Dinero y posesiones en Proverbios
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Kevin DeYoung sobre Dinero
Traducción por Misael Susaña
La Biblia dice mucho acerca del dinero y las posesiones. Hay muchos versículos acerca de la riqueza y la pobreza. Con algunos temas, podemos salirnos del camino ya que la Biblia dice muy poco. ¿Qué deberíamos pensar sobre el curtido? Bien, no tenemos mucha instrucción específica, así que no hay mucho para ser dogmáticos sobre el tema.
Pero cuando se trata del dinero y las posesiones hay un problema opuesto. Porque la Biblia dice tanto acerca del dinero, es tentador desarrollar una desequilibrada teología del dinero.
Por un lado, es fácil ver de dónde viene la Teología de la Prosperidad. Toma unas pocas promesas del pacto mosaico fuera de su contexto nacional, toma la promesa de Malaquías 3 acerca de abrir las ventanas de los cielos, mézclalo con las declaraciones de Jesús sobre recibir todo lo que pidas con fe, y puedes hornear un poco el evangelio de la salud y la riqueza.
Por otro lado, es posible venir con una desequilibrada Teología de la Austeridad. Señala que Jesús no tenia dónde recostar su cabeza, recurre a la historia del joven rico, agrega la parábola del rico necio, y tendrás una teología que dice que el dinero es malo y así también los que lo tienen.
Tú podrías hacer un argumento bíblico de que Dios ama a los chicos ricos. Basta con mirar a Abraham, Job, y Zaqueo. Mira la manera en la cual El bendice a los reyes obedientes. Mira a la visión del deleite cósmico en el jardín y en el siglo venidero.
Así también tú puedes hacer un argumento bíblico de que Dios odia a los chicos ricos. Basta con mirar al rico y Lázaro. Mira el libro de Santiago. Mira la versión de Lucas del Sermón del Monte.
Así que, ¿cómo deberíamos pensar acerca del dinero y las posesiones? ¿Qué principios bíblicos deberíamos mantener en mente mientras miramos la riqueza y la pobreza, mientras manejamos nuestra propia riqueza o pobreza? Hay pocas cosas de las que la Biblia habla con tanta frecuencia. Lo cual es bueno, porque hay pocas cosas tan relevantes para todas las personas en todo lugar como obtener una buena teología del dinero.
Un lugar para empezar
Proverbios es un buen lugar para empezar en el desarrollo de una teología bíblica de las posesiones materiales. Para empezar, hay muchos versículos sobre el tema. Más importante, hay diversos aspectos de doctrina sobre el tema. Si comenzaste con Génesis, podrías concluir que Dios siempre prospera a su pueblo. Si comenzaste con Amós, podrías pensar que todas las personas ricas son opresoras. Pero Proverbios mira a la riqueza y la pobreza desde varios ángulos. Y porque Proverbios es un libro de máximas generales, los principios en proverbios son más transferibles fácilmente al pueblo de Dios de diferentes tiempos y lugares.
En la noche del domingo pasado le di a mi congregación diez principios de Proverbios sobre el dinero y las posesiones materiales. No te daré el sermón completo aquí, pero pensé que podría valer la pena al menos listar los puntos principales. Tal vez pueda entrar en más detalles la semana que viene sobre los puntos específicos.
Te daré los puntos aproximadamente de acuerdo a cuánto Proverbios dice acerca de un principio en particular. De esa manera terminaremos con los temas más importantes.
Diez principios sobre el dinero y las posesiones en Proverbios
1. Hay extremos de riqueza y pobreza que proveen tentaciones únicas a aquellos que viven en estos extremos (Pro. 30:7-9).
2. No te preocupes por las riquezas de otros (Pro. 12:9; 13:7).
3. El rico y el pobre son más parecidos de lo que ellos creen (Pro. 22:2; 29:13).
4. No puedes dar más que Dios (Pro. 3:9-10; 11:24; 22:9).
5. La pobreza no es bella (Pro. 10:15; 14:20; 19:4).
6. El dinero no puede darte completa seguridad (Pro. 11:7; 11:28; 13:8).
7. El Señor odia a aquellos que se hacen ricos injustamente (Pro. 21:6; 22:16, 22-23).
8. El Señor ama a aquellos que son generosos con los pobres (Pro. 14:21, 31; 19:7; 28:21).
9. El trabajo duro y el tomar buenas decisiones por lo general resultan en un aumento de la prosperidad (Pro. 6:6-11; 10:4; 13:11; 14:24; 21:17, 20; 22:4, 13; 27:23-27; 28:20).
10. El dinero no lo es todo. Éste no satisface (Pro. 23:4-5). Es inferior a la sabiduría (Pro. 8:10-11, 18-19; 24:3-4). Es inferior a la justicia (10:2; 11:4; 13:25; 16:8; 19:22; 20:17; 28:6). Es inferior al temor del Señor (Pro. 15:16). Es inferior a la humildad (Pro. 16:19). Es inferior a las buenas relaciones (Pro. 15:17; 17:1).
Llegando a conclusiones delicadas y encontrando a Cristo
No puedes entender la visión bíblica del dinero a menos que estés preparado para aceptar un número de verdades mantenidas en tensión.
Probablemente adquirirás más dinero si trabajas duro y estás lleno de sabiduría. Pero si todo lo que te importa es conseguir más dinero, eres el necio más grande. El dinero es una bendición de Dios, pero serás más bendecido si tú lo das. Dios te da dinero porque El es generoso, pero El es generoso contigo para que puedas ser generoso con otros. Y si tú eres generoso con tu dinero, Dios así mismo será generoso contigo. Es sabio ahorrar dinero, pero nunca pienses que el dinero te da real seguridad. La riqueza es más deseable que la pobreza, pero la riqueza no es tan buena como la justicia, la humildad, la sabiduría, las buenas relaciones, y el temor del Señor. 1 Corintios 1:30-31 dice que Cristo es para nosotros sabiduría de Dios, justificación, santificación y redención, para que tal como está escrito: “el que se gloría, que se gloríe en el Señor”. El dinero no puede darte ninguna de las cosas que tú necesitas en última instancia. Éste no puede hacerte santo. No puede hacerte justo. No puede salvarte de tus pecados. La riqueza es una señal de bendición, pero es también una de las tentaciones más grandes, ya que ésta te atrae a gloriarte en ti mismo. Promete ser tu autoestima y promete hacerte autosuficiente. Te invita a gloriarte en algo o alguien más aparte del Señor.
Así que, por los cuatro costados el dinero es un asunto de fe. Cree que hacer las cosas a la manera de Dios es la mejor manera para ti. Cree que si das tu dinero, El puede dártelo de vuelta. Cree que el dinero puede ser bueno. Pero no te atrevas a creer que lo es todo. El dinero es un regalo de Dios, pero los regalos que tú realmente necesitas sólo pueden ser encontrados en Dios.
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