Considérense los unos a otros, como estimular el amor

De Libros y Sermones Bíblicos

Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por John Piper
Indice de Autores
Leer más sobre Comunión y Hospitalidad
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Consider Each Other How to Stir Up Love

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por John Piper sobre Comunión y Hospitalidad
Una parte de la serie Hebrews

Traducción por Adriana Quintero


Hebreos 10:23-25

Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió; 24 y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.

Contenido

¿Qué estamos haciendo con nuestra vida?

Cuando nos levantamos por la mañana y enfrentamos el día, ¿qué nos decimos a nosotros mismos acerca de nuestras esperanzas para el día? Cuando observamos desde el principio hasta el fin del día, ¿qué es lo que queremos que suceda porque hemos vivido? ¿Qué diferencia quiere que haga su vida? Cuando usted observa desde el principio hasta el fin del día, ¿qué es lo que quiere que suceda porque usted ha vivido? ¿Qué influencia queremos que tenga nuestra vida?

Si decimos: "Yo ni siquiera pienso así, solo me levanto y hago lo que tengo que hacer", entonces nos separamos de un medio básico de gracia y de una fuente de orientación , fortaleza, creatividad y alegría. Está clarísimo en la Biblia, al igual que en este texto, que Dios desea que nosotros conscientemente aspiremos a algo significativo en nuestros días. La voluntad revelada de Dios para nosotros es que cuando nos levantemos por la mañana no andemos sin rumbo durante el día y no dejemos simplemente que solo las circunstancias dicten lo que hagamos, sino que aspiremos a algo —que nos enfoquemos en cierto tipo de propósito—. Me refiero a niños y adolescentes, y a adultos —solteros, casados, viudos, madres y adultos de todo oficio—.

No tener un objetivo es semejante a no tener vida. Las hojas muertas en el traspatio pueden desplazarse más que cualquier otra cosa, más que el perro, más que los niños. Si el viento sopla en cierta dirección, ellas se desplazan en esa dirección. Si el viento cambia de dirección, ellas cambian de dirección. Caen, rebotan, saltan, se pegan a una cerca, pero no tienen ningún propósito. Están llenas de movimiento y vacías de vida.

Dios no creó a los seres humanos a Su imagen para que no tuvieran ningún rumbo, como hojas muertas que se desplazan por el traspatio de la vida. Él nos creó para que tuviéramos un propósito —para que tuviéramos un enfoque y un objetivo para todos nuestros días—. Y esto no es opresivo. No es esclavitud. No es agotador. Descubrir para qué fuimos creados y proceder con todo el poder de Dios (Colosenses 1:29) es liberador (Gálatas 5:13) y es estimulante. Jesús dijo: "Mi comida es hacer la voluntad del que me envió" (Juan 4:34). ¡Comida! Aspirar día a día a hacer lo que fuimos destinados a hacer es como comer: da vida y energía, en lugar de quitarla. Tarde o temprano moriremos si hacemos lo que fuimos destinados a hacer.

Podemos ser jóvenes o viejos. Eso es decisión de Dios, no nuestra. Pero cuando morimos haciendo lo que fuimos destinados a hacer morimos bien y plenos.

El objetivo y el enfoque de nuestras vidas como cristianos

1. Recibamos nuestra esperanza

¿Pueden considerar conmigo lo que estos tres versículos nos enseñan del objetivo y del enfoque de nuestras vidas como cristianos? Dios puede usar esos versículos para traer un enfoque clarísimo a nuestras vidas. Él puede usarlos para quitar toda la confusión y para darnos una claridad lúcida, brillante, precisa y resplandeciente sobre el propósito de nuestros días.

