La Iglesia Deliberante/El Rol del Pastor

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English: The Deliberate Church/The Role of the Pastor

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Por Mark Dever sobre Ministerio Pastoral
Capítulo 13 del Libro La Iglesia Deliberante

Traducción por 9Marks


Ahora que nos hemos introducido tanto al entendimiento específico de la iglesia[1] y al modelo específico de la adoración corporativa (vea los capítulos 6-7), es tiempo de pensar mas en particular acera del rol del pastor, tanto en el liderazgo de la iglesia en general y en la reunión corporativa de adoración de la iglesia local.

Contenido

Practicante de las Marcas[2]

Como hemos descubierto en la introducción, la singularidad de la iglesia esta en el mensaje del evangelio, el cual es dramatizado en las ordenanzas del bautismo y la Cena del Señor. No es sorprendente, que los reformadores del siglo dieciséis estaban ansiosos, por esos motivos, de definir la verdadera iglesia en términos de la correcta predicación de la Palabra y la correcta administración de las ordenanzas.

La naturaleza de la verdadera iglesia, en cambio, tiene implicaciones importantes para la naturaleza del verdadero pastor. Si una verdadera iglesia se distingue así misma del mundo y de las falsas iglesias por la predicación y las ordenanzas, entonces tiene sentido que el líder mas visible de la iglesia deba ser un practicante de esas marcas. En otras palabras, el pastor debe estar dirigiendo en una manera en que guíe a la iglesia a ser la iglesia.

El rol más importante y fundamental del pastor es predicar el evangelio claramente. La primacía de la predicación nunca cambiará, no importa la etapa de vida en que la iglesia este. Ya sea que su iglesia tenga 6 meses o de 60 años de antigüedad, ya sea que el pastor tenga 5 o 50 años de experiencia, ya sea que la iglesia tenga 5 o 5,000 miembros, la predicación siempre será primordial porque la iglesia es distinguida del mundo al vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mat. 4:4). Mientras que no queremos abrir una brecha entre la predicación y las ordenanzas, es aun apropiado decir que la predicación del evangelio es prioridad sobre las ordenanzas porque es la predicación del evangelio lo que informa a nuestro entendimiento de lo que esta simbolizado en el bautismo y la Cena del Señor.

Esto, sin embargo, en ninguna manera denigra la importancia de la correcta administración de las ordenanzas. Administrar correctamente el bautismo y la Cena del Señor es crucial en la fidelidad pastoral. Esto es debido, hablando en general, a que el bautismo cuida la puerta principal de la iglesia, mientras que la Cena del Señor cuida la puerta trasera. El bautismo administrado apropiadamente (i.e., el bautismo solo de creyentes sobre la base de una profesión de fe creíble) ayuda a asegurar que solos los creyentes genuinos sean admitidos en la membresía de la iglesia. La comunión administrada apropiadamente (i.e., la comunión dada solo a los miembros de buena reputación en las iglesias evangélicas) ayuda a asegurar que aquellos que estén bajo la disciplina de la iglesia por pecados no arrepentidos no escandalicen a la iglesia, coman y beban juicio para sí mismos por participar de la Cena del Señor (1 Cor. 11:29).

La Enseñanza es el Todo

La enseñanza es el todo. No quiero decir que la enseñanza es la única cosa que un pastor debe hacer. Ni estoy defendiendo la ortodoxia sin vida. Lo que quiero decir es que todo lo que sucede al frente en una reunión de adoración corporativa es parte del ministerio de enseñanza de la iglesia. Todo es enseñanza, sea su intención o no. Los cantos enseñan doctrina a las personas y afectos apropiados a Dios. Sus oraciones (o la falta de ellas) enseñan a las personas a como orar por si mismas. Los tipos de oraciones que usted hace (o el no orar) enseñan a las personas acerca de las diferencias importantes entre las oraciones de adoración, confesión, gratitud, y súplica. La manera en que usted administre las ordenanzas enseña a las personas acerca de su significado, y aun el significado del evangelio. Su predicación enseña a las personas como estudiar y usar la Biblia apropiadamente. Todo desde el llamado a la adoración hasta la bendición cuenta como enseñanza. La enseñanza es el todo.

