si no invitamos a otros creyentes a nuestra vida a clavar dagas en nuestro pecado, estamos entrenando nuestro pecado para que finja estar muerto, sin matarlo.

Vayan y no pequen más

Si tenemos un pecado domesticado, hemos de renunciar a él de inmediato. Nuestra salvación depende de ello.

Sólo aquellos que tengan una cadena de cadáveres de pecado tras de sí entrarán al cielo. Solo aquellos que “se ocupan de [su] propia salvación con temor y temblor” sabiendo que Dios está obrando en ellos “tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad” serán salvados (Filipenses 2:12–13).

¿Pero qué hay de lo de ser salvos sólo por la fe? No lo somos. Somos justificados solo por fe. La salvación final viene a través de la justificación y santificación, ambas iniciadas y sostenidas por la gracia de Dios.

Existe una santidad que, si no la tenemos, nos mantendrá alejados de ver al Señor (Hebreos 12:14). “Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad” (2 Tesalonisenses 2:13, LBLA).

No nos engañemos. Si sembramos para la carne, segaremos ruina (Gálatas 6:8). la paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23). Muchos dirán ese día que lo conocieron, pero Él los despedirá a la oscuridad porque fueron “practicantes de iniquidad” (Mateo 7:21–23). Las advertencias están activas para los cristianos, y el Espíritu las utiliza para mantenernos temerosos de Dios y apartarnos del pecado.

El cristiano no entrena a sus dragones. No planificamos pecar cinco veces a la semana, luego cuatro, luego tres, hasta tener tiempos infrecuentes de rebelión. Después de perdonar al pecador, Jesús no dice vayan y pequen menos; dice: vayan y no pequen más. Matemos nuestras mascotas, o nuestras mascotas terminarán asesinándonos.


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas