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English: Practical Help for Praying for Help

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Por John Piper sobre Oración

Traducción por Manuel Bento Falcón


Quiero hablar esta mañana, de manera muy práctica, acerca de como vivir la vida Cristiana - y más específicamente, sobre como la oración encaja en la actividad hora a hora.

Contenido

Una Descripción de la Vida Cristiana

Dejadme comenzar describiendo la vida Cristiana con tres frases bíblicas.

1. Vivir por Fe en el Hijo de Dios

Vivir la vida Cristiana significa vivir por fe en el Hijo de Dios.

Gálatas 2:20 (LBLA), “Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”

Así que la vida Cristiana supone una confianza en Jesucristo hora a hora. (¿Confiar en él por qué? Lo veremos enseguida.)

2. Caminar en el Espíritu

Vivir la vida Cristiana significa caminar en el Espíritu.

Gálatas 5:16 (LBLA), “Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.” Versículo 25, “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.” (Cf. Romanos 8:4.)

Así que la vida Cristiana es un caminar hora a hora en la ayuda del Espíritu Santo. ¿Cómo se hace eso?

3. Sirviendo en las Fuerzas Que Dios Provee

Vivir la vida Cristiana significa servir en las fuerzas que Dios provee.

1 Pedro 4:11,”... el que sirve, que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo.”

Así que la vida Cristiana es servir las necesidades de otros por la fuerza de Dios para que Dios se lleve la gloria por tu servicio.

Ahora, poniendo junto todo esto, podemos decir que cuando vives la vida Cristiana, vives de tal forma que Cristo obtiene confianza hora a hora, obtienes ayuda, la gente es servida, y Dios obtiene gloria. La razón por la que existimos como iglesia es ayudarnos unos a otros a vivir de esa manera.

¿Cómo Encaja la Oración en el Vivir Cristiano?

Específicamente al comienzo de esta semana de oración quiero que nos preguntemos como la oración encaja en este vivir Cristiano hora a hora. Sabemos que la oración está justo en el corazón de este vivir hora a hora porque 1 Tesalonicenses 5:17 dice, “Orad sin cesar.” Y Efesios 6:18 dice, “orad en todo tiempo en el Espíritu.” Y Lucas nos dice en el 18:1 que “y les refería Jesús una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer.” Así que podemos ver claramente que parte del caminar hora a hora de un Cristiano es orar hora a hora.

Lo que quiero hacer pues en esta mañana es mostraros en la Escritura como buscar ayuda de Dios (orar) para vivir la vida Cristiana. Lo que voy a decir puede resumirse en cinco pasos. Formulé esos cinco pasos hace unos cinco años durante una serie de sermones sobre Gálatas. Desde entonces se han convertido muy en parte de mi vida diaria. Con la ayuda de Char Ransom y Andrea Nelson y Carol Steinbach los hemos resumido en estas pequeñas tarjetas diseñadas para encajar en la cartera. Así de práctico creemos que son estos cinco puntos.

Así que ¿cómo vives la vida Cristiana?¿Cómo vives de forma que Cristo tenga la confianza y tu tengas la ayuda y la gente obtenga ayuda y Dios obtenga gloria? Lo siguiente es una respuesta y sólo parte de la respuesta. Pero ha probado ser una guía crucial para algunos de nosotros.

El Tipo de Situaciones que Están en Mente

El tipo de situación que tengo en mente para utilizar estos cinco pasos es virtualmente cualquier situación en la que intento obedecer a Dios. Pero se que es irrealista y artificial pensar que cualquiera de nosotros pudiese o debiese seguir los pasos de una fórmula antes de cada una de las acciones del día. Hay demasiadas y vienen demasiado juntas. Así que, de manera práctica, lo que tengo en mente son esas situaciones que se sienten como especialmente amenazantes o desafiantes -actos de obediencia y servicio que podrían ser peligrosos, o embarazosos, o situaciones donde la tentación sería grande, o donde un gran bien potencial podría venir.

