Cristo sufrió y murió para librarnos del presente mal

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English: Christ Suffered and Died to Deliver Us from the Present Evil

© Desiring God

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Por John Piper sobre La Muerte de Cristo
Una parte de la serie Taste & See

Traducción por Adriana Quintero


Gálatas 1:4:
Se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre.

Hasta la muerte, o hasta que Cristo regrese para establecer su reino, vivimos en “este presente siglo malo”. Por tanto, cuando la Biblia dice que Cristo se dio a sí mismo “para librarnos de este presente siglo malo”, no significa que nos va a sacar del mundo, sino que nos va a librar del poder del mal en el mundo. Jesús oró por nosotros de esta manera: “No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno” (Juan 17:15).

La razón por la cual Jesús ora para guardarnos “del maligno” es porque “este presente siglo malo” es el siglo cuando a Satanás se le otorga libertad para engañar y destrozar. La Biblia dice: “Todo el mundo yace bajo el poder del maligno” (1 Juan 5:19). El “maligno” es llamado “el dios de este mundo” y su meta principal es cegar a la gente ante la verdad. “El dios de este mundo ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo” (2 Corintios 4:4).

Hasta que despertemos de nuestra oscura condición espiritual, viviremos en sincronía con “este presente siglo malo” y con su soberano. “Anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia” (Efesios 2:2). Sin saberlo, éramos los lacayos del demonio. Lo que parecía libertad era esclavitud. La Biblia habla directamente de las modas, diversiones y adicciones del siglo XXI cuando dice: “Les prometen libertad, mientras que ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues uno es esclavo de aquello que le ha vencido” (2 Pedro 2:19).

El reverberante grito de libertad de la Biblia es: “No os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente” (Romanos 12:2). En otras palabras, ¡seamos libres! No nos dejemos embaucar por los gurús de esta época, quienes están aquí hoy y desaparecen mañana. Una moda esclavizante sigue a otra. En treinta años los tatuajes de hoy no serán marcas de libertad, sino recuerdos imborrables de la conformidad.

La sabiduría de esta época es necedad en vista de la eternidad. “Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios” (1 Corintios 3:18-19). “Porque la palabra de la cruz es necedad para los que se pierden” (1 Corintios 1:18). ¿Cuál es entonces la sabiduría de Dios de esta época? Es la gran muerte liberadora de Jesucristo. Los antiguos discípulos de Jesús dijeron: “Nosotros predicamos a Cristo crucificado, [...] poder de Dios y sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:23-24).

Cuando Cristo fue a la cruz liberó a millones de cautivos. Él desenmascaró el engaño del demonio y le puso fin a su poder. Eso es lo que quiso decir en la víspera de su crucifixión cuando dijo: “Ahora el príncipe de este mundo será echado fuera” (Juan 12:31). No sigamos a un enemigo derrotado; sigamos a Cristo. Es costoso; seremos desterrados en esta época, pero seremos libres.


Citas bíblicas tomadas de LBLA.


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