¿Por Qué los Grupos Pequeños?/Toma a este grupo y aduéñate de él!
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Greg Somerville
sobre Grupos Pequeños
Capítulo 5 del Libro ¿Por Qué los Grupos Pequeños?
Traducción por Antonio Canchola Castro
Comencemos con una historia de dos autos: un viejo Plymouth Voyager y un nuevo y reluciente Lincoln Continental. Tuve la oportunidad de manejar ambos el año pasado pero los traté bastante diferente.
La minivan Plymouth se veía como si hubiera sido propiedad y usada por una guardería de segunda clase. Había huellas de pie en el vinilo y huellas de nariz en las ventanas. Las migajas de galleta ensuciaban el piso. Nueces, rocas, envoltura de goma de mascar y otros objetos propios de un coleccionista llenaban los espacios para poner los vasos. En las grietas entre los asientos encontré una amplia variedad de restos arqueológicos. Y a juzgar por el olor, las ventanas se habían quedado abiertas durante una serie de fuertes tormentas eléctricas.
Era un vehículo bastante usado.
El Lincoln, por otro lado, parecía haber salido de la línea de montaje unos momentos antes de que yo me sentara al volante. Los tapetes no estaban pegajosos con refresco derramado. El espejo retrovisor no había sido despegado y colocado tres veces. La alfombra no estaba encharcada con algún fluido del motor no identificado. El odómetro no había llegado siquiera a mil, mucho menos cien mil. Y el olor, ¿sólo son los hombres quienes lo notan?, el olor de un interior de piel nuevo, sin manchas de plátanos podridos ni vómito y todas las otras fragancias de una camioneta familiar.
Era un auto hermoso…pero era rentado y lo traté de esa manera. Lo llené con gasolina barata. Arranqué rápido y frené bruscamente. No lo lavé ni lo aspiré ni cambié el aceite. Y para el tiempo en que lo regresé al lote de renta, los limpios tapetes estaban llenos de mugre y arena.
Mi Plymouth Voyager no tiene mayor atractivo pero es mía. (¡Y ya está pagada!) La lavo, le cambio el aceite, le reviso la presión de aire de las llantas, la aspiro cuando las migajas de las galletas suben de nivel. Esta mañana la dejé en un taller confiando en que su diestro personal en Paintmasters pueda enderezar una salpicadura que recién recibió un golpe. Mi vehículo se ve peor que nunca pero es mío. El auto rentado no lo era. Y eso explica porqué trato mejor a un vieja minivan que como lo hice con el nuevo Lincoln Continental.
El asunto es la propiedad. No solo la propiedad afecta la forma en que cuidamos de nuestros autos, casas y jardines sino que determina cuanto o cuan poco invertimos en nuestros grupos pequeños o grupos de casa.
¿Piensa usted en su grupo como su grupo?
¿Es dueño de su grupo y su visión? ¿O simplemente renta una silla los jueves por la noche?
Como líder de un grupo, con frecuencia no tengo que hacerme estas preguntas. Por supuesto que soy el propietario. Se supone que debo conducir mediante el ejemplo en la adoración, en oración, en la discusión y el compañerismo. Si solo me presento y sonrío hay una buena oportunidad de que la reunión se desplome. (No obstante Dios es lo suficientemente generoso para compadecerse de incluso el líder más incompetente!).
Recientemente, sin embargo, mi amigo Jim ha estado conduciendo nuestras discusiones. Esto le ha dado a él una gran oportunidad de crecer en liderazgo… y me ha dado a mí una magnífica oportunidad de afinar mi pereza. De pronto no parece tan importante que yo estudie el libro por adelantado. No tengo la presión de pensar en preguntas que le ayuden a los otros a aplicar lo que están aprendiendo. Durante esta temporada, Jim es el que está teniendo que discernir a dónde mueve el Espíritu la discusión y no yo. ¿Adivinen quién ha revisado el material 30 minutos antes de que inicie la reunión? ¡Correcto! Como resultado, no solo descuidé alimentar mi alma, sino que disminuí la calidad de mi contribución a la discusión grupal.
