Esta Enfermedad es Para la Gloria de Dios
De Libros y Sermones BÃblicos
Traducción por Carla B.
Por John Piper
sobre Amor de Dios
Bien, cierto hombre estaba enfermo, Lázaro de Betania, en la aldea de Maria y su hermana Marta. Fue Maria, de quien su hermano Lázaro estaba enfermo, quien ungió al Señor con ungüento y le limpió los pies con sus cabellos. Las hermanas le mandaron a buscar entonces, diciendo, “Señor, aquel a quien vosotros amáis está enfermo.” Pero cuando Jesús lo escuchó dijo, “Esa enfermedad no conduce a la muerte. Es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios pueda ser glorificado a través de ella.” Ahora bien, Jesús amaba a Marta y a su hermana y a Lázaro. Así que cuando escuchó que Lázaro estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Después de eso, les dijo a los discípulos, “Vayamos a Judea nuevamente.” Los discípulos le dijeron, “¿Rabino, los judíos estaban tratando de apedrearos hace poco y vais allá de nuevo?” Jesús contestó, “¿Es que no hay doce horas en el día?” Si alguien camina durante el día, no tropezará, porque ve la luz de este mundo. Pero si alguien camina durante la noche, tropezará porque la luz no está en él.” Después de decir estas cosas, les dijo, “Nuestro amigo Lázaro se ha quedado dormido, pero yo voy a despertarle.” Los discípulos le dijeron, “Señor, si se ha quedado dormido, él se recuperará.” Ahora Jesús había hablado de su muerte, pero ellos pensaban que Él quería decir que estaba descansando al dormir. Entonces Jesús simplemente les dijo, “Lázaro ha muerto y a vuestro favor, me alegro no haber estado allá, para que así vosotros creéis. Pero vayamos a él.” Así que Tomas, llamado Dídimo, les dijo a sus condiscípulos, “Vayamos nosotros también para que muramos con él.” (Juan 11:1-16)
En el principio — el principio absoluto de todas las cosas, salvo quien estaba allí en el principio — existía el Verbo, nuestro Señor y Salvador. Y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios… y el Verbo se hizo carne — el hombre-Dios Jesucristo — y habitó entre nosotros y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. . . pues de su plenitud sobre todos, hemos recibido Su gracia. (Juan 1:1, 14, 16).
Plenamente Divino y en Control Absoluto
Y porque Él estaba en el principio y es Dios, por lo tanto, esta enormemente mas allá para sobrepasar todos nuestros poderes. Él fue la realidad más importante el 11-9-2001 y es la realidad más importante en todo el mundo hoy día en el aniversario del 11-9 y es El mismo quien puede abarcar y explicar y enmendar, no solo los horrores del 11-9, sino también el décuplo de peores horrores del terremoto en Bam, Iraq, dos años después y los peores horrores del gran tsunami del 2005, 100 veces más grande.
Totalmente Humano y Capaz de Consolar
Y por haberse convertido en carne y vivido una vida humana y sufrido y murió y resucitó, es El mismo quien puede abarcar y explicar y enmendar y consolar íntima y tiernamente, la perdida de cada vida individual, incluyendo la vida de Victor Watters de catorce años, cuyo entierro efectuaremos esta tarde a las cuatro en punto.
El Rey Habla
Este es nuestro Dios a quien adoramos, Jesucristo, infinito en su majestuosidad divina y tan cercano y bondadoso como la mano de una madre. Y estamos reunidos para adorarlo en este mundo. No estamos reunidos como una escuela para escuchar una charla, pero como “un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para su propia adquisición” para escuchar la palabra del Rey, Jesucristo. Una palabra sobre el sufrimiento y la muerte, y una palabra sobre el amor y una palabra sobre Su propia gloria. Y como se relacionan estas tres entre si — el sufrimiento, el amor y la gloria de Jesucristo.
Yo no escogí este texto para el aniversario del 9/11 o para la familia Watters. Dios lo hizo. Aquí es donde estamos en el Evangelio de Juan. Y esto es lo que el Rey tiene que decirnos a nosotros hoy, siendo muy relevante.
