Esperanza para los hijos pródigos
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Burk Parsons sobre Crianza de los Hijos
Traducción por Yenis Figuereo
Como pastor, a menudo tengo que enfrentarme con la dificultad de aconsejar a padres y madres profundamente entristecidos con sus hijos e hijas pródigos. Los padres que llegan a mi consultorio en busca de consejería y oración están tratando regularmente de luchar a brazo partido contra la dura realidad de un hijo/hija pródigo (profundamente derrochador). EL hijo que han amado, por el cual han orado, educado, alimentado, protegido y discipulado ha dejado todo para ir detrás de los fugases placeres del mundo; abandonando no solo la casa de sus padres, sino también su fe.. Es probable que muchos de los padres y abuelos que están leyendo esto, tengan hijos pródigos o nietos y estén muy agobiados por sus almas, orando para que regresen a ellos mismos, crean en Cristo y vuelvan a casa.
Mi mayor preocupación, sin embargo, es para los padres que no están agobiados por las almas de sus hijos pródigos. Porque sus hijos fueron criados en buenas familias con buenos principios cristianos, y fueron educados en el camino que deben seguir en la vida, muchos padres concluyen que están bien a pesar de su estilo de vida pródigo e incredulidad. Ellos creen correctamente que Dios es soberano y que Él es el único que puede salvar a sus hijos, pero se han olvidado de que Dios ha ordenado los extremos, así como los medios para esos fines. Como tal, Él llama a los padres de los hijos pródigos de todas las edades, a no suponer su salvación y a fingir que espiritualmente todo está bien, sino más bien a orar por su salvación, predicarles el evangelio, y rogarles para que se arrepientan y crean. Cuando los padres cristianos no enfrentan la difícil realidad de que tienen hijos pródigos que están desperdiciando sus vidas persiguiendo los placeres temporales del mundo, probablemente no afrontarán a sus hijos con la verdad del evangelio, y es más, sus hijos no afrontarán la difícil realidad de que se enfrentan a la condena eterna.
En Su soberanía, Dios usa a los padres para hablar la verdad de Dios y su Evangelio, a los corazones y las mentes de sus hijos. Si los padres, que son los principales responsables de la formación de sus hijos en el temor y amonestación del Señor, no eligen amonestarlos por miedo a conducirlos sin fe más allá de su casa, a la larga, su miedo podría revelar su propia falta de fe. Los padres no deben ceder a la tentación de suponer que sus hijos pródigos están destinados a la gloria, ni tampoco deben dejar de orar por ellos, predicarles y suplicar a sus hijos para que se encuentren a sí mismos, crean en Cristo y vuelvan a casa.-donde abrumadoramente serán bienvenidos por el Padre celestial y por su padre terrenal, quien correrá a ellos con brazos abiertos y con una pródiga (generosamente derrochadora) celebración; mientras que ambos se regocijan ante la presencia de Dios [1], ante el rostro de Dios.
- ↑ Coram Deo: expresión latina que significa “algo que se lleva a cabo en la presencia de Dios”. “Vivir ante los ojos de Dios”
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