Si usted de ve como el propietario de su grupo tomará en serio los deberes. Llegará a tiempo. Trabajará para que el grupo sea un éxito. Pero si solo está rentando el lugar no estará motivado para invertir en usted. Podrá adaptarse para el viaje pero cuando el grupo caiga en un bache o se requiera de algún mantenimiento, usted puede decidir buscar un grupo nuevo en lugar de mirar bajo la tapa del motor y ayudar a hacer las reparaciones.
Un testimonio
Cuando mi esposo Scott y yo asistimos a nuestra primera reunión de grupo de casa hace cinco años, el líder pidió a cada una de las personas que expresara agradecimiento por algo. Cuando tuve que hablar, le pedí a todos que por favor miraran a las cortinas en lugar de mirarme a mí. Seguí asistiendo pero con frecuencia me quedaba callada, especialmente si había personas que no conociera. Pensé que mi falta de participación se debía a” inseguridad (Ahora conozco la definición bíblica de “temor del hombre” que es un pecado). El jueves pasado había más de una docena de personas en nuestra reunión de mujeres, incluyendo a varias que yo no conocía bien. Y pensé “Ya no estoy más asustada de hablar.” He cambiado completamente. Creo que 1 Juan 4:18 describe lo que yo he experimentado. “ El amor perfecto aleja el temor.” Mi temor fue sacado por el amor de las personas en nuestro grupo. Nos alentamos unos a otros. Nos servimos unos a otros en aspectos prácticos. Apenas la semana pasada, mientras compartía una prueba por la que atravesábamos mi esposo y yo, las personas clamaron conmigo y oraron por nosotros. Recientemente mi pastor me pidió hablar a toda la iglesia acerca de vencer el temor al hombre. Le dije a las personas que yo estaba enfrentando mi temor cuando les hablaba a ellos- ¡y que Dios me había liberado! Más tarde, esa misma tarde, fue casa por casa en nuestro vecindario informando a las personas de un evento cristiano próximo. ¡Me siento tan libre! ¡Quiero hacerlo de nuevo!
-Lisa Adams (Indiana, PA)
Su grupo podrá no ser un Lincoln Continental nuevo. Puede ser un Ford Escort 86’ con llantas lisas y un radiador que gotea. ¡Pero es suyo! Y usted es responsable de cuidar de él. Mire con cuidado lo que Pablo dijo a la iglesia en Éfeso: “de quién [refiriéndose a Cristo] todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro[1], produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor” (Efesios 4:16).
Un grupo pequeño o de casa no pertenece al líder. Le pertenece a Dios y a cada miembro. Cada miembro es un dueño. Cada miembro es igualmente responsable de asegurarse que el grupo glorifique a Dios. Y a menos que Dios le llame a usted a un grupo diferente, usted tiene el privilegio de hacer que este funcione lo mejor posible.
Contenido |
Todos el mundo tiene un trabajo
Mi vecino de al lado tiene el mejor prado de nuestra calle. Ha sido dueño de su propiedad por más de 30 años y ahora que está retirado, pasa mucho de su tiempo embelleciéndolo. Por el contrario, el hombre que vive atravesando la calle es una historia distinta. Cuando el auto de su esposa obstruye el carril de entrada, simplemente conduce su camión a través del pasto. Los grandes surcos en el pasto no le molestan. ¿Por qué? Porque el es un arrendatario y sabe que eventualmente se cambiará de allí. Alguien más tendrá la responsabilidad de resembrar el pasto. No es su trabajo.
En un grupo pequeño todo el mundo tiene un trabajo. Por esa razón los pastores de mi iglesia han escrito una “Descripción de Trabajos del miembro del grupo de casa” (vea la página___). En él se explica lo que se espera de cada miembro. Mientras lo lea, tome nota de que supone un alto grado de apropiación.