Si usted es el principal pastor predicador en su iglesia, entonces Dios en cierta manera lo hará responsable de todo lo que sucede al frente en las reuniones corporativas de adoración de su iglesia. Parte de su rol, entonces, es ser tan intencional como deliberante como usted pueda acerca de la planeación de estos servicios en una manera que se conforme a la centralidad de Dios y a la centralidad del evangelio de la iglesia. Sea práctico en planear los servicios de adoración corporativa. Escoja himnos y coros de adoración que sean ricos en las glorias del carácter de Dios y sus obras, que levanten nuestra mirada de nosotros mismos hacia Cristo y Su cruz. Escoja música que lleve la intención de letras teo-céntricas y llame la atención a la obra del Espíritu en la vida de la iglesia[3].

Al dirigir el servicio del domingo por la mañana, haga oraciones que estén saturadas con el uso correcto de la Escritura –quizás una parte de las Escrituras que se lean en el servicio, o el pasaje que sea predicado en esa mañana. Incluya oraciones de adoración, confesión, gratitud, y suplica corporativa para que usted pueda modelar un sano estilo de vida de oración para la congregación. Predique sermones que presenten la idea principal que el pasaje esta haciendo para que ellos modelen un estudio y aplicación responsable de la Biblia. Deje que el tema teológico principal del pasaje que este predicando este presente en los cantos que se estén entonando y aun en algunas de las oraciones que se lleven a cabo.

Esto significará en su ministerio que usted necesitará que periódicamente tome tiempo en su calendario (dos o tres día) para planear los servicios por adelantado –quizás tres o cuatro meses de servicios de tiempo. Esto será un duro trabajo al principio, pero lo liberará de crear servicios completos que manifiesten una temática continua, y lo liberará de la presión de planear los servicios semana por semana conforme sucedan.

GABINETE DE ESTRATEGIA
  1. ¿Cuáles so las dos prioridades principales del pastor? Y ¿Por qué es cierto, bíblicamente?
  2. ¿Qué otras demandas invaden las responsabilidades principales del pastor? Y ¿Por qué suceden?
  3. ¿Cuáles son algunas maneras en que usted puede mantener estas otras demandas de excluir las que son principales?
  4. ¿Por qué planea sus servicios de adoración corporativos de la manera en que lo hace? ¿Hay necesidad de cambiarla?

El Día a Día

“¿Qué tanto hace usted toda la semana?” Ah, si solo supieran. Si usted es el pastor principal, entonces mucho de su tiempo debe ser invertido en preparar la enseñanza pública de la iglesia. “Predique la Palabra” es su mandato bíblico fundamental (2 Tim. 4:2). No es nada raro, especialmente para pastores jóvenes o nuevos, pasar veinticinco horas por semana en la preparación del sermón y en el estudio para otras oportunidades de enseñanza. La exposición es difícil, gloriosa obra. El pastor principal también prepara y dirige las reuniones administrativas, las reuniones de los ancianos, visita y discipula a la congregación –sin mencionar el sinnúmero de conversaciones (agradables o no) un pastor es llamado a navegar durante la semana. Ya que la mayoría de estas responsabilidades son manejadas en otro lugar, concentrémonos aquí en dirigir una reunión administrativa piadosa y provechosa.

Al ir creciendo la iglesia, y su necesidad de respaldar el personal incrementa, el pastor principal necesitará ser el único que mantienen a todos en la misma página y supervisa los ministerios de los otros miembros del personal, es provechoso comenzar leyendo y orando a través de la Escritura –normalmente el pasaje que será predicado el domingo que sigue. Es también sabio incluir un breve tiempo de oración por la congregación–quizás una página del directorio de la membresía cada semana, confiando que todo el personal se comprometa a orar a través de la pagina cada día en su propio tiempo personal con el Señor. Usted podría pensar en artículos breves alentadores para repartir y que sean leídos por las personas como parte regular del desarrollo del personal y la edificación del equipo. Usted puede tomar tiempo ocasionalmente en pedir opiniones sobre un tema en general o artículos que toquen la iglesia, dando al personal la oportunidad de pensar en temas prácticos y teológicos por unos minutos. O usted puede periódicamente bendecir al personal particularmente con un libro teológico o biografía estimulante para su propio gozo y aliento.

