Perspectivas Luteranas, Episcopales y Católicas del Bautismo Infantil

De Libros y Sermones Bíblicos

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English: Lutheran, Episcopal and Catholic Views of Infant Baptism

© Desiring God

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Por John Piper sobre Bautizo
Una parte de la serie Taste & See

Traducción por Javier Matus


La Confesión de Augsburgo de 1530 es una confesión incipiente de fe luterana, escrita principalmente por Felipe Melancthon y aprobada por Martín Lutero y presentada al rey Carlos V. En el artículo IX, “Del bautismo”, dice:

Del bautismo [las iglesias en común acuerdo entre nosotros] enseñan que es necesario para la salvación, y que por el bautismo se ofrece la gracia de Dios, y que los niños deben ser bautizados; ellos, por el bautismo, siendo ofrecidos a Dios, son recibidos en el favor de Dios. Condenan a los anabautistas que no permiten el bautismo de los niños, y afirman que los niños son salvos sin el bautismo. (Credos de la Cristiandad, Vol. 3, pág. 13)

                                                                                                       * * *

El Libro de Oración Común episcopal (estadounidense, 1789) proporciona un servicio para el bautismo de infantes con los siguientes elementos. Primero hay oraciones: “Te rogamos, por Tus infinitas misericordias, que mires misericordiosamente a este niño; lávalo y santifícalo con el Espíritu Santo; para que él, siendo librado de Tu ira, sea recibido en el arca de la Iglesia de Cristo… Te invocamos por este niño para que, llegando a Tu santo bautismo, pueda recibir el perdón del pecado por medio de la regeneración espiritual”.

Luego está la exhortación: “No duden, pues, sino crean fervientemente, que [Dios] también recibirá favorablemente a este niño presente; que lo abrazará con los brazos de Su misericordia; que le dará la bendición de la vida eterna y le hará partícipe de Su reino eterno”. Luego otra oración: “Da tu Espíritu Santo a este niño, para que nazca de nuevo, y sea hecho heredero de la salvación eterna”. Entonces los padres son llamados las “arras” del niño y realmente hacen votos en nombre del niño: “¿Ustedes, en nombre de este niño, renuncian al diablo y a todas sus obras…? ¿Creen ustedes todos los artículos de la fe cristiana…? ¿Serán bautizados en esta fe…?”. Entonces se da la certeza: “Viendo ahora, amados hermanos, que este niño es regenerado e injertado en el cuerpo de la Iglesia de Cristo, demos gracias”. Finalmente se dan las gracias: “Te damos un gran agradecimiento, Padre misericordioso, que Te ha gustado regenerar a este infante con tu Santo Espíritu, para recibirlo como Tu propio hijo por adopción, y para incorporarlo a Tu santa Iglesia”.

                                                                                                       * * *

El Catecismo Católico, de John Hardon, tiene el emblema católico oficial, lo que significa que el libro es declarado “libre de error doctrinal”. En él, el bautismo es descrito como el sacramento que tiene eficacia “para omitir el pecado original y la culpa verdadera… Infunde en nuestras almas la vida de gracia que Cristo nos ganó por Su muerte y resurrección… A través del bautismo nos unimos a Cristo como cabeza del Cuerpo Místico” (págs. 506-508). Puesto que el bautismo es un acto de salvación, es crucial que los infantes lo reciban. Hardon cita el ritual romano: “La primera consideración es el bienestar del niño, para que no sea privado del beneficio del sacramento… Si el niño está en peligro de muerte, debe ser bautizado sin demora” (pág. 511). Hardon explica: un infante “bautizado por el ritual corto por razones de emergencia, ya ha sido recibido en la Iglesia” (pág. 512).

El Pastor John


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