¿Se imaginó que su trabajo era tan grande? ¡Es tan importante! “Ningún miembro de la iglesia debe estar aislado o no involucrado”, escribe Brent Detwiler. “Solo por medio de su involucramiento entusiasta la iglesia será capaz de hacer todo lo que Dios le ha llamado a hacer.”
¿Qué es lo que hace exitoso a un grupo?
Suponga usted que R.C. Sproul enseñara a su grupo de casa, Larnelle Harris dirigiera la alabanza, Billy Graham supervisara el alcance evangelístico, y la Madre Teresa coordinara sus proyectos de servicio. ¿No sería acaso fantástico? ¿Puede imaginarse el potencial que tendría su grupo?
Sin embargo, por lo que conozco, el grupo casi fracasaría. Porque a la sombra de líderes tan dotados usted estaría tentado a dejar el ministerio a los “expertos” y descuidaría su propia responsabilidad. Y los grupos pequeños no tienen éxito a menos que quienes componen todo el grupo trabajen juntos.
No se requiere un líder altamente dotado para construir un gran grupo. Se requieren en cambio hombres y mujeres que estén dedicados a aplicar la Escritura, a practicar el compañerismo, a servir a su iglesia y a compartir el evangelio.
Pablo expresa la esencia de la comunidad cristiana, y de los grupos de casa, en estos exigentes versículos:
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la oración. Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados. Sed hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuraciones. Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndoos los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. (1 Pedro 4:7-10)
Por más de siete años he disfrutado el privilegio de conducir un grupo que vive por los principios de este pasaje. Estos hombres y mujeres se disciplinan a ellos mismos para orar. Se aman unos a otros profundamente. Se extienden hospitalidad mutuamente. Y lo mejor de todo, se sirven unos a otros con los dones y la gracia que Dios les ha dado. No de manera perfecta, por supuesto,- todos tenemos muchas áreas para crecer. Pero por medio de su servicio fiel y creativo en la iglesia y en la comunidad, ellos traen mucha alabanza a Dios.
Su líder de grupo de casa podrá nunca enseñar a nivel de seminario. Su líder de alabanza probablemente no lanzará su propio CD pronto. Pero a los ojos de Dios, su grupo puede ser un éxito total…he aquí cómo.
Hambre por conocer de Dios. La mayor y más simple contribución que usted pueda hacer a su grupo de casa es su propia búsqueda apasionada de Dios. Esto es cierto por dos razones.
En la medida en que usted estudie con diligencia la Palabra de Dios, ore, alabe, confiese sus pecados, de testimonio a no cristianos y cultive las varias expresiones de una fe cristiana sana, su celo influirá en el grupo entero. Su pasión estimulará a otros “al amor y a las buenas obras” (Hebreos 10:24). ¿Se da cuenta que su ejemplo puede lograr mucho mas que un mes de enseñanza y exhortaciones del líder? Usted es la prueba de que una vida apasionada es posible… y no solo para los líderes.
Además, en la medida en que se esfuerce por un conocimiento más profundo de Dios, Él se revelará a usted. Le dará discernimiento acerca de su amor paternal, o comprensión de su santidad. Pero esto no es solo para su beneficio. Son también para el grupo. En la medida en que obtenga las riquezas de la gracia y amor de Dios y comparta estos descubrimientos con los integrantes del grupo, usted los hallará enriquecidos también.
Ame la iglesia. Tarde o temprano su líder de grupo (u otro miembro) hará algo que a usted no le guste. Tal vez se trate de algo menor, una tarea no placentera o una solicitud inconveniente. Pero si se trata de algo mayor, ¿qué es lo que le va a detener a usted de buscar “pastos más verdes”?
Suponga que su líder le pide que alcance a un nuevo miembro del grupo- alguien de otra cultura con un acento marcado y costumbres diferentes. Suponga que él lo reta a ayunar por un par de días, o a participar en una marcha a favor de la vida, o a pasar un sábado ayudando con su proyecto de servicio de la iglesia. ¿Qué pasa si otro miembro del grupo lo confronta a usted (y no con tacto) acerca de la manera en que sus hijos se comportaron durante del día de campo grupal?
Usted encontrará más fácil responder si ama de manera genuina a la iglesia, sus líderes y la prioridad que ellos le conceden a los grupos de casa. Jesús dio su vida alegremente por la iglesia. Para hacer de su grupo un éxito, esté preparado para ceder algunas cosas también. Puede no ser confortable; puede forzarlo a hacer algo que nunca ha hecho. Pero por el amor de Cristo y de su iglesia, de lo mejor.
Comprenda su “descripción de puesto de trabajo”. Pienso que se puede especular con cierta seguridad respecto a que la mayoría de los miembros de los grupos pequeños tienen expectativas claras respecto a su líder pero expectativas vagas (o inexistentes) de ellos mismos. Nunca han comprendido, o abrazado, su papel como copropietarios en el grupo. Como resultado, el grupo nunca se acerca a su potencial, incluso si tienen un líder sobresaliente.
En uno de los márgenes en nuestra siguiente página se enlistan las expectativas que mi iglesia tiene de los miembros de los grupos pequeños. Como podrán ustedes ver, ¡son bastante específicas y retadoras! Su iglesia podrá no definir la membresía de los grupos pequeños en la forma en que la mía lo ha hecho, pero este tipo de “descripción de puesto de trabajo” es invaluable. Encuentre cuáles son las expectativas de su pastor respecto de los miembros de los grupos en su iglesia , y entonces ¡comience a hacer su trabajo!
Asuma que su líder no es Sherlock Holmes. ¡Cómo quisiera tener yo el don de ese venerable detective! Me serviría a mí, (y al grupo) si yo pudiera solo mirar a una pareja y decir, “Ah, sí, conflicto marital # 174: Él pensó que servía a la familia trayendo pizza a casa (observe los restos de pepperoni bajo la uña de su pulgar izquierdo) y ella rompe en sollozos. ¿Porqué? Fíjese en la calculadora asomando fuera de su bolsa de mano- ella está convencida de que él está despilfarrando el dinero de la familia y llevándolos en línea recta a la quiebra. Elemental mi querido Watson. He aquí todo lo que necesitan hacer…”
A su líder seguramente le gustaría este tipo de discernimiento también pero dudo que lo tenga. No le haga adivinar cómo le va a usted, cómo se siente, cuando tiene luchas. Por favor no dude de su interés sólo por el hecho de que no puede leer su mente. Él se quiere involucrar pero necesita que usted le diga cuándo y cómo.
En ocasiones usted tendrá que decirle dos veces al líder o más. Si yo me diera una patada cada vez que he fallado en dar seguimiento cada vez que un integrante del grupo me pidió una opinión, estaría negro y azul. Cuando usted ha compartido una necesidad y el líder la ha olvidado en apariencia, no se retraiga en una concha pecaminosa de autocompasión. Compártalo de nuevo. Demuestre el valor de ser vulnerable. Dios le dará gracia si se humilla a usted mismo.
Comparta también lo malo. Una de las mejores formas de hacer que su grupo se exitoso es confesar sus propios pecados. Justo la semana anterior, dos mujeres de mi grupo compartieron detalles específicos acerca de los pecados con los que estaban batallando. . ¡Qué impacto tuvo eso! Mucho tiempo después, una vez que habíamos olvidado el material que estudiamos esa noche (que era relativo a sobreponerse al pecado), nuestro grupo recordaría las confesiones que dieron estas damas. Ellas demostraron lo que estábamos discutiendo. Ellas dieron vida a la lección.
Una confesión honesta puede transformar una reunión de superficial a abierta. Sea humilde. Sea honesto. Por otro lado, sea sabio –algunas confesiones deben ser compartidas privadamente o en grupos del mismo género. “La confesión comienza con arrepentimiento,” escribe Richard Foster, “pero culmina con alegría. Hay celebración en el perdón de los pecados porque este se convierte en una vida genuinamente transformada.” No solo usted recibirá la gracia de Dios cuando confiese su pecado, sino que el grupo entero será estimulado.
Descripción de puesto de trabajo
Propósito:
Aplicar la Palabra de Dios y desarrollar relaciones con el propósito de lograr madurez, servicio y alcance.
Capacidades:
- Membresía en la iglesia y un compromiso con su liderazgo, misión y ministerio.
- Capacidad para participar en el grupo sin interrumpir o monopolizar el tiempo y la atención del grupo (Los asuntos graves deben ser sometidos a un pastor).
Metas espirituales:
- Vidas devocional consistente
- Aplicación específica de la Palabra de Dios en la vida diaria
- Relaciones crecientes con cónyuge e hijos (si es aplicable)
- Relaciones crecientes con otros miembros del grupo pequeño
- Servicio significativo en la iglesia por medio del uso de los dones espirituales
- Involucramiento en evangelismo de amistad
Responsabilidades personales:
- Participe en todas las funciones de la estructura de la iglesia y de la esfera ministerial.
- Llegue a tiempo a las reuniones de grupos pequeños, proyectos de servicio, eventos sociales y funciones de alcance.
- Termine sus deberes y venga a las reuniones preparado para participar
- Construya relaciones significativas con otros miembros del grupo fuera de las reuniones programadas
- Abra su vida a otros siendo honesto, transparente y enseñable.
- Apoye el liderazgo del líder del grupo pequeño
Tenga expectativas realistas. Uno de estos días usted se dará cuenta de que el líder del grupo tiene problemas, igual que usted. Quizá él no conozca la Biblia tan bien como usted. Parecerá no ser lo suficientemente apasionado o dotado. Como resultado, usted podrá encontrar difícil seguir o respetar su liderazgo. Pero ultimadamente, el problema surge de sus expectativas, no de sus atributos.
Su líder de grupo no es su pastor. Nadie espera que lo sea. Su propósito principal es crear un contexto donde los miembros del grupo puedan aplicar la Palabra de Dios y cuidar unos de otros. Comprenda su función y le será más fácil aceptar sus limitaciones.
Reúnanse fuera de la reunión. Algunos de los miembros de mi grupo pequeño han tenido la audacia de reunirse fuera de nuestras reuniones. Aparentemente piensan que pueden crecer en su relación alejados de mi liderazgo. Planeo suprimir esta práctica por supuesto, tan pronto como encuentre a quién lo está haciendo. Pero este grupo se está entretejiendo con tal cohesión que ¡no estoy seguro que alguien confiese!
Abra su hogar. Usted podrá no tener la casa más grande o agradable del grupo pero ofrézcase para ser anfitrión de reuniones, alcances o tiempos de hospitalidad. Al abrir su hogar, usted se abre y clava otro clavo en el ataud del orgullo. Si su hogar es el más bonito del grupo, usted puede enfrentar otras tentaciones para evitar la hospitalidad- ¡especialmente si el grupo incluye docenas de niños! Recuerde que los primeros cristianos “ tenían todas las cosas en común” (Hechos 2:44)- incluso si eso significaba el equivalente en el primer siglo de manchas de helado en la alfombra o huellas de dedos de niños en las paredes.
¡Abra la boca! Algunos requieren poco aliento en este aspecto. Ellos pueden saltar esta sugerencia. Pero en el grupo que yo conduzco, las personas son tan amables y humildes y auto controladas…que a veces puede ser muy callado. A veces la prudencia nos mantiene callados (Proverbios 17:28). Con mayor frecuencia, el orgullo (disfrazado como temor o timidez) es el culpable verdadero. Es el orgullo el que nos dice que solo debemos hablar cuando tengamos un profundo discernimiento o un testimonio maravilloso. Sin embargo, con frecuencia el Espíritu Santo usará su comentario simple y honesto para hablar directamente al corazón de alguien. No deje que el orgullo prive al grupo completo de sus valiosas contribuciones.
Sea constructivo, no destructivo. Semanas atrás de yo fuera a la universidad, supe que compartiría la habitación con el campeón nacional de debate de ese año. Rápidamente resolví que haría lo mejor a mi alcance para evitar discutir con este sujeto. Y tuvo resultados.
