¿Cómo es que tu familia realizaba las devociones familiares cuando eras pequeño?

De Libros y Sermones Bíblicos

El siguiente texto es la traducción de la transcripción de un audio.

¿Cómo es que tu familia realizaba las devociones familiares cuando eras pequeño? Queríamos que nuestros hijos supieran cómo formar parte tanto de las devociones personales como de las familiares desde el comienzo.

1) Desde la perspectiva familiar, siempre tuvimos tiempo para reunirnos. En esos días, solíamos hacerlo a la hora del desayuno. Así, teníamos un niño que había descansado bien (al menos así nos funcionaba con nuestros hijos varones y con Talitha), estaban bien descansados y con la panza llena. Estaban lo que sería felices.

Y, en ese momento, papi sacaba un libro grande. Y se ponía a leer, tal vez, un párrafo. Este pequeño niño no entiende nada de lo que estoy diciendo. Tiene seis meses de edad, o nueve, o un año.

No entiende nada de lo que estoy diciendo, pero está aprendiendo mucho de lo que está ocurriendo: está viendo a papi en una posición de liderazgo; se da cuenta de que hay un libro; escucha una lectura; luego, ve a la familia rezar; y está aprendiendo cosas importantísimas antes de poder entender una palabra de lo que está ocurriendo.

De esta forma, se lo incluye en las devociones familiares. Se le enseña a consagrarse a Dios a través de la palabra.

Luego, cuando el niño comience a hablar y te des cuenta de que puede decir algunas cosas, le puedes llevar una Biblia a donde esté y leerle cosas de forma tal que pueda entenderlas. Y, a medida que vayas avanzando, vas a estar tratando de inculcarle una verdad en su cerebrito.

No estás pidiéndole fe a este pequeño pagano porque no está listo para siquiera aceptar esos términos. Le estás enseñando: estás construyendo y te estás regocijando y estás rezando y estás pidiendo, y él ve cómo todo esto ocurre mientras se lo inculcas en su vida.

Ese debería ser el patrón familiar de los primeros días.

2) El patrón individual se hacía, en aquellos días en los que teníamos casetes, lo hacíamos con esos reproductores de casetes para niños, que eran indestructibles. Me imagino que siguen existiendo. Podías arrojarlos al otro lado de la habitación y no se rompían. Tenían unos botones rojos gigantes.

Y así hacemos que nuestro niño de un año y medio escuche historias de la Biblia solo. "Es el momento de devoción. Es tu momento. Lleva tu juguete grande hacia allí, aprieta ese botón rojo, escucha la historia y, luego, di 'gracias, Jesús'".

Así es cómo se les enseña a participar en las devociones personales y en las familiares.