En El Santuario
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Los Pactos
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios” (Heb. 9:24).
- Hebreos 9:23-24
El autor de la carta a los Hebreos escribió su carta con el fin de recordar a su público la superioridad del nuevo pacto al antiguo. Este público estaba cuestionando su compromiso con Cristo, y necesitaba exhortación a permanecer fiel a pesar de que algunas promesas del nuevo pacto aún no habían sido cumplidas plenamente.
En contraste con quienes decían que la muerte de Cristo invalida Su pretensión de ser el Mediador del nuevo pacto, el autor de Hebreos argumenta que es precisamente Su muerte lo que Le hace el Mediador. Porque, en Su muerte, Él es apartado para ser nuestro Sumo Sacerdote (5:8-10). Y un nuevo pacto requiere un nuevo sumo sacerdote debido a la naturaleza ineficaz del sacerdocio del antiguo pacto (9:9-10).
La continuidad que la obra de Cristo tiene con el antiguo pacto garantiza que Él es el Mediador del nuevo pacto. Pero es la discontinuidad que garantiza Su superioridad. Al igual que los sacerdotes del antiguo pacto, Él ofreció un sacrificio que efectúa la limpieza, pero, a diferencia de ellos, Su sangre logra una limpieza del corazón y la mente (vv. 13-14).
Hoy vamos a ver al 9:23-24. El versículo 23 introduce dos preguntas para nosotros. Primero, ¿por qué tendría que ser purificada la morada de Dios? ¿No es el cielo intrínsecamente santo? Debemos tener cuidado de no asumir demasiado. Los lugares terrenales son una copia de lo celestial, pero son sólo una copia. Una copia es similar a la original, pero no es exactamente igual. El autor simplemente está señalando la limpieza como una forma de vincular la obra de Cristo a la obra del sacerdocio del antiguo pacto. Los sumos sacerdotes de antaño entraron en el templo sólo después de que fue limpiado, y así, para hacer el paralelo con Cristo, el autor habla del entrar de Cristo en el Lugar Santísimo en términos similares. Cuando sacamos alusiones generales, el segundo problema de los “mejores sacrificios” de Cristo también está resuelto. El autor no está enseñando que Cristo hizo más de un sacrificio (ver v. 26). Más bien, él usa el plural, “sacrificios”, como un medio de plenamente comparar la obra de Cristo con los sacrificios del antiguo pacto.
Lo que sigue debe captar nuestra atención (v. 24). El autor no quería que nosotros nos quedásemos atascados con preguntas acerca de la purificación del cielo; más bien, él quiere que reconozcamos que Cristo ha aparecido en la presencia de Dios para ser nuestro abogado ante el Padre. Este es el mayor beneficio que ahora disfrutamos bajo el nuevo pacto.
Coram Deo
Los sumos sacerdotes de antaño entraron en una presencia que sólo tenía los tipos y símbolos de la presencia inmediata de Dios. Pero Cristo, el Dios-hombre y Mediador del nuevo pacto, ha entrado en la presencia directa e inmediata del Padre. Recuerde que si usted está en Él, Cristo está intercediendo por usted en la presencia directa de Dios.
Pasajes para Estudio Adicional
Sal. 119:154
Prov. 22:22-23
Mat. 10:32-33
1 Juan 2:1
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