- “Mi trabajo no me permite tomar el tiempo para estas reuniones.”
- “¿Realmente Dios espera que yo ame a un cónyuge como el mío o la mía?”
- Me está costando trabajo confiar en Dios en esta situación.”
- “Este es el grupo más lamentable al que haya asistido.”
- “¿No parece que al pastor le falta visión para la iglesia?”
- “Me rehuso a confiar en un Dios que envía al infierno a los pecadores.”
La mayoría de los grupos incluyen al menos a un miembro que tiene una destreza para convertir las discusiones en debates. En su carta a Tito, Pablo nos previene en contra de aquellos que se involucran en “controversias necias” y discusiones y contiendas sin provecho (Tito 3.9). Usted puede ser del tipo de quienes disfrutan un buen debate, y eso es magnífico- a su debido tiempo. Pero cuando las discusiones del grupo pequeño se caldean, emplee sus dones de comunicación para ayudar al líder a resolver estos aspectos. Busque formas de ayudar a otros a reconocer y aplicar la verdad bíblica.
Ríase con las bromas del líder. Esto es absolutamente esencial. Sin embargo, puede no ser fácil. La conciencia de la oportunidad, la forma de expresarse y el sentido del humor de su líder pueden ser tan pobres que reirse violaría su sentido de integridad. En ese caso le recomiendo que invierta en una cinta grabada con risas. Esconder una grabadora bajo un asiento por lo general resulta bien. Solo asegúrese que no se encienda accidentalmente mientras alguien solloza en respuesta a una convicción de pecado…
Sirva en el “comité consultivo”. Cada miembro tiene la responsabilidad de dar retroalimentación y sugerencias al líder. Recuerde: este es su grupo, no solo de él. ¿Cuáles son sus fortalezas? ¿Cómo puede mejorarse? ¿sabe usted de un libro o una grabación que pueda beneficiar a todo el grupo? ¿Está dando el líder suficiente dirección? ¿Demasiada? ¿Le parece excesivo que el grupo se reuna siete noches por semana? Comparta sus pensamientos con el líder, entonces confíe en sus decisiones. Puede ser que él no de saltos de alegría sobre su primera idea pero no se rinda. Siga trayendo sugerencias. Él lo apreciará.
Ore cuando esté en camino. Mientras conduce a su reunión, en lugar de hacer lo que hace normalmente en el camino a su grupo pequeño- discutir con su cónyuge, o pensar en un problema sin resolver en el trabajo, o tratar de adivinar las preguntas extrañas que los Dorkenschmidts preguntarán esta noche, ¿por qué no orar? Pídale a Dios que envíe al Espíritu Santo con poder. Pídale que guíe a su líder. Pídale que bendiga a los otros miembros. Y pídale que le ayude a participar con entusiasmo en la alabanza. Puedo casi garantizarle que unos cuantos minutos de oración en el camino transformarán sus reuniones.
Una noche yo estaba dirigiendo una discusión que era tan dinámica que el individuo sentado a mi lado se durmió…con su cabeza recostada en mi hombro. Lo dejé estar ahí por un rato, considerando que el sueño le era probablemente más benéfico que mi enseñanza..
-Mickey Connoly (Charlotte, NC)
Una vez que tenga esto dominado, considere el orar por el grupo sobre una base regular. Trato de orar por cada uno de los miembros de mi grupo varias veces a la semana. ¿Sabe usted lo que pasa cuando lo hago? Obtengo discernimiento sobre cómo puedo servirlos y alentarlos. Lo mejor de todo, mi afecto por ellos se profundiza mientras trabajo con ellos en oración. Pudiera no parecer mucho, pero su intercesión por el grupo producirá grandes resultados.
