Este Melquisedec

De Libros y Sermones Bíblicos

“Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo…” (Heb. 7:1).

- Hebreos 7:1

Tertuliano, uno de los padres de la iglesia, una vez dijo que la sangre de los mártires es la semilla de la iglesia. Su punto era que la profesión consistente de la fe, aún hasta el punto de ser muerto por los impíos, es un mucho mejor testimonio de la verdad de Cristo que cualquier otra cosa que un cristiano pueda decir o hacer. Cuando un creyente se somete a la espada antes de negar a Cristo, el mundo entiende que Cristo es el Señor.

El público original de la carta a los Hebreos se enfrentó a la posibilidad de la espada. Como tal, muchos de ellos se vieron tentados a abandonar a Cristo por la seguridad del Antiguo Pacto. Frente a este problema, el autor de Hebreos escribió una carta destacando la superioridad de Cristo a los ángeles y a Moisés, ambas dos figuras clave del Antiguo Pacto (1:1-3:19). La superioridad de Cristo exige que nos aferremos a la fe que nos ha sido dada para comprobar nuestra elección y evitar la posibilidad temerosa de la apostasía (4:1-6:12). Podemos aferrarnos a nuestra esperanza de salvación en Cristo, porque Dios ha prometido bendecirnos con esta salvación y ha jurado que esta salvación sin duda se cumplirá (6:13-18). Esta esperanza de la salvación encuentra su fundamento firme en el templo celestial, donde Cristo ha entrado como nuestro precursor y donde Él sirve en el orden sacerdotal de Melquisedec (6:19-20).

Hebreos 7 deja claro que la posición de Cristo como sacerdote según el orden de Melquisedec es una razón importante por la que sería inútil volver al Antiguo Pacto. En el Antiguo Testamento, encontramos al rey-sacerdote Melquisedec sólo en Génesis 14 y el Salmo 110. Estos dos capítulos enigmáticos fueron suficientes para generar una gran especulación acerca de Melquisedec en la época en que escribió el autor de Hebreos. Muchos judíos creían que iba a jugar un gran papel en el establecimiento del gobierno mesiánico. Algunos esenios, por ejemplo, creyeron que Melquisedec los iba a librar de los siervos de Belial (judíos infieles).

Sabemos que el papel de Melquisedec en la historia de la redención es mayor de lo que Abraham pudo haber creído inicialmente debido a la referencia al sacerdocio eterno de Melquisedec en el Salmo 110. Pero Dios no explicaría plenamente su importancia hasta que movió al autor de Hebreos a escribir su carta. En los próximos días, veremos a Melquisedec y trataremos de entender por qué su sacerdocio anticipa el sacerdocio perfecto y eterno de Cristo.

Coram Deo

Lea el relato de Melquisedec y Abraham en Génesis 14:17-24, en preparación para nuestro estudio en los próximos días. Tenga en cuenta que incluso en los primeros días de la redención, Dios envió al rey de Salem para bendecir a Su pueblo. Tome tiempo para considerar cómo usted ha sido bendecido por Cristo, el Rey final de Jerusalén.

Pasajes para Estudio Adicional

Gen. 14:17-24
Sal. 110
Mat. 21:1-11
Ap. 21:9-27