Para mí es la predicación, ciertas sesiones de consejería, llamadas de crisis, visitas a los hospitales, proyectos para escribir, situaciones personales de testimonio, reuniones de la junta, etc. En otras palabras, como aproximar o entrar en situaciones estresantes, amenazantes o desafiantes de la vida de forma que se confié en Cristo, tu seas ayudado, la gente sea servida, y Dios reciba gloria -¿cómo vives la vida Cristiana en los desafíos de cada día (grandes o pequeños) que enfrentes?

De eso se trata el avivamiento -una iglesia experimenta avivamiento cuando un gran número de personas se ponen al rojo vivo en cuanto confiar en Cristo, al rojo vivo en cuanto a ir a Dios por ayuda, y al rojo vivo en cuanto a amar a otros, especialmente los perdidos, y al rojo vivo en cuanto a mostrar la gloria de Dios. Eso es avivamiento. Eso es despertar espiritual. Es el redescubrimiento de una vida Cristiana radical, centrada en Dios. Y es intensamente práctico. Cambiará más cosas en casa y en el trabajo de lo que lo hará en la iglesia probablemente.

Cinco Pasos para Vivir la Vida Cristiana

Veamos los cinco pasos juntos. Pueden recordarse mediante el acrónimo AOCAA. Recuerda, lo que estamos intentando descubrir es el significado bíblico práctico de vivir por fe, o caminar en el Espíritu, o servir en las fuerzas que Dios provee.

Imagínate a ti mismo enfrentando ahora algún desafió. Una confrontación con un antagonista. Una visita difícil al doctor. Una oportunidad de contar a alguien sobre lo que Cristo significa para ti. Una lección que tienes que enseñar. Un trabajo para el que tienes que hacer la solicitud. Un examen que tengas que presentar. Un movimiento que tengas que hacer. Demasiadas cosas para hacer en un solo día. ¡¡Etc.!! ¿Qué es lo que tienes que hacer para que cuando el desafío pase y el día termine puedas decir: viví por fe; caminé en el Espíritu; serví en las fuerzas que Dios proveyó; a él sea la gloria?

Yo veo cinco pasos Bíblicos. Tres de los cinco pasos son oración.

Paso Nº 1-A: ADMITIR

Admite que sin Cristo no puedes hacer nada.

Ninguno de nosotros puede complacer a Dios, vivir por fe, caminar en el Espíritu, o servir en las fuerzas de Dios hasta que admitamos nuestra total impotencia sin Cristo -físicamente, moralmente, y espiritualmente. Dejadme mencionar cuatro niveles de impotencia que necesitamos ver y admitir desde nuestro corazón.

Cuatro Niveles de Nuestra Impotencia Sin Cristo

  1. No hubiésemos llegado a ser sin Cristo. Juan 1:2-4, “El estaba en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Tu personalidad eterna fue creada por Cristo de la nada. No existirías sin él.
  2. Nos desvaneceríamos fuera de la existencia sin el sustento de Cristo instante tras instante. Colosenses 1:17, “Y El es antes de todas las cosas, y en El todas las cosas permanecen.” O como en Hechos 17:25, “El da a todos vida y aliento y todas las cosas.” Cada respirar que hacemos se lo debemos a Cristo. Somos totalmente inútiles sin su poder creador y sustentador.
  3. No tendríamos verdadera virtud sin su obrar en nuestra alma. 1 Corintios 2:14, “Pero el hombre natural [es decir, el hombre sin el Espíritu de Cristo] no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente.” Hasta que el Espíritu de Cristo no invade nuestra alma y nos da un paladar espiritual, nos replegamos ante las cosas espirituales. Así que somos totalmente inútiles para amar a Dios y vivir la vida por Dios sin el poder renovador de Cristo.
  4. Por tanto somos inútiles para llevar fruto sin Cristo. Es decir, la significancia intrínseca de nuestras vidas sería cero sin el poder de Cristo.
Sólo una vida
Hasta que pronto pase
Solamente lo que se hizo por Cristo
Permanecerá.