Primero, el versículo 23 dice: "Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió". Ahora bien, eso no es algo que hacemos con nuestras manos o con nuestros pies. No vamos a la cocina para hacer esto, o al estudio, o al otro lado de la calle o a la escuela. Esto no se hace donde cualquiera pueda verlo. Esto es un asunto del corazón. Recibamos nuestra esperanza. Aceptemos nuestra esperanza. Seamos persona llenas de esperanza. Tengamos esperanza en Dios, porque Dios nos ha hecho promesas y Él es fiel. Él prometió escribir Sus leyes en nuestro corazón (10:16) y obrar en nosotros lo que es agradable delante de Él (13:21); Dios prometió nunca más acordarse de nuestros pecados e iniquidades (10:17); Dios prometió que nos hará perfectos por siempre mediante un único sacrificio (10:14); Dios prometió que nunca nos dejará ni nos desamparará (13:5); y Dios prometió traer bien de todo nuestro dolor (12:10). Y Él cumple Su palabra.

Pero eso no nos proporciona un enfoque suficiente para el día. Dios no nos creó para que nos acurrucáramos debajo de las cobijas y para que tuviéramos esperanza en Dios todo el día en la cama. Sin algún efecto en nuestra vida, la esperanza en Dios sería invisible y no daría ninguna gloria pública al poder de Dios, ni a Su sabiduría, ni a Su bondad ni a Su confiabilidad. Si la acción de tener esperanza en Dios fuera el único objetivo para el cual Él nos creó, entonces el versículo 24 sería palabras fútiles, pero no lo son. Dios nos creó, en primer lugar, para que tuviéramos esperanza en Él, y luego para que hiciéramos visible esa esperanza por medio del efecto que esta tiene en nuestra vida. Ese efecto está descrito en el versículo 24 y debe ser el enfoque de nuestra vida diaria. Por eso nos levantamos cada día.

2. Estimulémonos unos a otros al amor y a las buenas obras

Leamos eso en el versículo 24: "Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras". Ese es el propósito para nuestra vida. Como cristianos esto es a lo que aspiramos desde la mañana hasta la noche. Observemos cuidadosamente que eso no se refiere a lo que podríamos esperar. No expresa que consideremos cómo amarnos unos a otros y hacer buenas obras. Eso sería bíblico y correcto, pero nos referimos a algo diferente: "Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras". Centrémonos en ayudar a los demás a ser personas amorosas. Busquemos estimular a los demás a hacer buenas obras. Y, desde luego, eso significa asimismo que si los demás necesitan ayuda y estimulo nosotros también. Por lo tanto, apuntaríamos a las maneras en que podemos pensar, sentir, hablar y actuar para estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras. El propósito de nuestras vidas no es solo amar y hacer buenas obras, sino también ayudar a estimular a los demás al amor y a las buenas obras.

3. Considerémonos unos a otros

Pero seamos más precisos. Hay algo en este texto que es muy difícil de traducir a nuestra lengua. La palabra "considerar", ("Consideremos cómo...") es utilizada otra vez en el libro, a saber, en Hebreos 3:1, donde el escritor dice: "Considerad a Jesús". Es decir, observarlo, pensar en él, enfocarse en él, estudiarlo, ocupar nuestra mente en él. "Jesús" es el objeto directo del verbo "considerar". "Considerad a Jesús". ¿Considerar qué? Considerar a Jesús. Pues en Hebreos 10:24 la gramática es la misma: el objeto directo de la palabra "considerar" es "unos a otros". Literalmente dice: "Considerémonos unos a otros".

¿Considerar qué?

Considerarnos unos a otros. Pero esto es casi imposible de traducir a nuestra lengua con el resto de la oración porque sería muy irregular. Tendría que ser algo como esto: "Considerémonos unos a otros a la estimulación del amor y de las buenas obras". Es un uso de la lengua terrible —es un buen orden griego de las palabras, pero un uso terrible de nuestra lengua—. Lo mejor que podemos hacer, al parecer, es decir: "Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras".

Pero yo quiero que comprendamos el matiz del original para que podamos sentir la fuerza de esto como objetivo y enfoque diarios para nuestra vida. Este es, literalmente, el llamado de Dios, que nos consideremos unos a otros, es decir, mirarnos unos a otros, pensar unos en otros, enfocarnos unos en otros, estudiarnos unos a otros, ocupar nuestra mente unos en otros. El objetivo de este enfoque en los demás es pensar en maneras de estimularlos al amor y a las buenas obras.