El Escenario
Nuestro texto es el de Juan 11:1-16. Justo antes de este capítulo comienza, la muchedumbre en Jerusalén había recogido piedras para matar a Jesús (Juan 10:31), y en el verso 38 trataron de arrestarle, pero El escapo. Viajó al este y al norte y cruzó el Jordán. Y pronto (ver “hace poco” en Juan 11:8), Maria y Marta, sus amigas de Betania cerca de Jerusalén, le enviaron un mensaje a Jesús de que su hermano Lázaro estaba muy enfermo.
Ese fue el escenario para las increíbles palabras de Jesús sobre la muerte y el amor y la gloria de Dios. Al leer los versos del 1-6 présteles atención a esos tres. Muerte, amor, gloria. Y préstele atención al vínculo entre las tres. Este es nuestro rey, definiendo la manera de que nosotros vemos la palabra muerte y amor, y la manera que nos sentimos respecto a los horrores y bellezas que ocurren en el mundo. Tal vez estas palabras trastocarán su mundo. Lo ha hecho en muchos de nosotros.
Un Amor Peculiar
Los versos 1-2 del capítulo 11: “Y estaba enfermo cierto hombre llamado Lázaro, de Betania, la aldea de Maria y de su hermana Marta. Fue Maria la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos., cuyo hermano Lázaro estaba enfermo.”
Lo que es admirable sobre el verso 2, es que esta unción no ha sucedido aún. Sucede en Juan 12:3. Entonces Juan está alcanzando la evidencia más clara de la extraordinaria relación que existe entre María y Jesús, aunque esa evidencia aún está por venir. El punto es: ella no es ninguna extraña. Hay un amor inusual entre ella y Jesús.
Verso 3: “Las hermanas entonces mandaron a decirle a Jesús: Señor, mira, el que tu amas está enfermo.” “Así que ahora, Juan lo hace evidente. Él quiere decir que veamos y sintamos el amor que Jesús tiene por Su familia. Esta petición por su ayuda no viene de cualquier conocido. Viene del círculo de amigos más cercanos de Jesús.
Todo Sobre la Gloria de Dios
Verso 4: “Pero cuando Jesús lo oyó, dijo: Esta enfermedad no es para la muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella.” Lo primero que hace Jesús cuando escucha las noticias de la enfermedad de Lázaro, es relacionarla con la gloria de Dios y Su propia gloria. Esta enfermedad es respecto a la gloria de Dios. Es sobre la gloria del Hijo de Dios. No es fundamentalmente sobre la muerte, aunque morirá (y Jesús sabe que morirá); es fundamentalmente sobre Dios del Hijo de Dios y sobre cuan gloriosos son Dios y Su Hijo. Esto es lo que Jesús dice (verso 4): “Esta enfermedad no es para la muerte — la cuestión de esta enfermedad no es la muerte. Es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella.”
Esto es exactamente como el capítulo 9 donde el hombre nació ciego, no porque este pecó, ni sus padres lo hicieran, sino para que las obras de Dios se manifiesten en el (Juan 9: 3-4). Solo aquí el asunto será la muerte, no solo la ceguera o la enfermedad. Lázaro se va a morir. Jesús lo sabe. De hecho, el elige a que Lázaro muera. Veremos eso en un momento.
Enfatizando el Amor de Jesús
Ahora, Juan recalca el amor que Jesús siente por Su familia por tercera vez. Verso 5: “Y Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.” Juan realmente desea que veamos y sintamos esto. Él lo dice tres veces: Verso 2: Esta fue la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con su cabello. Verso 3: “El que tu amas está enfermo.” ¡Tú lo amas! Verso 5: “Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.”
Juan, ciertamente está recalcando el amor de Jesús por su familia, porque él sabe lo que Jesús está a punto de hacer aquí, no parece amor para la mayoría de la gente. Muy pocos seres humanos piensan del amor de esta manera. Me atrevo decir que vosotros no piensan del amor de esta manera — nadie piensa del amor de esta manera — aparte del Espíritu de Dios cambiando nuestros corazones para que veamos lo que realmente es el amor en este texto. Por lo tanto, dije que este texto les podría trastocar su vida.
