El Pan de Vida

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English: The Bread of Life

© Ligonier Ministries

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Por Ligonier Ministries Staff sobre Jesucristo
Una parte de la serie Tabletalk

Traducción por Javier Matus


“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida, el que a mí viene, nunca tendrá hambre, y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35).

- Juan 6:22-59

No es de extrañar que Pablo y los otros escritores del Nuevo Testamento tenían una alta Cristología —una doctrina de Cristo que lo identifica con el único y verdadero Dios— porque simplemente reflejan lo que Jesús dijo acerca de Sí Mismo. El evangelio de Juan contiene las afirmaciones más directas de nuestro Señor de Su divina identidad, en especial en las diferentes frases de “Yo Soy” que se encuentran en cuenta el relato del discípulo amado de la vida y ministerio de nuestro Salvador. Para que podamos tener una mayor comprensión de lo que Jesús dijo acerca de Sí Mismo, vamos a estar viendo en estas frases de “Yo Soy” en el evangelio de Juan en los próximos días, usando la serie del Dr. R.C. Sproul “Conocer a Cristo” como nuestra guía.

La primera frase de “Yo Soy” de Jesús registrada en el cuarto evangelio es “Yo soy el pan de vida” en Juan 6:35. En primer lugar, notemos que hay un significado de la construcción griega que se traduce como “Yo soy.” Esta construcción, ego eimi, se usa en el Nuevo Testamento para hacer énfasis en el sujeto —el “yo” de la frase anterior. El significado se ve más claramente si traducimos ego eimi como “Yo, yo mismo, soy”, y aunque es una construcción poco común usada en el Nuevo Testamento, aparece en el evangelio de Juan cada vez que Jesús dice “Yo soy.” Es la misma construcción que se encuentra en la versión griega de Éxodo 3:14, donde Dios declara de Sí Mismo “Yo soy El que Soy” Ningún judío del primer siglo habría pasado por alto una auto-referencia tan clara de Jesús a su propia deidad.

Además, el uso de Jesús de “el pan de vida” en Juan 6:35 nos da más información acerca de Él. Tal como Él dio el pan o el maná a los israelitas durante el éxodo, el Padre envió a Jesús para otorgar y mantener la vida. Sin embargo, Jesús es mucho mejor que el maná del éxodo porque el hambre de Israel fue satisfecha temporalmente, pero aquellos que participan de Cristo nunca volverán a tener hambre (vv. 35, 40, 47, 54). El Pan de Vida otorga y mantiene la vida eterna —ninguno que viene a Cristo por fe puede ser echado fuera nunca (v. 37). Estamos seguros de esto porque el Padre ha dado a Su Hijo un pueblo que no se puede perder (v. 39), ya que el Padre les obliga a poner su destino en manos de Jesús, y Él levantará a su pueblo de los muertos en el último día (vv. 39, 44, 54).

Vemos también el propósito de la venida de Jesús en esta frase. Cristo bajó del cielo para otorgar y mantener la vida eterna, y Jesús lleva a cabo esta hazaña a través de Su muerte redentora con la cual Él da Su vida por el mundo (v. 51).

Coram Deo

La primera vez que nos alimentamos de Cristo por la fe, poniendo nuestra confianza en Él para la salvación, somos sacados fuera del reino de las tinieblas a la luz. Somos mantenidos en la fe que nos salva a medida que continuamos alimentándonos del Salvador, aprendiendo de Él mientras leemos la Palabra de Dios y la escuchamos siendo predicada, y al experimentar Su presencia en medio de Su pueblo a través de los sacramentos. Si regularmente probamos y saboreamos a Jesús, podemos estar seguros de nuestra salvación.

Pasajes para Estudio Adicional

Éxodo 3:1-22;
16 Salmo 34:8
Mateo 6:7-15
Lucas 22:7-20


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