Otorgue sus dones. Veamos nuevamente ese pasaje de la primera epístola de Pedro:
Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndoos los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve, que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo, (1 Pedro 4:10-11)
Sea que usted se percate o no, Dios le ha dado al menos un don espiritual. Tal vez usted tenga un don de dar, o de fe o de piedad. Sus talentos pueden residir en las áreas de la música o la administración. (El Nuevo Testamento ofrece listas de dones espirituales en Romanos 12, 1ª Corintios 12 y en Efesios 4.) Con independencia del don, este viene de Dios y le ha sido dado a usted con un propósito- servir a otros y glorificar a Dios. He aquí unos cuantos lineamientos para emplear estos dones en una forma que complazca a Aquel que nos los dio:
Sea humilde. Necesitamos evitar los dos tropiezos del orgullo: la ausencia de naturalidad y la autoexaltación. Recientemente, una mujer de mi grupo compartió una bella profecía urgiéndonos a abrazar el propósito de Dios durante la “lluvia” de las dificultades de la vida. Afecto a todos los presentes. Pero como ella lo confesó más tarde, ella estuvo a punto de no compartir eso con el grupo por el temor de lo que otros pudieran pensar. ¡Qué pérdida hubiera sido! Dentro de tres años, si ella continua ejercitando y refinando este don, ella posiblemente podría deslizarse al otros extremo del espectro y asumir que su don le confiere un estatus espiritual más elevado. Esa forma de orgullo ofendería también al Espíritu. Para administrar fielmente la gracia de Dios mediante dones espirituales, necesitamos una mezcla especial de determinación y humildad.
Sea fiel. Si usted practica emplear su don, éste se incrementará y fortalecerá. Si deja de usar un don, este tenderá a marchitarse. Este principio se enseña claramente en Mateo 25. ¿Recuerda la historia de los siervos y los talentos? Jesús exaltó a los dos siervos que duplicaron su dinero mediante fiel inversión pero condenó fuertemente al siervo que enterró el dinero en la tierra. La historia nos debe sacudir. Debemos invertir los dones de Dios con cuidado.
-Jack Deere
Sea dependiente. Para servir a Dios y a otros de manera efectiva con estos dones, debemos hacerlo “con la fuerza que Dios provee”. Usted podrá sentir que no tiene mucho que ofrecer al grupo…¡y está en lo correcto! Pero Dios lo tiene, y Él quiere hacerlo a través de usted. No solo los dones vienen de Él sino también la fuerza y la destreza para administrar esos dones “para edificar el cuerpo de Cristo” (Efesios 4:12).
Su grupo pequeño proporciona el contexto ideal para que usted practique emplear los dones que Dios le dio. Piense acerca de formas específicas en que pueda invertir e incrementarlos. Obtenga sugerencias de su líder del grupo. Pida a Dios que le de más de manera que a su vez usted pueda dar mas al grupo. Ya sea que Él le haya llamado a la profecía o a la hospitalidad o exhortación o servicio, usted comience a emplear allí sus dones.
- Coordinar los refrigerios
- Conservar una bitácora de oración
- Supervisar el cuidado de los niños
- Ser anfitrión de reuniones
- Conducir la alabanza
- Guiar la discusión
- Organizar alcances
- Hacer llamadas telefónicas
- Otras____________
Sea voluntario para servir. ¿Quién está a cargo de los refrigerios? ¿Quién lleva el registro de los cumpleaños? ¿Quién hace las llamadas telefónicas para anunciar un cambio en las reuniones? ¿Quién administra los alcances? ¿Quién pone al tanto a las personas que faltaron a la reunión? El líder que tenga que hacer todo esto no tendrá tiempo para guiar. Ayúdele usted, y con ello al grupo entero, asumiendo algunas de estas tareas.
Un líder de grupo pequeño de mi iglesia desarrolló una lista de oportunidades de servicio dentro del grupo, completada con descripciones de trabajo para cada uno. Usted querrá apartar una reunión para hablar acerca de cómo dividir las tareas. En la medida en que el grupo se vuelva más fructífero, usted tendrá el gozo de saber que usted contribuyó a que eso sucediera.