Desbloqueo del Impacto
Juan sabe que lo que está a punto de decir en el verso 6, va en contra de todas las experiencias comunes del humano donde Dios no es Supremo. La palabra clave que desbloquea el impacto es la palabra “pues” al principio del verso 6. Esta allí en el original, y significa “por lo tanto.” Así que los versos 5 y 6 se leen así: “Y Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Pues (por lo tanto), cuando oyó, que Lázaro estaba enfermo, entonces se quedó dos días más en el lugar donde estaba.”
Jesús sabía lo que esto significaría — esta demora. Significaría la certeza de la muerte de Lázaro. Sabemos esto por el verso 14. Cuando Jesús decide ir a Betania él sabe que Lázaro está muerto: “Entonces Jesús, por eso les dijo claramente: Lázaro ha muerto.”
Era la Muerte Verdadera
Jesús está optando dejar que Lázaro muera, o asegurarse de que está bien muerto, cuando Él llegue allí (cuatro días muerto, por lo visto). Y si vosotros dicen, “Bueno no fue tan malo porque Él sabía que lo resucitaría. No era tan malo como nuestra muerte — la muerte de Victor.” Si esa es la manera como lo estáis pensando, consideren dos cosas:
1. Lázaro realmente murió. Morir no es algo fácil. Y hasta donde Lázaro sabia, Jesús no llegó. Y sus hermanas lo vieron morir. Y lo enterraron. Y se preguntaban dónde estaba Jesús. Esto fue la muerte verdadera. Y una perdida real. Y Jesús no apareció para detenerla.
Viendo Nuestra Resurrección en Lázaro
2. De la manera que Juan expone esta historia, desea que veamos la resurrección de Lázaro como una imagen de nuestra resurrección — la resurrección de todos aquellos quienes creen en Jesús. Préstenle atención a Jesús en los versos 23-26.
Jesús le dijo a ella, “Tu hermano resucitará.” Martha le dijo, “Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final.” Jesús le dijo, “Yo soy la resurrección y la vida. Todo el que cree en mí, aunque muera, vivirá y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás.”
En otras palabras, la resurrección de vuestro hermano es exactamente lo que les sucederá a todos quienes creen en mí.
Lo que significa que la manera de pensar sobre la muerte de Lázaro es esta: La muerte de Lázaro era verdadera y terrible, tan terrible como vosotras. Y si vosotros pensáis que la de él fue menos terrible porque Jesús lo resucitó, la verdad es que vuestra muerte no será más terrible que la de él, porque vosotros también seréis resucitados por Jesús y es solo una diferencia de tiempo. Y la cantidad de tiempo entre vuestra muerte y la resurrección, no se comparan con la eternidad.
El Amor Conmovió a Jesús Para Dejar Morir a Lázaro
Y ahora, tal vez, estéis preparados para ver y sentir el punto principal. Fue el amor que conmovió a Jesús para dejar morir a Lázaro. Fue el amor de Jesús por su familia y Sus discípulos — y para vosotros que estáis leyendo este texto — lo que le hizo optar en dejar morir a Lázaro.
Miren la conexión entre el verso 5 y 6 de nuevo: “Y Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Pues (debido a este amor), cuando oyó, que Lázaro estaba enfermo, entonces se quedó dos días más en el lugar donde estaba.” Él no se apresuró ir a su lado.
¿Como es Esto Amor?
Y por escrito Juan pretende — y Jesús pretende — que todos los que veis esto, pregunten: ¿Cómo puede ser eso amor? Juan se ha desviado de su camino para establecer esto. Jesús los ama. Él los ama. Los ama. Por lo tanto, Él no lo sana, pero lo deja morir. ¿Por qué esto significa amor?
