¿El Antiguo Testamento te enseña a ser un verdadero judío?
De Libros y Sermones BÃblicos
Traducción por María Fernanda Trapani
Por John Piper
sobre El Evangelio
Una parte de la serie Taste & See
La pregunta sería: ¿Hay indicios para comprender el judaísmo en el Antiguo Testamento? ¿Dice el Antiguo Testamento que un pagano podría ser un «verdadero judío» y que un judío por nacimiento podría no ser un «verdadero judío»? Aquí hay algunos puntos para analizar.
En Génesis 17:25, Ismael, el hijo de Abraham, fue circuncidado y Abraham le suplicó a Dios que Ismael pudiera ser su heredero: «¡Oh, que Ismael pueda vivir delante que Tú!» Y dijo Abraham a Dios: ¡Ojalá que Ismael viva delante de ti! 19 Pero Dios dijo: No, sino que Sara, tu mujer, te dará un hijo, y le pondrás el nombre de Isaac y estableceré mi pacto con él, pacto perpetuo para su descendencia después de él. (Génesis 17: 18- 19) Esto muestra que la mera descendencia de Abraham no es garantía de ser un heredero de la promesa, un verdadero judío. De manera similar, Rebekah dio a luz gemelos por Isaac, pero solo uno de ellos, Jacob, no Esaú, fue el heredero de la promesa (Génesis 25:23; Romanos 9: 10-13). Esto es, no son los hijos de la carne los que son hijos de Dios, sino que los hijos de la promesa son considerados como descendientes (Romanos 9:8)
En Levítico 26: 41-42, muchos judíos son retratados como «incircuncisos de corazón». «Si su corazón incircunciso se humilla para que puedan enmendar su iniquidad, entonces recordaré Mi pacto con Jacob». Por lo tanto, aunque sean judíos físicos, no heredarán el pacto si no cambian por dentro, de manera similar a lo que dice Pablo en Romanos 2:29.
En Deuteronomio 10: 16-17, Moisés ordena al pueblo: Circuncidad, pues, vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz. Porque el Señor vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible que no hace acepción de personas ni acepta soborno. Esto significa que la circuncisión del corazón, no la judeidad externa física, es esencial con Dios. De manera similar, Jeremías 4: 4 dice: Circuncidaos para el Señor, y quitad los prepucios de vuestros corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén, no sea que mi furor salga como fuego y arda y no haya quien lo apague, a causa de la maldad de vuestras obras. Sin amor interno a Dios y confianza en Dios, la misma ira viene sobre los judíos que sobre los gentiles. Así, como dijo Pablo en Romanos 2:25: pues ciertamente la circuncisión es de valor si tú practicas la ley, pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión se ha vuelto incircuncisión.
Jeremías 9: 25-26 dice: He aquí, vienen días —declara el Señor— en que castigaré a todo el que esté circuncidado solo en la carne a Egipto, a Judá, a los hijos de Amón, a Moab y a todos los que se rapan las sienes, a los que habitan en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón. Estas naciones cortan el cabello en lugar del prepucio. Por lo tanto, tienen una forma de «circuncisión». Sorprendentemente, Jeremías coloca a Israel en la misma categoría que estas naciones bajo la ira de Dios porque la marca de su judeidad no es más valiosa que el corte de pelo pagano, si son «incircuncisos de corazón». De nuevo, como dijo Pablo, «tu circuncisión se ha convertido en incircuncisión».
Quizás esto sea suficiente para mostrar que, en Romanos 2: 25-29, Pablo no logra interpretar el Antiguo Testamento sino que aprende sobre la judeidad que fue enseñada por la ley y los profetas. Los verdaderos judíos no son aquellos con marcas externas de judaísmo, sino aquellos con corazones circuncidados que aman al Dios de Abraham (Deuteronomio 30: 6). Por consiguiente, sabed que los que son de fe, estos son hijos de Abraham, herederos de la promesa (Gálatas 3: 7, 29).
Me alegra que la raíz me sustente (Romanos 11:18). Shalom
Pastor John
Vota esta traducción
Puntúa utilizando las estrellas