Descubriendo la puerta a la esperanza
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Paul Tripp sobre Esperanza
Traducción por Yiting Lee Pacheco
La desesperanza es la puerta a la esperanza. Hay que tocar fondo antes de saber sobre la emoción de la esperanza que es tuya en Cristo Jesús.
- Tendemos a darnos demasiado crédito.
- Tendemos atribuirnos demasiada rectitud.
- Tendemos a pensar que tenemos más sabiduría de la que generalmente tenemos.
- Tendemos a enorgullecernos de tener el carácter “correcto.”
- Tendemos a pensar que tenemos más paciencia de la que generalmente tenemos.
- Tendemos a considerarnos perseverantes.
- Tendemos a pensar que somos sumiso y obediente.
- Tendemos a creer que estamos más comprometidos con el reino de Dios de lo que generalmente estamos.
- Simplemente tendemos a vernos más piadosos de lo que generalmente somos.
He aquí el problema con estas tendencias: cuando te nombras correcto, cuando te atribuyes más madurez de la que tienes, no buscas la gracia la cual es tu única esperanza.
No pensamos que devaloramos la gracia, pero es exactamente lo que muchos de nosotros hacemos. Porque nos miramos y concluimos que estamos perfectamente bien espiritualmente, no tendemos a tener una profunda estimación y apreciación por la gracia que es nuestra única esperanza en la vida y en la muerte. Como vera, solamente aquel que reconozca que tan profunda es su necesidad – las personas que admiten no tener ningún tipo de habilidad para alcanzar por ellos mismos esa necesidad se emocionan por la gracia que toca cada una de sus necesidades espirituales.
Por el otro lado, no nos gusta pensar que estamos con necesidad, así que tendemos a minimizar nuestros pecados. Tristemente, muchos de nosotros estamos más preocupados por los pecados de los demás que de los nuestros. Ponemos más atención a las necesidades espirituales de otros que de los nuestros porque minimizamos nuestros pecados viéndonos como correctos, nosotros no salimos llorando y corriendo detrás del rescate y transformando la gracia que es nuestra como los niños de Dios. Mientras tengamos esperanza en nosotros – eso siendo, esperanza en nuestra capacidad para ser correcto por nuestra propia cuenta – no correremos detrás de la gracia que se nos da en Cristo Jesús. Únicamente es cuando estamos dispuestos a rendirnos y buscamos el rescate que Dios nos ofrece.
Si, en verdad que es cierto que la desesperanza es el único camino a la esperanza. Viéndonos sin esperanza e impotente si es que te lo permites inicias y te provoca tu búsqueda por la gracia de Dios. El hecho es que todos damos muestra de nuestra continua necesidad de gracia. Simplemente di, no tenemos capacidad de hacerlo por nuestra propia cuenta. Aún estamos en gran necesidad de ayuda divina. ¿Está dispuesto admitir eso y correr hacia donde la gracia se pueda encontrar?
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