Jesús ha respondido claramente y responderá nuevamente en el verso 15. En el verso 4 Él dijo: “Esta enfermedad no es para muerte (en otras palabras, la cuestión no es la muerte). Es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella.” Esta enfermedad será para la gloria de dios, y la gloria del Hijo de Dios. Esta enfermedad expondrá la gloria de Dios. Hará que Jesús se vea asombroso.
Por lo tanto, el (verso 6) el amor le permite morir. El amor le permite morir porque su muerte les ayudará a ver más maneras para que conozcan la gloria de dios.
¿Qué es Amor?
¿Entonces que es amor? ¿Qué significa ser amado por Jesús? El amor significa dándonos lo que más necesitamos. Y lo que más necesitamos no es la sanación, pero una plena e interminable experiencia de la gloria de Dios. El amor significa dándonos lo que nos traerá la más plena y larga alegría. ¿Y qué es eso? ¿Qué nos dará una plena y alegría eterna? La respuesta de este texto es clara: una revelación a vuestra alma de la gloria de Dios — observando, admirando y maravillándonos y disfrutando la gloria de Dios en Jesucristo. Cuando alguien está dispuesto a morir — o permitir a vuestro hermano morir — para daros (y a vuestro hermano) eso, Él os ama.
El amor está haciendo lo que sea que vosotros tengáis que hacer para ayudar a la gente ver y atesorar la gloria de Dios como su alegría suprema — para ayudar a la gente ver y conformarse con la gloria de Dios.
Observe la manera que Jesús lo dice en los versos 14-15: “Entonces Jesús por eso, les dijo claramente, Lázaro ha muerto y por causa de vosotros me alegro de no haber estado allí, para que creáis.” La contraparte humana de la revelación de la gloria de Dios es creer. Creer es yendo a Jesús para satisfaceros con todo lo que Dios es para vosotros en Jesús. Y venimos a él de esa manera sólo cuando veamos su gloria — “nosotros vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1:14).
La Gloria de Dios y Nuestra Alegría — Juntos
Estos son los dos grandes propósitos de todas las cosas: La demonstración de Dios de Su gloria en Cristo y los seres humanos atesorando la gloria sobre todas las cosas. Ese es el significado de la vida y de todas u creación. Y estos dos grandes propósitos son realmente uno: Debido a nuestro atesoramiento de la gloria de Dios sobre todas las cosas — hasta la misma vida — es la forma de unirnos a Dios, al demostrar su gloria. Dios se glorifica en nosotros mayormente, cuando estamos muy satisfechos en El.
Así que Jesús permite que Lázaro muera para demostrar la gloria de Dios y para intensificar la fe de sus discípulos. Y el Evangelio de Juan fue escrito para estos dos propósitos — para revelar la gloria del único Hijo del Padre y para avivar y profundizar nuestra fe en El — nuestro recibimiento de El cómo el Tesoro Supremo que Él es.
Jesus Murió por Esto
Y el punto más importante del texto de hoy es: Esto es amor. El objetivo del amor es llevar a la gente hacia el mayor conocimiento y mayor disfrute de la gloria de Dios. Jesús no solo dejó que Lázaro muriese por esto. El murió por esto. “Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.” (1 Pedro 3:18). Jesús oro que, en el otro lado de su muerte, Su pueblo redimido, viese Su gloria: “Quiero que los que me has dado, estéis también conmigo ¿Qué es amor? El amor es el anhelo, se trabaja y se sufre para seducir a los demás con lo que es infinita y eternamente satisfactorio: la gloria de Dios.
Será Revelado en la Resurrección
Una última exhortación. Entre la muerte de Lázaro y su resurrección, cuatro días después su familia no podía explicarse como Dios seria glorificado en ella. Eso será revelado en su resurrección. Por consiguiente, si es allí donde hoy te encontráis — y todos vosotros lo estáis en un sentido, no viendo claramente como Dios es glorificado en la muerte de vuestros seres queridos — no juzguéis antes de la resurrección. Dios está haciendo más de lo que podríais imaginar. Y la resurrección la traerá a la luz. Mientras tanto, confiéis en El y atesoráoslo sobre todas las cosas.
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