Por eso en la tarjeta AOCAA cito Juan 15:5 donde Jesús dice, “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.” Según los estándares del mundo podemos lograr mucho sin Cristo (como construir una institución, o producir una película taquillera). Pero desde la perspectiva de Dios sin Cristo nuestras vidas son como pequeñas ramas arrugadas e infructuosas.

Los Gritos Pidiendo Ayuda Siguen a la Admisión de Impotencia

Así que el primer paso al enfrentar las tareas en nuestras vidas es decir a Dios -esto es una oración- O, Señor, no puedo hacer nada sin ti. Sin Cristo, no existiría; no podría dar otra respiración; no te conocería o te amaría; y lo que estoy por hacer no produciría fruto. Este es un acto de gran humildad. Aquí es donde vivir por fe, y caminar por el Espíritu comienza.

El Rey Salomón enfrentaba el desafío de gobernar una gran nación. ¿Cómo oró para pedir ayuda? Dijo (en 1 Reyes 3:7), “O Dios mío, has hecho a tu siervo rey en lugar de mi padre David, aunque soy un muchacho y no sé cómo salir ni entrar.” En otras palabras, él admite su impotencia sin Dios. Sin ti no soy más capaz de gobernar esta gente que un niño pequeño.

O considera el clamor por ayuda de Jeremías (Jeremías 10:23 y siguientes, LBLA), “yo sé, oh SEÑOR, que no depende del hombre su camino, ni de quien anda el dirigir sus pasos. Repréndeme, oh SEÑOR, pero con justicia, no con tu ira, no sea que me reduzcas a nada.” Antes de pedir ayuda, admite que el camino del hombre no está en sí mismo. “El hombre propone, Dios dispone” (Proverbios 16:9).

(Ver también: Génesis 18:27; Salmos 86:1; Isaías 66:2; Lucas 18:13; 2 Corintios 3:5.)

Vivir por fe, y caminar por el Espíritu comienzan con la admisión de impotencia.

Cuando agaches la cabeza para orar
Deja que lo primero que digas
Sea una palabra humilde y mansa:
”admito que soy débil.”

Este es el paso uno en vivir de manera que Cristo obtenga la confianza y tú seas ayudado y la gente obtenga servicio y Dios obtenga gloria.

Paso Nº 2—O: ORAR

¡Ora por la ayuda de Dios!

Estás a punto de hacer esa llamada telefónica difícil, o hablar a tu colega acerca de Cristo, o hacer un examen, o comenzar tu nuevo trabajo, o reprender a un empleado, o entrar a la consulta del doctor, o predicar un sermón. Puede que estés en el coche o en la oficina o en la clase, o en la cocina o la sala de espera o detrás del púlpito.

"¡O Señor, Ayuda! "

Admites desde tu corazón que sin Cristo esto va a ser un desastre. Después de manera muy simple y muy humilde ora de esta manera, “O Señor, ¡ayúdame! Por favor ayúdame.” Y puedes ser específico: ayúdame a no olvidar nada importante; ayúdame a amar a esta persona; ayúdame a ser sabio; ayúdame a aceptar las noticias con esperanza; ayúdame a no ser áspero; ayúdalo a aceptar lo que le diga; ayúdame a no olvidar de quién soy.

Asa, el rey de Judá, nos da un bello ejemplo de los pasos uno y dos cuando Zera el rey de Etiopía vino contra él con un millón de hombres y trescientos carros en el valle de Sefata. 2 Crónicas 14:11 (LBLA) dice,

Asa invocó al SEÑOR su Dios, y dijo: “SEÑOR, no hay nadie más que tú para ayudar en la batalla entre el poderoso y los que no tienen fuerza; ¡ayúdanos, oh SEÑOR Dios nuestro!"

"Somos débiles, ayúdanos, ¡O Dios nuestro!”

El Corazón del Vivir Cristiano

El corazón mismo del vivir Cristiano es admitir nuestras debilidades y buscar fuerza y ayuda de Dios. Dios lo ordena en el Salmo 50:15 (en la tarjeta), “invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás.”

¡¡Esa es la respuesta a la pregunta de como vivir de forma que obtengas ayuda y Dios tenga Gloria!! Ora por la ayuda de Dios. Aquel que da la ayuda y obtiene la gloria. Eso es lo que dice en el Salmo 50. Tú obtienes ayuda. Dios obtiene gloria. O como el Señor dijo a Pablo, cuando clamó por ayuda: “Mi poder se perfecciona en la [tu] debilidad” (2 Corintios 12:9).

Jesús me ama esto lo se
Porque así me lo dice la Biblia,
Los pequeños pertenecen a él,
Son débiles pero él es fuerte.

Esa canción no es solo para los niños. Cuando enfrentas tu día, ADMITE tu impotencia, y ORA por la ayuda de Dios.

(Ver también Salmos 18:3; 22:19; 34:15, 17; 38:22; 56:9; 91:15; Marcos 9:24; Hebreos 4:16.)

Paso Nº 3—C: CONFIAR

Confía en la promesa de Dios para tu necesidad.

Vivir por Fe

Esta es la forma en que la acción que estás a punto de tomar se convierte en un acto de fe. Esto es lo que quería decir Pablo cuando dijo en Gálatas 2:20 que la vida que ahora vive la vive por fe en el Hijo de Dios. Vivir por fe significa vencer obstáculos a la obediencia mediante la confianza en las promesas de ayuda y felicidad futura.

Un acto es un acto de fe cuando la fuerza para realizarlo viene a través de confiar en una promesa de Dios. Cuando tomas de la ayuda de Dios y su promesa de felicidad para llevarte a través de tu tarea, entonces estás viviendo por fe, y caminando por el Espíritu.

Como Hacer Bien en las Elecciones que Encaramos

Cada día somos confrontados con elecciones- hacer bien o hacer mal, ser honesto o deshonesto, amar o ser indiferentes, perdonar o seguir manteniendo un rencor, hablar de Cristo o quedar en silencio, hacer lo que se me encargó o echarlo a un lado, seguir la dirección de Dios hacia el campo misionero o quedarse en casa. Y cada día hay obstáculos para escoger la opción correcta: miedo, orgullo, adicción a la comodidad -y estos vienen en todas las formas y tamaños.

¿Cómo te llevas a hacer lo correcto de forma que Cristo tenga confianza, recibas ayuda, la gente sea servida, y Dios tenga Gloria? Respuesta:

  1. ADMITE que no puedes hacer nada sin Cristo.
  2. ORA por la ayuda de Dios. Y después
  3. CONFIA en alguna promesa que te asegure que el incentivo del mundo a la desobediencia no es tan grande como el incentivo de Dios a la obediencia.
Esto no es algo pasivo. Es una maniobra activa, disciplinada y táctica en la lucha de la fe. Si tienes tiempo, ve a tu Biblia y busca alguna promesa para tu desafío específico. Por ejemplo, si estás luchando por las fuerzas para dejar ir el rencor y ser amable con tu enemigo, ve a la promesa de Romanos 12:19 (LBLA), “mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.” Y confía en que el Señor puede y ajustará cuentas de forma mucho más justa y equitativa de lo que tu podrías jamás, y deja esa carga a él. Nuestra Necesidad de un Arsenal de Promesas Generales Pero hay ocasiones en las que no tenemos tiempo de mirar la Biblia para buscar una promesa a medida. Así que todos necesitamos tener un arsenal de promesas generales listas para utilizar siempre que el miedo o la adicción a la comodidad amenacen con llevarnos por mal camino o debilitarnos. Estas son algunas de mis armas más probadas:
  • " No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia." (Isaías 41:10, LBLA). Creo que he matado más dragones en mi alma con esta espada que con cualquier otra. Es un arma preciosa para mi.
  • " El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con El todas las cosas?" (Romanos 8:32). Cúantas veces en la hora de la prueba he sido persuadido por este versículo de que la recompensa a la desobediencia no puede ser nunca mayor que “todas las cosas.”
  • Jesús dijo, "Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. . . . y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:18, 20). ¡Cuántas veces he fortalecido mi decaído espíritu con la seguridad de que el Señor del cielo y de la tierra está tanto conmigo hoy como lo estuvo con los discípulos sobre la tierra!
  • " invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás." (Salmos 50:15).
  • " Mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús." (Filipenses 4:19).

Sigue añadiendo constantemente a tu arsenal de promesas. Busca cada mañana una nueva para llevarla a través del día. Y cuando la hora del desafío y la prueba venga, obtén fuerza para hacer el bien CONFIANDO en una promesa específica de la Palabra de Dios.

Paso Nº 4—A: ACTÚAR

Actúa con humilde confianza en la ayuda de Dios.

Esto puede parecer tan obvio que no necesite mencionarse. Pero es necesario porque hay algunos que dicen que ya que se supone que Cristo tiene que vivir tu vida a través de ti (“Estoy crucificado con Cristo. Y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí.”), no deberías hacer nada -es decir, simplemente esperar hasta que seas, como si fueras llevado por otra voluntad.

Bueno, simplemente eso no es lo que la Biblia enseña. El Espíritu de Dios no cancela nuestra voluntad. La obra de Dios no cancela nuestra obra. El Espíritu transforma nuestra voluntad. Y Dios obra en nosotros para que podamos obrar. Así que Filipenses 2:12-13 (corregid vuestras tarjetas) dice, “ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito.”

Cuando has admitido ante Dios que no puedes hacer nada sin él, y orado por su ayuda, y confiado en su promesa, entonces adelante, ¡ACTÚA! Y en ese acto confiarás en Cristo, tendrás ayuda, otros serán servidos, y Dios obtendrá la gloria.

Lo cual nos lleva de forma natural al último de nuestros cinco pasos.

Paso Nº 5—A: AGRADECER

Agradece a Dios por todo lo bueno que venga.

Eso es lo que haces de manera natural si 1 Pedro 4:11 se ha cumplido, es decir, servir en las fuerzas que Dios provee. Dios dio la ayuda, Dios se lleva la gloria, y eso comienza con nuestro agradecimiento.

Es lo que Pablo motivaba a hacer cuando dijo en Colosenses 3:17, “Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.” Cuando tengas la gracia para hacer algo en el nombre de Jesús, esto es, por su gloria y por fe en su promesa, ¡entonces dale gracias a Dios!

O si la persona que intentas cambiar experimenta un cambio de corazón, entonces ¡agradece a Dios! Es Dios el que cambia corazones y trae las buenas intenciones. “Pero gracias a Dios que pone la misma solicitud por vosotros en el corazón de Tito.” (2 Corintios 8:16).

(Ver también Romanos 7:25; 1 Corintios 1:14; 2 Corintios 2:14; 1 Tesalonicenses 1:2; 2 Tesalonicenses 2:13; 1 Timoteo 1:12.)

Conclusion

Seas un Cristiano “que lleva tarjetas” o no, se un Cristiano.

  • Vive por Fe.
  • Camina en el Espíritu.
  • Sirve en las fuerzas que Dios provee.

Es decir, vive de tal manera que

  • Cristo obtenga la confianza,
  • Tú seas ayudado,
  • la gente sea servida, y
  • Dios obtenga la gloria.

Cuando encares un desafío o tentación, haz AOCAA:

  • A - ADMITE que sin Cristo no puedes hacer nada.
  • O - ORA por la ayuda de Dios.
  • C - CONFÍA en una promesa ajustada a tu necesidad.
  • A - ACTÚA con humilde confianza en la ayuda de Dios.
  • A - AGRADECE a Él por lo bueno que venga.

Las dos primeras y la última son actos de oración. Así que entremos a la semana de oración con un sentir profundo de que la oración no es un simple interludio devocional en el negocio real del vivir; es el camino de la fe y la obediencia. No existe otro.


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