Pensemos en los adolescentes, por ejemplo. Hay muchísimos adolescentes en Belén que están vivos para Dios. Hemos sentido el amor de Dios por nosotros y hemos experimentado el poder de Su perdón. Deseamos hacer Su voluntad. Sin embargo, como la mayoría de las personas, nos levantamos muchos días y sentimos que no tenemos un propósito. ¿Qué sentido tiene? ¿Para qué estudiar? ¿Para qué trabajar? Nos decaemos durante el día y tratamos de sentirnos bien con música, con comida y con amigos, pero no sentimos que haya algún sentido o algún propósito.

Los invito a que escuchen la palabra de Dios en Hebreos 10:24. Cuando nos levantemos en la mañana, consideremos a los demás —pensemos en ellos, tengámoslos en cuenta, razonemos sobre ellos, meditemos sobre ellos, reflexionemos sobre ellos— con este objetivo consciente: ¿Qué podemos hacer hoy para que ellos sean estimulados al amor y a las buenas obras? Ahora bien, existe una razón para vivir y un propósito para todos los días que nunca será aburrido. Cada día es nuevo y distinto. La gente cambia, al igual que sus circunstancias. Nosotros cambiamos. No obstante, el llamado es el mismo: considerar, considerar y considerar a las personas con quienes trataremos hoy. ¿Cómo son ellas? ¿Cómo somos nosotros? ¿Cómo será la situación? ¿Qué ayuda a una persona a ser amorosa? ¿Cuál es el origen de las buenas obras verdaderas? Esta es la razón para vivir que tiene un enfoque suficiente para ser práctica y una grandeza suficiente para durar toda la vida.

Reúnanse y anímense unos a otros

Así que veamos el siguiente versículo para encontrar la respuesta de cómo podemos emprender esto. El versículo 24 nos da el enfoque y la meta: “Consideremos como estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras”. Luego el versículo 25 nos da las instrucciones a continuación. Y dice, " no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros" Dos cosas. Primero, no dejen de congregarse.

Segundo, exhortense los unos a otros. Cuando estaba creciendo yo escuché este versículo que se refería a menudo como un argumento para la asistencia regular a la iglesia. . "No dejen de congregarse todos ustedes – vengan a la iglesia con regularidad". Y esa no es la aplicación incorrecta del texto ya que las más importantes maneras de exhortaciones y estimulaciones que recibimos de la predicación de la palabra de Dios en el poder del Espíritu Santo. (Hebreos 13:22 le llama al libro de hebreos "una palabra de exhortación")

Pero en el contexto, el tipo de congregación en vista parece ser aquella donde los miembros se "exhortan los unos a los otros". El versículo 25 es clarísimo: no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros. El "unos a otros" sugiere que existe algo mutuo. Uno está exhortando a otro y otro está exhortando a uno. Cada uno está haciendo o diciendo algo que exhorta. Si usted pregunta a que corresponde eso en nuestra iglesia, yo diría que los grupos pequeños son lo más cercano - es por esto que considero que este ministerio es absolutamente indispensable. Soy un gran partidario de la predicación. Hay algo de la Palabra de Dios que pide ser anunciada y publicada y regocijada - así como ser discutida y enseñada. Pero no tengo ninguna ilusión que la predicación es suficiente en la vida de un creyente. El Nuevo Testamento, y en especial, este libro de los hebreos nos exhorta una y otra vez a un tipo de ministerio mutuo que involucra a todos los creyentes a exhortar a otros.

Así que, les pido que reflexionen acerca de su vida: Donde está usted en el versículo 25? Hay dos grupos: Aquellos que se congregan para exhortarse los unos a los otros, y aquellos que han formado la costumbre de no congregarse. Observe esa pequeña frase en el versículo 25: Y dice, " no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre". La no - participación en un grupo pequeño puede crear hábito. ¿Cómo le va a usted?

David Livingston está listado al reverso del folleto de culto como "Pastor para ministros para adultos y grupos". Esto significa que él está aquí para ayudarle a romper el hábito de no participar en grupos pequeños. Dios les está llamando, a través de su palabra, a romper el hábito de no participación y para fortalecer el hábito de participar en la unidad de los pequeños grupos donde se animan los unos a los otros. No solo es la manera de estimular a otros al amor y las buenas obras sino que es la manera enfatizada en este escrito.

¿Qué tipo de Ánimo?

Solo nos deja con una última pregunta: ¿Qué tipo de ánimo estimula a otros a amar y a las buenas obras? No es obvio para algunos que esta pregunta tenga algo que ver con Dios. Mucha gente piensa que el amor y las buenas obras son cosas buenas que buscar, y muchos dirían que animando a otros es la manera de hacerlo - y quizás ni sean cristianos. O puedan ser cristianos que ponen muy poco enfoque en Dios. Por ejemplo, en el periódico de ayer, una iglesia fue descrita de tal manera: "mientras que [el pastor] habló de enviar a misioneros, el sentido era que esta congregación existe para alzar el autoestima de sus miembros". Si es o no una descripción correcta de esa iglesia, el punto es éste: muchas iglesias tratan de estimular el amor y las buenas obras de esa manera.

Pero esa no es la manera bíblica. La clave de estimular el amor bíblicamente está expresado en el versículo 23: “Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es El que prometió.” La clave para el amor, en el Nuevo Testamento - el tipo de amor que agranda a Dios y no al hombre - es la esperanza arraigada en la fidelidad de Dios. ¡Estreche su esperanza! ¡Valore su esperanza! Porque Dios es fiel. El cumple sus promesas. Sin este tipo de esperanza, sosteniéndolo día a día a través de todas las frustraciones desalentadoras y las aplastantes decepciones, usted no tendría la fuerza ni la energía o alegría para alentar a alguien al amor y las buenas obras. Pero si usted confía en Dios, no en sí mismo, usted siempre tiene algo alentador y da esperanza para decir, a saber, "se puede confiar en Dios, se puede confiar en Dios. No tengo fuerza pero se puede confiar en Dios".

Recursos para una situación difícil

Permítanme cerrar con una ilustración que aparece nueve versículos mas adelante. ¿Cómo haría usted para alentar y sostener el amor de su grupo pequeño si algunos de ellos fueran a dar a la cárcel en un ambiente hostil? Eso es lo que pasó aquí. Y el resto del grupo sabía que si ellos iban a visitarlos a la cárcel - una reunión de grupo pequeño en la cárcel - todos tendrían graves problemas. ¿Dónde podría usted obtener los recursos - el valor y la gracia para poner su vida y sus pertenencias en peligro - para ir a alentar a sus hermanos y hermanas en prisión?

Para la respuesta vayan a los versículos 34 y 35: “ Porque tuvisteis compasión de los prisioneros y aceptasteis con gozo el despojo de vuestros bienes." Así que fueron a verlos y si se metieron en grandes problemas. ¿Dónde obtuvieron ese valor para amar y para alentar el amor? Siguiente frase: “. . . sabiendo que tenéis para vosotros mismos una mejor y más duradera posesión." Es decir, porque ustedes se aferraron a la confesión de su esperanza. Abrazaron su esperanza. Ustedes valoraron su esperanza en Dios más allá del valor actual de su hogar, y bienes, y hasta la vida. El versículo 35 dice: “Por tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa". Esto es lo que le exhorta a arriesgar su vida, y ese es el mensaje que hay que llevarles. Estimulará el amor en ellos porque lo hizo en usted.

Resumiendo:

1) Haga la meta de su vida el considerar a otros - estudiarlos, conocerlos, entenderlos - con el fin de estimularlos al amor y a las buenas obras. 2) Esté seguro de hacer esto al congregarse a menudo con otros creyentes con el objetivo específico de alentarse el uno al otro. 3) Y haga que el corazón de esa exhortación sean recordatorios de que tan grande es nuestra esperanza en Cristo y que se puede confiar en Dios.

Y al ver el final de la época que se aproxima, el versículo 25 dice, que hagamos esto más no menos. ¿Por qué? Como dijo Jesús, "Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará". Pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo" (Mateo 24:12-13).


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas