¿Deberíamos enseñar que las buenas obras vienen con guardar la fe?

De Libros y Sermones Bíblicos

Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por John Piper
Indice de Autores
Leer más sobre Justificación
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: Should we teach that good works come with saving faith?

© Desiring God

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por John Piper sobre Justificación
Una parte de la serie Ask Pastor John

Traducción por Alexis Ochoa


El siguiente texto es una transcripción editada del audio original.

¿Deberíamos enseñar que las buenas obras vienen con guardar la fe?

No creo que, desde la experiencia, esta pregunta sea respondida. Puede que consiga resolverla en un grupo con argumentos bíblicos, pero dicha solución o respuesta no vendrá de la experiencia, esto se debe a que los seres humanos tendemos a buscar un respaldo legal. Tendemos a confiar en lo que hacemos como base de lo que aseguramos.

Ahora, imaginemos que un predicador dice «Cristo murió por sus pecados y le ha justificado de ellos, de esta manera puede quitar todas sus culpas y esa virtud que Dios le pide, será dada por alguien más. Y que todo ese perdón y virtud se recibe solamente por la fe.» Luego continúa diciendo «La fe que le justifica lo hace por sí sola, pero la fe que justifica nunca está sola. Siempre estará acompañada por virtudes como el amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio.»

Tan pronto como usted diga que la fe dará frutos, las personas volverán a sus bases legalistas diciendo «Ah, ya veo Estamos realmente justificados por nuestros trabajos.» Y esa es una batalla de toda la vida.

Déjeme ayudarle con un ejemplo. El pastor de la Iglesia Presbiteriana de la Redención en Nueva York, Tim Keller es muy bueno predicando a legalistas y calentones. (Los calentones son personas que se entregan a sus apetitos y antojos.) El pastor dijo algo hace poco que fue de mucha ayuda cuando lo escuché. Dijo que en Nueva York tienes que predicarle a los sin ley (calentones) y mientras que les predicas tienes que defender al evangelio del legalismo. Ahora se preguntan, «¿Por qué? ¡Ese no es un problema de ellos! Estas personas no son legalistas. Ellos hacen los que les parece bueno todos los días. Están entregados totalmente a su propia satisfacción y ¿me está diciendo que cuando les predica necesita también predica en contra del legalismo?»

A lo que el pastor responde: Sí. Y es que el motivo de esto es que si les dices que están viviendo una vida de pecado, la única respuesta en sus mentes (como instinto) es "reglas". Es la única cosa en la que pensarán. Ellos no tienen una vida de gracia. El evangelio no puede surgir de sus mentes. El evangelio es dado, explicado y experimentado de manera sobrenatural en nosotros. Si no les dicen que la alternativa a sus vidas no es el legalismo, no van a reaccionar de una forma diferente.

Por lo tanto, al predicarle a legalistas o calentones, deben distinguir no solo desde una vida sin orden y ley, sino tambien desde una vida legalista e independiente.

Me refiero a todo esto para aclarar que nunca acabara la lucha de enseñar que la justificación es solamente por la gracia a través de la fe únicamente, fundamentada sólo en la virtud de Cristo. Y este es el caso, ya que cuando las personas escuchan el evangelio son propensos tanto a la lujuria, diciendo «Déjenos pecar que la gracia abunda», como a aferrarse a más reglas que los hacen volver al modo legalista nuevamente.

Es sumamente dificil ayudar a las personas a alcanzar una vida de fe. «Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.» (Gálatas 2:20) Es un camino de la vida de absoluto misterio y debemos hacer el esfuerzo y querer ayudar a las personas a entenderlo diferenciandolo desde la asuencia de la ley en una mano y del legalismo en la otra.

Estaremos haciendo esto hasta el día del descanso eterno.


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas