Rompiendo redes, hundiendo barcas, y salvando a hombres

De Libros y Sermones Bíblicos

Revisión a fecha de 20:27 13 jul 2010; JoyaTeemer (Discusión | contribuciones)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por John Piper
Indice de Autores
Leer más sobre el Evangelismo
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Breaking Nets, Sinking Boats and Saving Men

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por John Piper sobre el Evangelismo

Traducción por Samuel S. Alvarado


Lucas 5:1-11
Aconteció que estando Jesús junto al Lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oir la palabra de Dios. 2 Vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; los pescadores habían descendido de ellas y lavaban sus redes. 3 Entró en una de aquellas barcas, la cual era de Simón y le rogó que la apartara de tierra un poco. Luego, sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. 4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: --Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5 Respondiendo Simón, le dijo: --Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado; pero en tu palabra echaré la red. 6 Cuando lo hicieron, recogieron tal cantidad de peces que su red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que acudieran a ayudarlos. Ellos vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. 8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: --Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. 9 Por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él y de todos los que estaban con él, 10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: --No temas; desde ahora serás pescador de hombres. 11 Trajeron a tierra las barcas y, dejándolo todo, lo siguieron.

Seleccioné esta cita como parte de una serie corta de mensajes de transición mientras que nuestra congregación hace el cambio desde un centro de adoración a dos. Quiero ubicar esta expansión en un contexto bíblico y darle significado como una expresion de los objetivos de Jesucristo. Quiero ver nuestra expansión a Roseville como una expresión del enfoque que tiene Cristo para que los que lo sigan sean más fructíferos en el evangelismo – o como dirían algunos, que seamos ganadores de almas, o como lo expresa la Biblia, "pescadores de hombres," o como lo dirían otros, para que "hagamos discípulos".

Algunos de nosotros creemos que nuestra congregación (Bethlehem) se encuentra en un punto de crecimiento continuo extraordinario. Naturalmente el Señor, como soberano que es, podría deshacer esto en cualquier momento. Él no nos debe nada. Y no merecemos ninguna de las bendiciones que tenemos. Pero considerando lo que ha hecho el Señor con nosotros en la actualidad y en los últimos dos años, podríamos creer que Su misericordia nos favorece. Y por eso debemos hacer las obras mientras que dure el día. La noche viene cuando nadie podrá trabajar.

Hoy siento la responsabilidad de predicar y de orar de tal modo para que lo que suceda en la ubicación de la extensión norte y la del centro sea un provecho nuevo en el evangelismo – más personas que pasan de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz, y del poder de Satanás a Dios, y de la incredulidad a la fe, por medio del testimonio y del amor llenos del poder de Cristo de los miembros de esta iglesia. Las iglesias pueden crecer sin tener estas cosas. Pero el crecimiento sin tener estos factores no es el tipo de crecimiento recomendable. Necesitamos ser más agresivos en dar un testimonio más amoroso que gane a las personas para Cristo y que las envuelva en un compañerismo de creyentes y que los forme en discípulos maduros de Jesús que gozan en comunicar una pasión por la supremacía de Dios por encima de todas las cosas para el gozo de todas las naciones.

Esto es algo que debería de distinguir a Bethlehem en sus dos sitios. Así que observemos lo que hace y dice Jesús en Lucas 5:1-11.

Contenido

El punto de este pasaje

Yo creo que si observamos cómo actuó y habló Jesús en esta situación, y la manera en que narró Lucas el relato, veremos que intencionalmente convierten la pesca milagrosa en el Lago de Genesaret en una parábola sobre la pesca de hombres y mujeres para el reino. En otras palabras, Jesús no solamente enseñó la palabra de Dios mientras que estaba sentado en la barca (vv. 1, 3); sino por sus acciones y palabras les mostró algo de lo que Él espera que hagan sus seguidores para ganar a las personas a la fe.

Creo que en este relato Jesús y Lucas dan una enseñanza principal. Primero la explicaré y luego intentaré mostrarla a partir del pasaje.

Por medio del poder y la autoridad de Jesús, habrá una pesca de multitudes de personas por los seguidores de Jesús que les enseñarán la palabra de Dios, a obedecer los mandamientos de Jesús, a humillarse y a tesorar a Jesús por encima de todas las cosas.