Espere reuniones “asombrosas”. En el cuarto capítulo de Hechos leemos que una reunión bastante significativa de un grupo pequeño, Pedro y Juan acaban de ser interrogados por los dirigentes judíos, quienes les han ordenado dejar de predicar en el nombre de Jesús. Luego de desoir audazmente sus amenazas, Pedro y Juan regresaron con los otros discípulos que estaban reunidos en el aposento alto. Ellos dieron un informe completo y entonces los creyentes oraron. ¿Lo hicieron para pedir a Dios que los protegiera, que los escudara en contra de la persecución? ¡No, ellos oraron para que Dios los hiciera aun más valientes! Y la Escritura nos dice los resultados: “Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor (Hechos 4:31).
No estoy sugiriendo que cada reunión exitosa de un grupo pequeño deba concluir con un terremoto. Pero debemos estar concientes del potencial existente cuando nos reunimos. ¡El mismo Señor que sacudió ese aposento alto y sacudió las cadenas de la muerte esta entre nosotros!
Si usted está más emocionado con el café y las galletas que de estar con Dios, algo está muy mal. ¡Eleve sus expectativas! Agite su espíritu anticipando la presencia poderosa de Dios. Espere ver al Espíritu Santo trabajando activamente entre ustedes!
Conserve la misión en mente. Saber que mi grupo pequeño es del tamaño o un poco mayor de la mayoría de los equipos que plantan iglesias me resulta bastante serio. Cuando escucho de un equipo que planta una iglesia que es enviado, espero plenamente que se multiplique hasta que haya logrado un impacto duradero en la ciudad que tiene como objetivo. ¿Tengo expectativas similares con mi grupo pequeño? Los dones podrán no ser tan grandes pero nosotros debemos ser capaces de dejar una marca en nuestros vecindarios para Jesucristo.
Dios es responsable de construir su iglesia y está empleando a los grupos pequeños en forma efectiva para ese propósito. Él podía haber elegido hacer todo el trabajo. Pero en lugar de ello ha creado una estructura en la cual usted juega un papel fundamental.
No se requiere de un líder sumamente dotado para edificar un gran grupo. Se le requiere a usted. Usted debe ser el dueño. Usted debe orar por él e invertir en él. Sea que se sienta calificado o no, usted y los otros miembros del grupo deberá usar sus dones “sirviéndoos los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.”(1ª Pedro 4:10). En la medida en que usted se humille, se aplique y se entregue a Dios y aquellos que ha colocado en su entorno, usted tendrá el gozo de hacer un éxito de su grupo pequeño.
DISCUSIÓN EN EL GRUPO
- Si su grupo fuera un automóvil, ¿qué tipo de auto sería? ¿Un Porsche nuevo?¿Una minivan de 12 años? ¿Un Humvee? ¿Algo más?
- Se espera que el propietario de una casa haga cosas como segar el pasto y cortar los bordes. ¿qué tipo de responsabilidades piensa que deberá tener el propietario de un grupo pequeño?
- Antes de leer el presente capítulo, ¿pensó usted que el líder del grupo era responsable del éxito de éste?
- Lea 1ª Pedro 4:7-10. ¿Qué puede suceder si usted tratara de servir a su grupo sin la fuerza que Dios provee?
- ¿Le sorprendió alguna de las descripciones de trabajo de la página___?
- La mayor contribución que usted puede hacer a su grupo, dice el autor, es su propia búsqueda de Dios. ¿Cómo podría usted calificar su pasión por Dios en este momento? (1=helada, 10= al rojo vivo)
- ¿Estaría usted deseoso de confesar un pecado en el contexto de este grupo? , Si no, ¿porqué?
- Nombre algo que este grupo haga bien.
- ¿Espera usted que Dios participe de manera poderosa en las reuniones del grupo?
- ¿En qué formas piensa usted que el grupo pudiera mejorar?
LECTURAS RECOMENDADAS
Life Together por Dietrich Bonhoeffer, San Francisco, CA, Harper & Row, 1954. NT
The Mark of the Christian, Francis Schaeffer, Downers Grove, IL, InterVarsity Press, 1970.
- ↑ Subrayado por el autor.
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