Establece la banda sonora de tu mente

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English: Set the Soundtrack of Your Mind

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Por David Mathis sobre Santificación y Crecimiento

Traducción por Carlos Diaz


Contenido

Cómo obtener más de los momentos difíciles

Dejen sus metes en piloto automático, y las distracciones dictarán sus vidas. Antepongan sus mentes, y Dios lo hará.

La pregunta no es si pueden controlar sus mentes. Ustedes pueden hacerlo. Pueden derrotar las distracciones. La pregunta es lo que harán con esta capacidad otorgada por Dios. ¿A cuál estrella del norte restablecerán regularmente su orientación? Si eligen bordear, y no hacer un esfuerzo específico para concentrar su atención en algo en particular, sus pensamientos y meditaciones irán hacia algún lugar. Sus mentes se predeterminarán a algo.

¿Estaremos preocupados con un deporte o equipo favorito, en cómo nos vemos, cuánto dinero hacermos, qué tan reconocidos somos, qué nos gustaría comprar o tener, qué mejoras nos gustaría hacerle a nuestros hogares? ¿O pondremos un esfuerzo mental para que nuestras mentes en el “hogar” sean las cosas de Dios (Mateo 16:23), su Hijo (Colosenses 3:1–3), y su Espíritu (Romanos 8:5–7)?

En otras palabras, ¿elevaremos nuestros veleros a los vientos del mundo, y dejaremos que nuestra era de diversión nos conduzca lentamente fuera de lo que significa ser completamente humano? ¿O lucharemos, en la fortaleza que Dios brinda, restablecer nuestras mentes a lo que en verdad importa?

Escuchen las notas del Cielo

Es una cosa identificar la importancia de concentrar nuestra atención regularmente en las cosas de Cristo; es otra comenzar a cultivar hábitos regulares para recalibrar nuestras almas. ¿Cómo ponemos tal concentración mental en práctica hoy día? ¿Cómo haremos para anteponer cosas sobre las rutinas cotidianas de nuestras vidas terrenales, y en tal forma que hagamos una diferencia para Jesús en este mundo?

Una forma de pensar esto es hacerse esta pregunta: ¿Cuál es la banda sonora de tu alma? ¿Qué “música” escuchan en los ratos libres de su día? De otra forma, ¿a dónde van sus mentes cuando está libre de su agenda de tareas diarias?

Su “banda sonora” probablemente no sea la misma a lo largo de todas sus vidas, pero cambia de temporada en temporada, quizás incluso semana a semana. Pero su alma está preocupada con algo debajo de las tareas y eventos de cada día. Y dice a dónde corren sus pensamientos cuando no los está dirigiendo. En donde se encuentre su tesoro, allí morará sus mentes en sus momentos libres.

Alguna banda sonora en el trasfondo de cada una de nuestras vidas a la cual nuestras mentes vuelven regularmente. ¿Qué tal si la banda sonora fuese la música del cielo?

Cualquiera sea su temporada o etapa de vida, consideren tres principios eternos para “concentrar su atención” en Cristo y mantener su música tocando entre sus oídos.

1. Comiencen la canción

Lo que primero hagan habitualmente en la mañana dice mucho sobre ustedes. Lo que esté primero en su lista diaria es lo que más probable sea ejecutado. La sabiduría aprende a colocar literalmente primero las cosas en una base cotidiana, y no deja que las verdaderas prioridades sean relegadas por el caos y locura de la vida cotidiana.

A nivel diario, los primeros momentos de nuestro día son imprimados con un restablecimiento matutino de nuestras mentes en Cristo. Dormir restaura el cuerpo, pero no, por cuenta propia, restaura el alma. Cuando despertamos del sueño, nos hallamos en necesidad de recalibrar nuestros corazones al anteponernos de nuevo las cosas, alistarnos para un vínculo fructífero acá abajo.

2. Canten juntos

Dios ha diseñado que el concentrar nuestra atención no sea sólo una cuestión personal, sino algo que se pueda hacer junto con su pueblo — y no como una parte culminante. El concentrar nuestra atención juntos es un ingrediente indispensable en el Cristianismo saludable. Esto puede ser diario con una esposa o inquilinos creyentes, o en devociones familiares, y este es el restablecimiento semanal del culto comunitario en la vida de la iglesia.

Se les enseña a los cristianos, en terminos no inciertos, a “estimulémonos los unos a los otros al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos” (Hebreos 10:24–25). Cuando nos reunimos para adorar juntos a Jesús, estamos participando en la concentración mental colectiva sobre las cosas mencionadas.

Es trágico como muchos cristianos profesantes descartan constantemente el poder transformador de “concentrar nuestra atención” juntos minimizando el lugar del culto comunitario. Los efectos sobre la salud de nuestras almas al “rechazar reunirnos en conjunto” es nada corto de devastación con el tiempo. Un aspecto primordial de lo que estamos haciendo personalmente cada semana en adoración es una carrera juntos a lo que más importa — mejor, a quien más importa — a medida que concentremos nuestra atención juntos en Jesús.

3. Sintonicen nuevamente

Fluir desde y reforzar nuestros restablecimientos diarios y semanales, entonces, es encontrar nuevas formas para volver a la banda sonora del evangelio tantas veces como podamos. Las mentes y corazones que estén concentradas en las cosas de Dios, Cristo y el Espíritu desean desarrollar el reflejo para restaurarse en los ritmos de la vida, no solo una vez en la mañana y una vez cada semana.

Quizás sus oraciones de agradecimiento antes de las comidas. O una conversación espiritualmente alentadora con un amigo creyente, recordándose mutuamente de las verdades preciosas. Puede ser beneficioso para el cristiano leerlas en un libro, o en sus teléfonos. O lo que escuchen en el automóvil, o mientras se ejercitan o limpien. Un versículo garabateado en un pedazo de papel para recurrir a lo largo del día puede ser parte del plan.

La clave no es intentar vivir el plan de alguien más, sino pensar de forma creativa y hallar ritmos en su vida exclusiva para alimentar sus almas y restaurar su enfoque. Aprender a presionar reproducir en la mañana, y cantar la música de Cristo junto a los demás cada semana, son partes poderosas a tener en cuenta. Y a medida que encuentren formas de volver a sintonizar unas pocas barras o tararear algunos versículos en varios puntos durante el día, descubrirán que la música de Cristo mora genuinamente “en abundancia en ustedes” (Colosenses 3:16), alistándolos para la mejora de todos los días de la vida.



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