Desglosemos esta enseñanza en sus partes para saber de dónde vienen en el texto. Primero, Jesús dice que se ganarán multitudes enormes de personas por medio de su poder y su autoridad. Escogió Jesús deliberadamente dar la enseñanza desde la barca (versículo 3). De este modo, se transforma la barca en un instrumento de evangelización. Eso prepara el foro para la parábola. La barca es el lugar desde donde se proclama la palabra de Dios a las multitudes y también desde donde se pesca. Luego en el versículo 4 le dice Jesús a Simón que tome esta barca, portadora del evangelio, y que la lleve al agua profunda para pescar. "Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: --Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado; pero en tu palabra echaré la red". Este intercambio de palabras entre Jesús y Simón enfatiza el poder y la autoridad de Jesús que están a punto de mostrarse. Si tú lo dices, yo lo hago. Aun así, ¿de qué nos sirve? Nosotros sabemos de pesca y tú eres un carpintero.

Versículo 6: "Cuando lo hicieron, recogieron tal cantidad de peces (plh/qoj ivcqu,wn polu,), que su red se rompía; 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que acudieran a ayudarlos. Ellos vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían".

Es tan asombrosa la pesca que la red se empieza a romper y se hunden las barcas. En otras palabras, lo que se muestra es lo siguiente: esta pesca, completamente sin precedente se hace en un sitio donde la noche anterior había sido totalmente estéril. Y se efectuó la pesca a la orden de la palabra poderosa y autoritaria de Jesús.

La palabra utilizada para describer la cantidad de pescados es literalmente "gran número" (plh/qoj). Se emplea más de una docena de veces en el libro de Hechos en referencia a la multitud de personas. Esa es la interpretación que Jesús le da en el versículo 10: "Pero Jesús dijo a Simón, ‘No temas; desde ahora serás pescador de hombres.’" El gran número de pescados que se tomó con la red por medio del poder y la autoridad de Jesús sirvió para indicar lo que después sucedería en el libro de Hechos y en otras ocasiones posteriores. Hechos 5:14, "Y más y más creyentes en el Señor, multitud (plh,qh) de hombres y de mujeres, se añadían constantemente al número de ellos." Hechos 14:1, "Aconteció que en Iconio . . . creyó una gran multitud (polu. plh/qoj) tanto de judíos como de griegos".

Y claro, la pesca aquí no es para matar y consumir, sino para salvar y alimentar. No se trata de comparar lo que le sucede a los pescados con lo que le sucede a las personas. Se trata de comparar la confianza que se tiene en Cristo para ayudar a pescar con la confianza en Cristo para ayudarnos a reunir personas para Él. Queremos juntar a las personas para que tengan descanso (Mateo 11:28-30) y gozo (Juan 15:11) y vida eterna (Juan 3:36).

Me reitero en el resumen de este texto: "Por medio del poder y de la autoridad de Jesús, se pescarán multitudes de personas para las bendiciones del reino eterno – para la salvación . . .

. . . por los seguidores de Jesús". Esto se ve claramente en el versículo 10: " Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.’" Así como Jacobo y Juan (v. 10) y Pedro, fueron los humanos pescadores que capturaron los peces, ellos también serán los pescadores de humanos que capturarán a las personas. Las personas vienen por medio del poder y la autoridad de Jesús, pero llegan a través del trabajo evangelístico del hombre. Los conversos llegan a Cristo por el poder de Cristo, pero por medio del hombre como instrumento. "Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra., "Id, pues, y haced discípulos" (Mateo 28:18-19). Para ganar a las personas, Cristo es el poder decisivo y la autoridad, pero los seguidores de Cristo son los instrumentos de ese poder.

Ahora, ¿qué nos dice esta parábola vivida en carne propia por los apóstoles del tipo de personas que salen a ganar a otros para Cristo? Nos interesa saberlo porque queremos orar para ser igual y hacer lo mismo.

En el pasaje veo cuatro cosas que nos contestan la pregunta: "Por el poder y la autoridad de Jesús, se pescarán multitudes de personas para las bendiciones del reino eterno por los seguidores de Jesús que . . .

. . . enseñan la palabra de Dios.

