Una oración en respuesta a la tragedia de Newtown, CT

De Libros y Sermones Bíblicos

Jesús lloró. Juán 11:35

Querido Señor Jesús, nos abandonamos a tí esta noche -venimos corriendo con nuestras lágrimas y temores, nuestra ira y nuestra angustia, nuestro lamento y nuestra añoranza. Nos desplomamos en tu presencia, con la seguridad de tu bienvenida, necesitados de las misericordias de tu corazón.

Algunas historias son simplemente demasiado para asumirlas; algunas maldades son demasiado grandes para ser concebidas; algunas pérdidas están más allá de toda medida. Necesitamos tus lágrimas y tu fuerza esta noche. El que tú llorases en el exterior de la tumba de un amigo amado, nos libera a nosotros para sollozar y gemir; el que vencieses a la muerte con la tuya, nos da libertad para tener esperanza y esperar.

Pero volvemos nuestros pensamientos desde nosotros mismos hacia las familias que han sufrido una inconcebible violación de su corazón y de toda sensibilidad. Trae tu presencia para soportar, Señor Jesús, por tu Espíritu y a través de tu pueblo. Que tus siervos lloren con aquellos que lloran y se lamenten con los que se lamentan. Extiende tu mano enjugadora de lágrimas -toca esta tragedia con una gracia aún mayor.

Clamamos por los niños de Newtown, aquellos afectados más directamente por este mal, y por los niños de todo nuestro país y del mundo, cuyos pequeños corazones están tambaleándose de miedo y terror. Da a los padres sabiduría y amabilidad, mientras buscan amar bien a sus hijos, esta noche y en los días venideros. Levanta consejeros y cuidadores capaces para servir a aquellos más traumatizados.

Por último, Señor Jesús, clamamos en voz alta, ¿Cuánto tiempo, oh, Señor? ¿Cuánto tiempo antes de que vuelvas para erradicar todo el mal, redimir todas las tragedias, y hacer todas las cosas nuevas? ¿Cuánto tiempo, oh, Señor, cuánto tiempo? Tu Novia llora y te espera. En tu misericordioso y poderoso nombre te oramos.