El Señor de la Creación

De Libros y Sermones Bíblicos

“Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos” (Heb. 1:10).
- Hebreos 1:10-12

En los versículos 10 al 12, el autor de Hebreos continúa su descripción de Jesucristo como el supremo Hijo de Dios. Nuevamente invocando la autoridad del Antiguo Testamento, el autor cita del Salmo 102 en el que el salmista clama al Señor en angustia. Al final del salmo, el salmista nombra al Señor como el que asentó los cimientos de los cielos y de la tierra, reconociéndole como el único que es capaz de responder a su petición de ayuda. Su súplica se hace al Señor inmutable de toda la creación, y es esta descripción que el autor de Hebreos dirige a Jesucristo.

En el versículo 2 del capítulo 1, el autor se refiere a Cristo como aquel a través del cual el mundo fue creado. Aquí también él atribuye las características del Señor Dios de toda la creación a Cristo. No hay duda de lo que el autor está planeando de transmitir a sus lectores —Jesucristo, la segunda persona de la Trinidad, es el inmutable (invariable) Fundador de los cielos y de la tierra por cuyas manos todas las cosas fueron creadas y cuyos años no acabarán. Por lo tanto, no hay ningún argumento sobre la superioridad de Jesucristo, porque Él no sólo es superior a los ángeles, sino que es superior a todas las cosas, sea en el cielo, en la tierra, o debajo de la tierra. Él es Dios, y ellos son sus siervos. Él es el Creador, y ellos son sus criaturas. Él es infinito, y ellos son finitos.

Hay un marcado contraste entre Cristo y aquello que pasará. Los cielos y la tierra “perecerán”, escribe el autor de Hebreos, el Señor los “envolverá” como un manto, y serán mudados. Cristo, en cambio, “permanecerá”, porque Él es “el mismo”, y Sus años serán “no acabarán” En este punto, John Owen escribe: “Una cosa es establecida…por estas expresiones —la existencia inmutable, eterna y absoluta de Cristo…Para enfatizar la naturaleza eterna de Dios en contraste con la fragilidad del mundo y toda su creación, dice que sus años no acabarán. El mundo llega a su fin, pero no hay fin a la existencia de Cristo.”

Los atributos de Dios como el Creador inmutable y Sustentador de todas las cosas son los mismos atributos atribuidos a Jesucristo. El Dios del Antiguo Testamento es el Dios del Nuevo Testamento, y Él no cambia. Él es el mismo “ayer, hoy y por los siglos” (13:8).

Coram Deo

En el capítulo 12, el autor de Hebreos nos dice que Jesucristo es el autor y consumador de nuestra fe. Al reflexionar sobre el pasaje de hoy de la Escritura, tenga en cuenta que nuestra salvación está asegurada por Aquel quien es eterno, inmutable y divino. A diferencia de los cielos y la tierra que perecerán, la salvación del pueblo de Dios es cierta.

Pasajes para Estudio Adicional

Génesis 1:1, 2:1
Isa. 34:4
Juan 8:58
Heb. 12:1, 2
Ap. 1:4, 8