Pacto de Obras II

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English: Covenant of Works II

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Por Ligonier Ministries Staff sobre Los Pactos
Una parte de la serie Tabletalk

Traducción por Javier Matus


“Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” (Gén. 3:19).

- Génesis 3

Dios entró en un pacto de obras con Adán cuando fue creado y colocado en el Jardín del Edén. Durante el período de prueba que definió la vida de Adán en el jardín, él era bueno, pero no perfecto. Si obedecía a Dios, podría haber obtenido justicia positiva y hacerse “mejor” a los ojos de Dios. Pero también era posible para él desobedecer a Dios y caer de la gracia para con Él.

La prueba de Dios de la obediencia de Adán se centró alrededor del “árbol de la ciencia del bien y del mal” (Génesis 2:17). Este era el único árbol del cual Adán no podía comer, y Adán pudo haber demostrado su obediencia y confianza en el Señor si no hubiera comido de él.

La tentación de la serpiente en Génesis 3 nos muestra que Adán y Eva sí tenían algo del conocimiento del bien y del mal antes de comer de este árbol. Después de todo, sabían que era bueno obedecer el mandato de Dios, y sabían que era malo desobedecer Su mandato. La serpiente no dijo que iban a obtener un conocimiento del bien y el mal si comían del fruto. Más bien, dijo que si comían del fruto que serían “como Dios, sabiendo el bien y el mal” (v. 5). En esencia, la serpiente los tentó a ser como el Altísimo. Los tentó a buscar ser agentes autónomos, a negar la suficiencia de los mandamientos de Dios, y a comer el fruto como si no tuvieran necesidad de responderle a nadie. Él los estaba tentado a pensar que eran, y deberían ser, totalmente independientes de Dios.

Sin embargo, Adán, al igual que nosotros, no era autónomo. Dios nos dice lo que es correcto e incorrecto, y no tenemos derecho de cuestionar Su sabiduría. Adán y Eva comieron del fruto y fueron maldecidos. Esta maldición tiene muchos aspectos: dificultad en el trabajo (Génesis 3:17-18), dificultad en el parto (v. 16), y la muerte (v. 19). También se les prohibió el acceso al árbol de la vida (v. 22-24).

Sin embargo, Adán y Eva no murieron de inmediato. A pesar de que Dios prometió la muerte, Él decidió retrasar la muerte para ellos, para que ellos, y sus descendientes, pudiesen encontrar el arrepentimiento. Él mató a un animal y los vistió (v. 21). Tipológicamente, este evento apunta hacia el día en que el propio Hijo de Dios sería muerto y cuando Su pueblo se vestiría con la justicia de Cristo. El pacto de obras se había roto, pero Dios ya estaba obrando con gracia para restaurar Su creación.

Coram Deo

Es en medio de la maldición por causa del fracaso de Adán para mantener el pacto de obras que vemos anunciado por primera vez el pacto de gracia. Dios prometió aplastar la cabeza de la serpiente (Gén. 3:14-15), aunque Su imagen había caído. Recuerde que aún en medio de Su maldición, Dios da gracia a Su creación.

Pasajes para Estudio Adicional

Gén. 6:5-7
Hos. 6:1-10
1 Cor. 15:22
Gal. 3:10


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