La Chequera del Banco de la Fe/29 de Septiembre

De Libros y Sermones Bíblicos

Revisión a fecha de 12:49 2 sep 2010; Kathyyee (Discusión | contribuciones)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por Charles H. Spurgeon
Indice de Autores
Leer más sobre Vida Devocional
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Faith's Checkbook/September 29

© Public Domain

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por Charles H. Spurgeon sobre Vida Devocional
Capítulo 274 del Libro La Chequera del Banco de la Fe

Traducción por Allan Aviles


29 de Septiembre “El me glorificará; porque tomará de lo mío y os lo hará saber.” Juan 16: 14. El mismo Espíritu Santo no puede glorificar de mejor manera al Señor Jesús que mostrándonos las propias cosas de Cristo. Jesús es Su misma mejor recomendación. No hay otra forma de adornarlo excepto con Su propio oro. El consolador nos muestra lo que ha recibido de nuestro Señor Jesús. No vemos nunca nada claramente si Él no nos lo revela. Él tiene la manera de abrir nuestras mentes, y de abrir las Escrituras, y mediante este doble proceso nos revela a nuestro Señor. Hay un gran arte involucrado al exponer un asunto, y ese arte pertenece en el más alto grado al Espíritu de verdad. Él nos muestra la esencia de las cosas. Este es un grandioso privilegio, conocido por quienes han experimentado la visión beatífica. Busquemos la iluminación del Espíritu, no para gratificar nuestra curiosidad, y ni siquiera para que nos traiga personal consuelo, sino para glorificar al Señor Jesús. ¡Oh, que tuviéramos ideas dignas de Él! Los conceptos rastreros deshonran a nuestro precioso Señor. ¡Oh, que tuviéramos tales impresiones vívidas de Su persona, y obra, y gloria, que pudiéramos clamar con alma y corazón para alabarlo! Allí donde hay un corazón enriquecido por la enseñanza del Espíritu Santo, habrá un Salvador glorificado más allá de toda expresión. Ven, Santo Espíritu, luz celestial, y muéstranos a Jesús nuestro Señor.


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas