El Testamento Se Confirma
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Los Pactos
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive.” (Heb. 9:17).
- Hebreos 9:16-17
Para que comenzaran todas las bendiciones del nuevo pacto, el Hijo de Dios tuvo que venir a la tierra y llevar a cabo la voluntad de Su Padre. Jesús vino y fue hecho perfecto para Su oficio como Mediador del nuevo pacto (Heb. 2:10; 5:9). Este Jesús se convirtió en un Mediador eficaz, no ofreciendo sacrificios que no podían perfeccionar la conciencia (9:9b-10), sino más bien ofreciendo un sacrificio perfecto que asegura nuestra redención eterna (vv. 11-14).
El versículo 15 nos dice que Cristo se convirtió en Mediador para que los que son llamados puedan recibir la herencia prometida a ellos. Donde hay una herencia, también suele haber un testamento, y esta es una idea que el autor de Hebreos toma en los versículos 16-17 para que se pueda mostrar la necesidad de la muerte de Cristo.
Una herencia presupone la existencia de un testamento, y si hay un testamento, la herencia sólo viene después de la muerte de la persona que hizo el testamento. Por lo tanto, si los elegidos han de recibir su herencia, se requiere una muerte. Tenía que haber una muerte –la muerte de Cristo– si es que algún día hubiésemos de recibir aquello que se había prometido a los hijos de Abraham. Nunca podríamos heredar la buena tierra (la nueva tierra) y ser bendecidos al ser parte de la familia de Dios si Jesús nunca hubiese muerto.
El comparar las promesas del nuevo pacto con un testamento es particularmente apto. La palabra griega utilizada por los autores del Nuevo Testamento para “pacto” es diatheke. Además de ser una referencia adecuada para el concepto del pacto, esta palabra es también la palabra que significa “voluntad” usada en “última voluntad y testamento.”
Al igual que los pactos divinos en la Biblia, un testamento es iniciado por una sola persona. Idealmente, un testamento refleja los deseos sólo de la persona que lo hace. Sólo es ese individuo quien decide en última instancia quién recibe qué. Como tal, el comparar las promesas del nuevo pacto a un testamento enfatiza la soberanía de la persona que lo hizo. El concepto enfatiza el Señorío de Jesús, el Dios-hombre que podía morir y cumplir Su voluntad soberana, porque Su muerte causaría que el testamento se confirmara (v. 17). En este punto, John Owen escribe: “Es en el testamento…y el poder que tiene la persona que hace el testamento para asignar qué posesiones deben ser legados a quién. De esa misma manera, el Señor Cristo ha determinado cómo los elegidos deberían finalmente poseer sus legados.”
Coram Deo
¿Alguna vez ha recibido una herencia a través del testamento de un ser querido fallecido? Esta analogía conmovedora describe el profundo amor que Jesús tiene para los elegidos de Dios. Él realmente desea que reciban Sus bendiciones. Dé gracias por un regalo tan lleno de gracia que viene a través de Su testamento establecido y Su muerte que trae nuestra herencia.
Pasajes para Estudio Adicional
Gén. 12:1-3
Sal. 106:4-5
Juan 15:14-16
Rom. 14: 9
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