¿En qué formas puedo animar a mi mentor?

De Libros y Sermones Bíblicos

La siguiente es una transcripción editada del audio.

Como joven cristiano, a menudo es un mentor de mayor edad el que me aconseja. Me cuesta saber cómo animarlo, porque siento que soy el alumno. ¿Cuáles son algunas formas en las que puedo animarlo a cambio?

El pecado en el corazón de un mentor quiere que usted le dé mucha importancia al decir cosas buenas sobre su forma de consejería. La rectitud en el corazón de un mentor quiere que usted le dé mucha importancia a Dios y a Cristo debido a lo que el mentor le ha señalado o modelado para usted.

Este segundo, de hecho, lo animará por haber hecho algo de manera correcta, lo cual no es un mal sentimiento. Pero necesita ser del modo correcto por el amor a Dios y correcto por el amor a Cristo, no solo, "Realmente necesito cumplidos, realmente necesito afirmación".

Así que le diría a la persona que está siendo asesorada que describa de manera significativa cómo ha logrado que en su vida se haya hecho un bien que provoque exaltar a Cristo. Describa lo que está logrando ver acerca de Cristo. Describa las experiencias que está teniendo en el ministerio y en la vida que muestren el desborde y el fruto de la relación de asesoría.

No crea que tiene que pensar en una lista de cosas buenas sobre su mentor. El motivo de su vida, si es un hombre piadoso, es lograr un cambio en usted y la gloria de Dios en su vida. ¡Así que hable de eso! Hable de Dios y hable del ministerio. Eso sería lo principal.

En segundo lugar, le diría que ore por él y que le pregunte cómo puede orar por él. Los mentores no están por encima de la necesidad de la oración.

Y, en tercer lugar, sea un buen pensador y oyente. En otras palabras, si él le está señalando algo, mostrándole algo, explicándole algo, ¡esté atento! Esté ahí emocionalmente y esté ahí con su entendimiento. Un estudiante atento y deseoso de aprender comunica con su lenguaje corporal: "Estoy esperando algo valioso aquí" y eso honra al mentor.