Memorización de las Escrituras facilitada

De Libros y Sermones Bíblicos

Bien sea que lo reconozcamos o no, tenemos mucho tiempo muerto en cada día que pudiéramos estar utilizando para alimentar nuestras almas. A menudo, gastamos nuestros minutos disponibles durante el día haciendo otras cosas como ver la TV, jugar en nuestros teléfonos, o navegar por internet. Quizás algunos de nosotros no estamos viendo el crecimiento espiritual que deseamos porque no vemos los minutos libres en esto y aquello a lo largo de nuestro día como un regalo de Dios, sino como un momento de entretenimiento o productividad.

Si piensan sobre ello, rápidamente se añade una acumulación de momentos disponibles en nuestros días. Vistiéndose, comiendo el desayuno, esperando en la parada de autobús, caminando a clase, esperando para el comienzo de una reunión - generalmente nuestras mentes no están empleadas durante estos momentos, u ocupadas en las redes sociales. Pero para aquellos que están buscando “hacer el mejor uso del tiempo, porque los días son malvados” (Efesios 5:16), existe un medio de gracia adecuado perfectamente a estos pequeños espacios de tiempo: Memorización de la Biblia.

Diez minutos para la verdad atesorada

Hace diez años, trabajé como maestro en China, decidí sacar provecho de mi tiempo libre a lo largo del día memorizando los versículos de la Biblia. Escribiría un versículo o un pasaje en una tarjeta indicadora y la sacaría a lo largo del día cuando sea que no esté haciendo otra cosa. En solo unos breves momentos de los años, había memorizado más de miles de versículos de la palabra de Dios - pasajes completos e incluso capítulos de la Biblia estaban alojados en mi memoria y hacían su trabajo en mi corazón.

Hasta este día, contaría esos paquetes de tarjetas indicadoras de versículos de la Biblia entre mis posesiones más valiosas. Las llevo conmigo y todavía las uso todos los días.

He descubierto que bien sea que uno gaste mucho tiempo en memorizar las Escrituras, o sólo un poco tiempo, siempre es algo increíblemente valioso de hacer. Es fácil considerar nuestros cortos recesos en el día como “nuestro propio tiempo” para relajarnos o navegar la internet o mirar la TV. Mientras estos no son cosas malas, deberíamos ponderar el valor de estas actividades con el grandioso regalo del tiempo para aprender de la palabra de Dios. Puedo asegurarte que, ya sea que puedas invertir diez o quince minutos cada día en memorizar las Escrituras, o más (o menos) que eso, cualquier esfuerzo que hagamos es tiempo bien gastado.

Porque mientras es descanso y la recreación tienen algo de valor, el memorizar las Escrituras tiene valor en muchas formas. Por ejemplo, acá están cuatro beneficios prácticos de la memoria de la Biblia:

1. Meditamos sobre la palabra de Dios.

Cuando tenemos las Escrituras escondidas en nuestros corazones, si estamos revisándolas y aprendiéndolas con regularidad, disponemos de la verdad de las Escrituras en nuestras mentes a lo largo de todo nuestro día. Podemos sentarnos en cualquier lugar, o hacer cualquier cosa, y de repente girar nuestras mentes para pensar sobre la Escritura que he memorizado — podemos meditar sobre ella día y noche (Salmos 1:2).

2. Luchamos contra el pecado y resistimos al enemigo.

Las Escrituras nos cuentan que deberíamos esconder la palabra en nuestro corazón para que así no pequemos en contra de Dios (Salmos 119:11). Pablo dice que debemos levantar “la espada del Espíritu, la cual es palabra de Dios” (Efesios 6:17). Esta espada del Espíritu es lo que usamos para librar la batalla contra Satanás y contra el pecado. La memoria de la Biblia quiere decir que siempre estamos armados.

3. Obtenemos un entendimiento más profundo de la Biblia.

Este es un inmenso beneficio de la memoria de las Escrituras. Al memorizar muchos versículos que cubran toda la Biblia, ganamos un entendimiento mucho mejor de la Biblia — no sólo en pequeños segmentos, sino también como un todo. He descubierto que puedo rememorar asuntos clave acerca de todos los libros de la Biblia en la cima de mi cabeza. Mientras más tomemos la palabra de Dios, más podemos ver su arquitectura y diseño cuando vayamos a leerla.

4. Estamos equipados para la vida cotidiana.

A menudo es increíblemente práctico ser capaz de tener las Escrituras “a mano” sin sacarlas de nuestros teléfonos o al abrir nuestras Biblias. Pudiéramos estar haciendo muchas cosas, como motivar a alguien en nuestra iglesia, rezar solos o en un grupo, preparar un sermón, compartir el evangelio con un no creyente, escribir un correo electrónico o un papel o un libro. Incluso con la facilidad moderna de buscar información en Internet o en nuestros teléfonos inteligentes, nunca puede ser más conveniente conocer de corazón ese versículo exacto que desean utilizar cuando quiera que lo deseen usar.

No conlleva facilidades, pero es invaluable

Motivo a los lectores a disponer del tiempo necesario para memorizar las Escrituras. El tiempo dedicado no será en vano. Puede sonar intimidante - como al aprender cualquier cosa, no sucede de forma natural. Por el contrario, sencillamente sucede. Y el tiempo que le dediquen será de gran beneficio para ustedes y su vida.

Si no están memorizando las Escrituras justo ahora, o incluso si nunca han memorizado un versículo en su vida, los motivo a que lo intenten con una meta sencilla de un versículo de memoria cada semana o cada dos semanas. Hagan lo mejor de ustedes, no simplemente memorizar tanto como puedan, sino retener lo que ya han aprendido. En casi cinco años, no he aprendido ningún versículo nuevo, pero todavía tengo material valioso de horas para memorizar cada día, simplemente revisándolo. De esta forma, la memoria de las Escrituras puede ser un medio perdurable de la gracia de Dios que le beneficiará por toda su vida.