Esto lo deduzco de los versículos 1 y 3. Versículo 1: " Y aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre El para oír la palabra de Dios, estando Jesús junto al lago de Genesaret." Lucas expresa claramente lo que Jesús llevó a esta oportunidad de pesca de humanos. Él llevó la palabra de Dios. Si nos atrevemos a hacer la analogía: la palabra es la carnada para la pesca de humanos. Esto es lo que atrae la multitud de peces humanos. Un enjambre de personas se agolpaba sobre Él para escuchar la palabra de Dios.

De hecho, esta carnada da honra a Dios. La palabra de Dios es la palabra más grande que existe. La palabra de Dios no es una cancioncita para manipular a clientes para que compren un producto. La palabra de Dios es la verdad que busca librar la mente racional y ganar los afectos auténticos de la persona. Jamás debemos de sentir vergüenza cuando pescamos con la palabra de Dios. Se trata de hablar la verdad, no de practicar una técnica.

Luego Jesús se prepara para la parábola al tomar la decision de enseñar la palabra de Dios desde una barca. Versículos 2-3: "Vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara de tierra un poco; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca." Así como Jesús juntó a un grupo de personas con la palabra de Dios desde una barca de pesca, igualmente Pedro y los seguidores de Jesús reunirán a las personas como si ellos fueran pescadores de hombres con la palabra de Dios como carnada.

Creo que es significante observar que Él "enseñó" a la gente. Versículo 3: "Y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca." A veces proclamaba, y en otras ocasiones enseñaba. En la actualidad, ambas acciones son importantes en la vida de la iglesia. Pero soy de la opinión que en nuestro tipo de evangelismo – ser pescadores de hombres con la palabra de Dios como carnada – debe de involucrar mucha enseñanza, y mucha explicación.

Vivimos en una sociedad que desconoce la verdadera naturaleza de Dios y el evangelio. Desconocen la naturaleza del pecado con referencia a Dios, lo que significa la gloria de Dios y lo que es la ley; no saben quién es Cristo ni lo que aconteció en la cruz; desconocen la fe y no saben lo que es el amor ni lo que significa el cielo o el infierno. Por lo tanto, para ganar a estas personas, tenemos que desarrollar ciertas estructuras de enseñanzas. Y no me refiero solamente a la enseñanza formal ni tampoco a compartir testimonios cortos o dar vistazos rápidos de Jesús. Debemos de desarrollar modos de ofrecer más de Cristo a los incrédulos para que puedan responder de una manera positiva al mensaje completo. Seamos más creativos y agresivos en nuestro amor por la gente perdida y planifiquemos más para encontrar modos de mostrarles más y más la verdad de Jesús. Jesús se subió a la barca y enseñó desde ella para mostrarles la pesca de hombres.

Esto parece ser el modo en que Pablo también lo hizo. En Hechos 19:9-10 Lucas reporta que Pablo "discutía diariamente en la escuela de Tirano [o sea, enseñó]. 10 Esto continuó por dos años, de manera que todos los que vivían en Asia oyeron la palabra del Señor, tanto judíos como griegos." Qué estrategia tan maravillosa de plantar una iglesia: ¡enseñar diariamente durante dos años a los incrédulos en un área pública acerca del punto de vista cristiano!

Esa es la primera marca de los discípulos que son pescadores de hombres. Enseñan la palabra de Dios. La segunda es que . . .

. . . obedecen los mandatos de Jesús.

Cuando Jesús le dijo a Simón en el versículo 4 que saliera a la parte más profunda, "Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes’" (v. 5). Si no hubiera obedecido Simón, probablemente no hubiera ocurrido la pesca. Jesús pudo haber hecho que saltasen los peces del agua a la barca pero ese no era su modo normal de actuar. Él nos llama para que seamos sus instrumentos para la pesca de hombres. Y como ejemplo, nos da a Pedro. No un ejemplo perfecto, pero de todos modos bueno.