Sería de mucha ayuda para usted, también, tener algún sistema que los mantenga a la par en lo que las personas estén haciendo, sin hacerlos sentir acosados. Los reportes del personalsemanales pueden ser una gran herramienta –yo los recibo de nuestros miembros del personal cada semana. Pero si usted decide esperar a que salgan de su personal, asegúrese de evitar hacer sentir a las personas que usted tenga expectaciones irreales. Provéales de dirección y fije un paso de trabajo duro, pero comunicando cantidades generosas de gracia y paciencia conforme vaya. Cree una atmósfera gentil y agradecida entre el personal. Dirija expresando gratitud- modele confianza en la soberanía de Dios siendo lento para la frustración y la impaciencia en conversaciones con los miembros. Ninguna de estas características espirituales vienen naturalmente a las personas pecadoras como nosotros. Ore que el Señor lo capacite por Su Espíritu a crecer y dirigir en esta manera.

Las reuniones del personal son también el mejor tiempo para fijar asuntos de calendario. Estos incluyen asuntos que tiene que ver con la vida corporativa de la iglesia, como las reuniones próximas de los miembros, las clases de los nuevos miembros, bautismos, servicios de comunión, conferencias, y cosas semejantes. También incluyen los asuntos de coordinación de personas, como el quien predicará o enseñara en los diferentes servicios, quien esta enseñando las clases de los nuevos miembros, quien es responsable de conducir la siguiente boda o funeral, quien dará seguimiento a los detalles y decisiones con respecto a las conversaciones con miembros en particular, quienes investigarán o propondrán un plan de estudios de enseñanza para adultos, quienes van de vacaciones y cuando, que ministerios necesitan líderes de reemplazo, compromisos externos de pláticas para el pastor y un sinfín de otros asuntos.

Esto es mucho que cubrir. Al mismo tiempo, es bueno mantener la reunión del personal lo más breve y alentadora posible. Trate de mantener las cosas moviéndose a paso vigoroso pero en paz. El resentimiento puede desarrollarse silenciosamente a veces si las reuniones de personal se hablan y hablan con monotonía, no importa que tan qué animada piense usted que puedan ser. Dos horas deben ser lo máximo que dure, especialmente si se reúnen cada semana.

Respecto al programa en general del pastor, le animo a observar disciplina. “Ejercítate para la piedad” (1 Tim. 4:7). Establezca un programa y sosténgalo. Hágase de una rutina sana. Determine períodos semanales, mensual o aun trimestrales de preparación del sermón, estudiar otras enseñanzas bíblicas, oración personal y por la congregación, organización, conversación (discipulando, aconsejando, en llamadas telefónicas), visitando (hospitales, hogares, etc.), desarrollar la lectura, planeación del servicio, cualesquier otros deberes pastorales a los cuales el Señor le ha llamado. El que fracasa en planear, planea fracasar. Tome tiempo hoy para decidir cuando usted hará estas cosas durante la semana, durante el mes o durante el año. Póngalo en el calendario y llévelo a cabo cuando el Señor se lo permita. De lo contrario, el ministerio podría derrumbarse por todos lados y presentar desafíos a nuestras familias y ministerios que pudieran ser dominados con una mejor previsión y autodisciplina.

Dios le ha confiado con solo un numero finito de horas y días. Adminístrelos muy bien para Su gloria, para el bienestar de su familia, y para la edificación de la iglesia.

Las Tres G’s (Graze, Guide, Guard)

El ministerio pastoral puede ser resumido con tres obligaciones generales: apacentar, guiar y vigilar.

