En búsqueda de personas que necesiten a Dios con urgencia

De Libros y Sermones Bíblicos

He estado leyendo The Master Plan of Discipleship (El plan maestro del discipulado) de Robert Coleman, quien expone algo sorprendente. En el libro de Hechos la estrategia evangelista es enfocarse en las personas que han estado dispuestas, de algún modo, a ser receptivas. Por ejemplo:

La emanación del Espíritu en Pentecostés desató el evangelio sobre una multitud de judíos espiritualmente sensibles que habían llegado de por lo menos 15 naciones diferentes para adorar a Jehová.

La siguiente gran cosecha ocurre en Samaria (Hechos 8:4-25), donde Jesús ya había puesto cimientos con su testimonio (Juan 4:4-42).

El Espíritu Santo envía a Felipe donde un eunuco etíope quien se encuentra leyendo los pergaminos de Isaías y tratando de entender de quién habla el capítulo 53 (Hechos 8:26-39).

El gran avance evangelista con los gentiles afuera de Jerusalén llega con Cornelio, quien temía a Dios, daba limosnas y oraba. Él tuvo una visión del mensajero de Dios (Hechos 10).

Cuando Pablo inició su oficio misionero, siguió un modelo de dirigirse primero a la sinagoga en busca de algunos judíos receptivos o gentiles temerosos de Dios (Hechos 13:5, 14, 42s.; 14:1; 17:1, 2, 10, 17; 18:4, 7, 19, 26; 19:8).

En su segundo viaje misionero, sus planes fueron revisados dos veces por el Señor. El Espíritu Santo le prohibió (por el momento) hablar la palabra en Asia (Hechos 16:6) y el Espíritu de Jesús no les permitió ir a Bitinia (Hechos 16:7). Entonces, Pablo vio una visión de un hombre que decía: “Pasa a Macedonia y ayúdanos” (Hechos 16:9). La atención se centró de nuevo en aquellos espiritualmente receptivos.

No había sinagogas en Filipos. Por tanto, Pablo halló un lugar afuera de la ciudad donde las mujeres oraban y se dirigió allí, y otra fue convertida (Hechos 16:12-14).

En ocasiones, por supuesto, Pablo simplemente “Discutía en la plaza diariamente con los que estuvieran presentes” (Hechos 17:17). Sin embargo, parece haber realmente un buen modelo que nos estimule en nuestro propio evangelismo, como dice Coleman: “Buscar a aquellos que deseen elegir a Cristo. La vida es muy corta para gastar tiempo y energía excesiva en personas apáticas”.

Esto me parece correcto, no que ignoremos a aquellos espiritualmente insensibles, sino que nos centremos en quienes parecen querer encontrar a Dios. En otras palabras, somos ayudantes del Espíritu Santo y debemos estar pendientes de quienes estén comenzando a ser despertados por su gracia. Busquemos a quienes necesiten a Dios con urgencia y concentremos nuestras energías en su crecimiento. Sin duda, Coleman tiene razón cuando dice: “Estoy convencido de que pocas de esas personas están dentro de la influencia de todo cristiano”.

Sigamos en la búsqueda,

Pastor John

Citas bíblicas tomadas de LBLA