Amando la Segunda Venida y la Certeza de la Salvación
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Seguridad de la Salvación
Una parte de la serie Taste & See
Traducción por Javier Matus
Hebreos 9:28
Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que Le esperan.
En mi reciente mensaje sobre este texto, pregunté: “¿Cómo podemos estar seguros de que nuestros pecados son perdonados y de que estaremos seguros en el juicio?”. Dice que Cristo “fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos”. ¿Cómo puedo saber que estoy entre los “muchos”? También dice que Cristo “aparecerá por segunda vez para salvar”. ¿Cómo puedo saber que esto se refiere a mi salvación?
Yo respondí: Los “muchos” se definen al final del versículo. Los “muchos” son “los que Le esperan”. Estos son los que Cristo viene a salvar. Y Él viene a salvarlos porque ha “llevado” sus pecados.
La primera vez vino para tratar con el pecado. La segunda vez viene, no para tratar con el pecado, sino para salvarnos de la ira del juicio de Dios. La primera vez vino a comprar nuestra salvación llevando nuestros pecados. La segunda vez viene a aplicar nuestra salvación al protegernos de la ira de Dios. Hebreos 10:27 describe el “juicio” que el escritor tiene en mente, “una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios”. Esto es de lo que Cristo viene a salvarnos la segunda vez. Cristo compró la primera vez lo que da la segunda vez —la seguridad en el juicio.
Ahora la pregunta que tenemos ante nosotros es: ¿Estamos incluidos entre los “muchos” cuyos pecados Él llevó? ¿Y seremos salvos por Su venida “para salvar”? La respuesta de Hebreos 9:28 es: “Sí”, si le estamos “esperando”. Podemos saber que nuestros pecados son quitados y que estaremos seguros en el juicio si confiamos en Cristo de tal manera que eso nos hace ansiosos por Su venida.
Hay una fe falsa que pretende creer en Cristo, pero es sólo una póliza de seguro contra incendios. La fe falsa “cree” sólo para escapar del infierno. No tiene un verdadero deseo de Cristo. De hecho, preferiría que no viniera, para que podamos disfrutar tanto de los placeres de este mundo como sea posible. Esto demuestra que un corazón no está con Cristo, sino con el mundo. Esta no es la fe salvadora. “El que ama a padre o madre más que a Mí, no es digno de Mí; el que ama a hijo o hija más que a Mí, no es digno de Mí” (Mateo 10:37).
Así que la cuestión para nosotros es: ¿Anhelamos la venida de Cristo? ¿Queremos ver Su reino establecido y queremos ser reunidos con Él en una comunión personal más cercana? ¿O queremos que Él espere mientras nuestra relación de amor con el mundo sigue su curso? Esa es la pregunta que pone a prueba la autenticidad de la fe.
Así que seamos como los corintios que “esperaban la manifestación de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 1:7), y como los filipenses, cuya “ciudadanía está en los cielos, de donde también [ellos esperan] al Salvador, al Señor Jesucristo” (Filipenses 3:20).
Y recordemos las palabras de Pablo en 2 Timoteo 4:8 que “me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, Juez Justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman Su venida”. Esa es la cuestión para nosotros. ¿Amamos Su venida? ¿O amamos al mundo y esperamos que Su venida no interrumpa nuestros planes mundanos? La eternidad cuelga de esta pregunta.
Anhelando al Señor con ustedes,
El Pastor John
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