Como ser interesante y poco útil

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English: How to Be Interesting and Unhelpful

© Desiring God

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Por John Piper sobre La Predicación y la Enseñanza

Traducción por Desiring God


El tema de esta pequeña exhortación es que, en el manejo de las Escrituras, la santificación y la especulación suben y bajan en proporción inversa. Cuando la especulación aumenta, la santificación disminuye. A más suposición, menos bendición.

Pocos darían su vida por una especulación. Pocos se sacarían un ojo o se cortarían la mano debido a una suposición. Las suposiciones producen exposiciones débiles.

Este es el tipo de cosas que tengo en mente.

Los predicadores, maestros, y líderes de estudio bíblico en ocasiones se sienten tentados a especular porque las "posibilidades" son muy interesantes.

Ver lo que hay

Mi punto es que la gente necesita alimentos sólidos, no una posible comida. Necesitan una palabra segura de Dios, no una conjetura de hombres. Necesitan un "Así dice el Señor," bíblico no un "Tal vez Dios dijo."

Un desvío homilético fascinante de cinco minutos acerca de lo que podría haber sucedido en Corinto detrás de tal o cual texto es una pérdida de precioso tiempo. Y creo que entrena a nuestra congregación para esperar intervalos de entretenimiento histórico, y erróneamente creer que estos son conocimiento profundo y alimento espiritual.

Lo que hay en el texto de las Escrituras es insondable, asombrosamente interesante, y provocativo. No es necesaria la especulación para mantener el interés de la gente. Si un pastor encuentra que lo que podría haber sido es más interesante que lo que en realidad hay en el texto, necesita más poder de observación, no más poder de especulación. Necesita sentir mejor lo maravilloso de aquello que es, no una mayor fascinación por lo que pudo haber sido.

¿Qué hay de la poesía?

Dos consideraciones:

1. La poesía y la predicación no son lo mismo. No son lo mismo la ficción que ilumina y la exposición autoritativa. Me encanta la poesía y la ficción. Son algo inventivo por naturaleza, y también tienen su lugar y su potencial. Pero el poder santificador que tienen depende de forma decisiva de las profundas verdades que transmiten, no de las estructuras imaginativas que las sostienen.

2. Cuando un texto de las Escrituras es aparentemente contradictorio, y hay poco acuerdo acerca de cuál es la solución al dilema, es útil que la gente vea una o dos soluciones posibles y plausibles. Estas serán más o menos especulativas. Le diremos a nuestra gente que no estamos seguros de la respuesta. No queremos que tomen nuestras conjeturas como si fuesen la palabra de Dios, pero las ofreceremos, para que puedan al menos ver ahí la posibilidad de una solución en lugar de una contradicción.

Profundizar Más

Por eso digo de nuevo: la mayor necesidad que existe en el púlpito y las aulas no es la de pasar tiempo especulando acerca de cuál podría haber sido el caso, sino la de profundizar en lo que realmente está en el texto. Muchos de nosotros todavía estamos arañando la superficie.

Si sabemos de algo que a ciencia cierta no está en la Biblia, y vemos que en verdad arroja luz sobre ella, eso es otra cuestión. Que así sea. Sin embargo, mi sensación es que la literatura secundaria no es más fácil de interpretar que la Biblia, lo cual significa que los textos secundarios no son más claros que los textos bíblicos que supuestamente iluminan. Es dañino enseñar a los seminaristas a ver la Biblia como si esta necesitara ayuda exterior, a la vez que no observamos el hecho de que los documentos externos también necesitan ayuda exterior.

Los pastores y maestros tienen un tiempo muy limitado para el estudio. El océano de las Escrituras que pueden entenderse contextualmente es inmenso. Mi ruego es simple: profundicen en lo que hay.


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