Apacentar. La primer responsabilidad del pastor es alimentar a las ovejas con la Palabra de Dios (Juan 21:15-17; 2 Tim. 4:2). Un pastor simplemente no puede ser fiel a su tarea si el no alimenta bien al rebaño (Ezeq.34:2-3, 13-14; 1 Tim. 3:2; Tito 1:9). El debe proveer pastos verdes en los cuales puedan descansar y pastar (Sal. 23:1-2). Asegúrese de que exista tanto leche para el recién nacido (1 Ped. 2:2) como carne para el maduro (Heb. 5:11-14). Aclarando el evangelio para los incrédulos y cristianos de nombre y aclarando sus implicaciones continuas para los creyentes genuinos[4]. Un hombre puede tener una personalidad carismática; puede ser un administrador dotado y un suave orador; el puede estar armado con un programa impresionante; el puede aun tener la destreza de un político y las habilidades comprensivas de un consejero; pero hará que las ovejas se mueran de hambre si no puede alimentar al pueblo de Dios con la Palabra de Dios. Los programas y las personalidades son prescindibles. Pero sin comida, las ovejas morirán[5]. Alimentar al rebaño es por lo tanto la primera prioridad del pastor. “Apacienta mis corderos” (Juan 21:15).

Guiar. Las ovejas necesitan ser guiadas, no solo alimentadas (Sal. 23:3-4). Guiar a las ovejas significa que debemos estar al frente para que ellas puedan seguirnos a pastos verdes. Esto, alternadamente significa que debemos iniciar conversaciones piadosas y hacer estrategia para la extensión del evangelio, así como establecer ejemplos piadosos en la manera en que vivimos y guiamos (1 Tim. 4:12; 1 Ped. 5:1-5). El liderazgo en la iglesia también significa equipar a las personas con lo que necesitan para el crecimiento espiritual y para el ministerio (Efes. 4:11-13), y servirles en una manera que cultive una cultura de liderazgo servicial e imitar la escala de valores del Salvador (Marcos 10:45; Juan 13:1-17). No menos de las funciones de guiar es mantener a las ovejas juntas y traer de nuevo a las descarriadas (Ezeq. 34:4-12, 16). Esta función de guiar, sin embargo, puede ser realizada en una manera piadosa solo cuando el pastor mismo vigila muy de cerca su propia vida y la doctrina (1 Tim 4:16). Todas se perderán si la mirada del pastor es descuidada.

Vigilar. Un pastor fiel siempre esta alerta ante los depredadores y se expondrá al peligro a favor del rebaño cuando surja la necesidad (Juan 10:12-15). La mayoría de estos depredadores vendrán en forma de maestros quienes torcerán la verdad (Hechos 20:28-31), por esto los pastores y ancianos son llamados a ser hombres que puedan “exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen” (Tito 1:9). Algunas veces somos los que debemos saber como distender una situación potencialmente divisiva. Otras veces somos llamados a participar en una batalla doctrinal sobre asuntos insignificantes –aquellos que afectan el evangelio y la seguridad interna de la iglesia.

Cuando esto sucede, es una parte de nuestra responsabilidad protectora de la iglesia local a la que servimos de participar en una controversia doctrinal para la claridad del evangelio y el bienestar de la iglesia. En esta manera, no solo somos guardianes del rebaño sino que guardamos “el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros” (2 Tim. 1:14).

  1. Vea la introducción.
  2. Para un tratamiento mas detallado sobre el pastor como practicante de las marcas de la verdadera iglesia, vea el artículo de Mark Dever “The Noble Task”(La Tarea Noble) en Polity: Biblical Arguments on How to Conduct Church Life (Sistema de Gobierno: Argumentos Bíblicos sobre Como Conducir la Vida de la Iglesia) (Washington, D.C.: 9 Marks Ministries, 2001).
  3. El criterio para escoger música apropiada será tratado en el capítulo 12
  4. La mejor manera de cumplir ambos objetivos en el mismo sermón es predicar mensajes evangelísticos expositivos –sermones que tomen el punto del pasaje como el punto de el mensaje y que claramente presente el evangelio como la obra natural de leer cada pasaje con los lentes del evangelio (Lucas 24:25-27, 45-47).
  5. Es por esto porque la iglesia que busca un pastor no debe enamorarse d e una personalidad efervescente o un programa novedoso que un pastor pueda traer, sino que debe examinar si capacidad de alimentar a la congregación con la leche y la carne de la Palabra de Dios. Deben de consultar a las iglesias anteriores del ministerio de un hombre. Su predicación (apoyada por su carácter) es lo que guiará a la iglesia hacia delante o la llevará a tierra. Las iglesias que están luchando para abrirse camino no serán renovadas adoptando un programa innovador. Serán renovadas por una predicación fiel del evangelio.

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