Pedro no se ve como si estuviera desbordándose de fe. "Maestro, hemos trabajado toda la noche. Nosotros sabemos de pescar. Tú no. Ya no hay peces aquí; además, estamos agotados. Nos desvelamos toda la noche." Son muchos los pretextos que podemos dar para no salir a la pesca de hombres. Aun así, ¿acaso no es alentador ver que el Señor no rechaza la actitud de Pedro sino que acepta su obediencia a medias y de todos modos hace el milagro? He escuchado docenas de testimonios de este tipo. Estaba cansado. No me pareció un momento oportuno para hablar de Cristo . . . pero lo hice, y el grandioso Cristo, que jamás se cansa, obró. Uno de los hermanos en la junta de oración del viernes nos platicó de una situación sorprendente en la que tuve la oportunidad esta semana de llevar alguien a Cristo. Nunca vamos a encontrar el momento oportuno. Y el corazón jamás será perfecto. Pero Cristo honra los esfuerzos sencillos que hacemos para obedecerle.

Así que la segunda marca de un pescador de hombres es que el pescador obedece a Jesús.

La tercera marca es la siguiente: los que salen a la pesca de hombres . . .

. . . se humillan.

Cuando Pedro y los demás vieron la bendición que Jesús les había dado – el modo en que los utilizó para pescar - a pesar de que ellos mostraron una obediencia a medias – el versículo 8 nos dice, "Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!’". ¡Cómo nos es necesario sentir esta experiencia en carne propia!

Es lo contrario a decir: "¡Qué chévere! ¡Mira cómo nos bendice el Señor cuando obedecemos a Jesús! Jamás habíamos logrado una pesca tan grande. ¡Podríamos comercializar esta idea! Podríamos iniciar un movimiento. Vamos a llamarle, ‘Confía en Jesús, ¡pesca con la cruz!’ ¡Ajá! ¡Vamos a Roseville a conquistar!’ Rotundamente no. Cuando vio Pedro la gracia – gracia pura – se sintió completamente inmerecido y lo dijo. Esta actitud de humildad es el punto indicado de inicio en la evangelización. Una actitud arrogante por parte de las personas que dan testimionio contradice el mensaje de gracia. Tengamos conciencia del hecho de que el grupo que se va a Roseville es un grupo de pecadores con una capacidad imperfecta y a medias para obedecer; pecadores justificados que se sienten totalmente inmerecidos de cada bendición que han recibido incluyendo su salvación. Con una conciencia así, es posible que pudiéremos estar listos para pescar.

Cómo quisiera que todos los congregantes de Bethlehem leyeran el libro de Jonathan Edwards, The Religious Affections (Los Afectos Religiosos), especialmente el capítulo de "Evangelical Humiliation," (Humillación Evangélica) donde él afirma:

“Un verdadero amor cristiano, ya sea hacia Dios o hacia los hombres, es un amor humilde de corazón partido. Los anhelos de los santos, aun los más profundos, son anhelos humildes: su esperanza es una de humildad; y su gozo, aun cuando es indescriptible, y lleno de gloria, es un gozo humilde y de corazon partido, y hace que el cristiano sea más pobre todavía en espíritu, con mayor semejanza a un niño, y con mayor disposición a un comportamiento universalmente de humildad”. (Religious Affections, Yale, 1959, pp. 339f.) Hemos estudiado tres distintivos de un pescador de hombres fiel: enseña la palabra de Dios, obedece los mandatos de Jesús, y se humilla. Finalmente, un pescador de hombres fructífero . . .

. . . atesora a Cristo por encima de todo.

En el versículo 10b "Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres’". Porque Él sabía que un día moriría por los pecados de Pedro (San Marcos 10:45), y extrae Jesús el temor paralizante de su humildad y deja en su lugar una docilidad sin miedo y una ternura valiente. Pedro y Jacobo y Juan responden con un corazón desbordándose con el valor de conocer a Jesús: "Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, le siguieron". Así es cómo se sigue a Jesús: para nosotros Él vale más que todas las cosas (ver Lucas 14:33). “Estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor”. (Filipenses 3:8).

Esta es mi oración para la mitad de nosotros que nos preparamos para dejar nuestra comodidad e irnos hacia el norte para adorar en un lugar desconocido - un sacrificio de poca significación: Qué el poder y la autoridad de Cristo Jesús mueva multitudes de personas a las bendiciones del reino eterno por medio de sus discípulos en Bethlehem quienes enseñan la palabra de Dios, obedecen los mandatos de Jesús, se humillan, y atesoran a Cristo por encima de todo.


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas