La Chequera del Banco de la Fe/5 de Julio

De Libros y Sermones Bíblicos

Revisión a fecha de 00:36 7 ago 2010; Michaelyee (Discusión | contribuciones)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por Charles H. Spurgeon
Indice de Autores
Leer más sobre Vida Devocional
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Faith's Checkbook/July 5

© Public Domain

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por Charles H. Spurgeon sobre Vida Devocional
Capítulo 188 del Libro La Chequera del Banco de la Fe

Traducción por Allan Aviles


5 de Julio
“Pero en aquel día yo te libraré, dice Jehová, y no serás entregado en manos
de aquellos a quienes tú temes.” Jeremías 39: 17.
Cuando los fieles del Señor están sufriendo por Él, recibirán dulces mensajes de
amor de Él mismo, y algunas veces recibirán buenas nuevas para sus
simpatizantes y sus ayudadores. Ebed-melec no era sino un etíope
menospreciado, pero fue benévolo con
Jeremías, y por eso el Señor le envió esta especial promesa por boca de Su
profeta.
Hemos de tener presentes siempre a los siervos perseguidos de Dios, y Él nos
galardonará. Ebed-melec iba a ser liberado de aquellos hombres cuya venganza
temía. No era sino un pobre hombre de piel negra, pero Jehová habría de
cuidarlo. Miles fueron asesinados por los caldeos, pero este pobre negro humilde
no podía ser dañado. También nosotros podríamos estar temerosos de algunos
grandes que tienen amargura en contra nuestra; pero si hemos sido fieles a la
causa del Señor en la hora de la persecución, Él será fiel para con nosotros.
Después de todo, ¿qué puede hacer el hombre sin el permiso del Señor? Él pone
un freno en la boca del furor, y una brida en la cabeza del poder.
Temamos al Señor, y no tendremos que temer de nadie más. Ningún vaso de
agua fría dado a un despreciado profeta de Dios, quedará sin recompensa; y si
defendemos a Jesús, Jesús nos defenderá. 


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas