Consideren a Jesús
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Jesucristo
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Consideren a Aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que su ánimo no se canse hasta desmayar” (Heb. 12:3).
- Hebreos 12:3
Un tema central de la epístola a los Hebreos es la absoluta superioridad de Jesús sobre todos quienes vinieron antes que Él. Este Jesús es digno de gloria mucho más que cualquiera de los ángeles o de Moisés (1:1-3:6). Él trae el descanso del Sábado final al pueblo de Dios (3:7-4:13) y sustituye el sacerdocio de Aarón (4:14-7:28). Él ha inaugurado el nuevo pacto por medio del perfecto sacrificio de sí mismo (8:1-10:18). Este Jesús es la promesa; los santos del antiguo pacto lo esperaron, y los santos del nuevo pacto han sido testigos de Él (10:19-11:40).
Debido a esta enorme superioridad, tenemos que desechar todos los pecados que nos asedian y perseverar mientras corremos la carrera de la fe (12:1). Sólo somos capaces de hacer esto cuando miramos a Jesús, el que nos da la fe y la lleva a la perfección. Él es el objeto de nuestra fe, aquel en quien confiamos, el que está por encima de todas las cosas. Sólo cuando miramos Su gloria podemos perseverar en la fe y heredar todas las promesas de Dios (v. 2).
Dejados solos, tropezaríamos. Dejados solos no podríamos perseverar. Mas gracias a Dios, Él no nos deja solos. Él garantiza que todos los que verdaderamente confiesan a Cristo nunca se apartarán (Juan 10:27-29). Sin embargo, nuestro Padre no garantiza nuestra perseverancia de una manera que ignora nuestras decisiones. Más bien, Él aviva nuestras almas mientras leemos su Palabra, causando que Sus escogidos sigan los ejemplos de la fe perseverante dados a nosotros en la historia de la redención, y entonces Él preserva nuestras almas (Heb. 10:39).
El ejemplo supremo de la perseverancia, como el versículo de hoy nos dice, es Jesús. Si miramos a Él y lo consideramos, Aquel quien sufrió por Su fidelidad, no nos cansaremos (12:3). Jesús corrió la carrera y no se dio por vencido a pesar de que Él enfrentó una intensa agonía. Su ejemplo entonces es suficiente para nosotros para evitar el pecado y permanecer fieles hasta el final, ya que nunca sufriremos ni siquiera una parte de lo que tuvo que soportar. Como dice John Calvin: “Porque éste pensamiento por sí mismo debería ser suficiente para vencer todas las tentaciones, es decir, cuando sabemos que somos compañeros o socios del Hijo de Dios, y que Él, quien estaba tan por encima de nosotros, voluntariamente bajó a nuestra condición para que Él nos pudiera animar por Su propio ejemplo, sí, así es como incrementamos el valor, que de otra manera desaparecería, y se convertiría en desesperación.”
Coram Deo
Mientras corre por premio del cielo, ¿se ha sentido cansado alguna vez? Tal vez podría incluso estar cansado ahora mientras sufre muchos problemas y pruebas. Si hoy se siente cansado o fuerte, tome algún tiempo para meditar en Jesús hoy. Deje que Su fidelidad en medio de la adversidad sea su inspiración para continuar corriendo la carrera.
Pasajes para Estudio Adicional
Ex. 13:17-22
Num. 21:4-9
Juan 3:14-15
1 Juan 5:5
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