Excelente Sacrificio
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Fe
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín” (Heb. 11:4).
- Hebreos 11:4
Al final del capítulo 10, el autor de Hebreos deja claro que es por la fe que conservamos nuestras almas y somos salvos (10:39). Es nuestra perseverancia en la fe la que nos permite perseverar hasta el fin.
En Hebreos 11, encontramos muchos ejemplos de fe perseverante. Esta fe se expresa ante todo en el hecho de que por la fe vemos que Dios creó el mundo (11:3). En el pasaje de hoy comenzamos a ver algunos de los héroes del antiguo pacto para que podamos entender mejor la naturaleza de la fe perseverante.
Antes de hablar del versículo 4, recordemos que la fe perseverante no es algo que creamos en nosotros mismos. Sólo poseemos la fe verdadera si Dios soberanamente nos la ha dado (Ef. 2:8). Sin embargo, reconocemos que una vez que nos es dada, todavía necesitamos que el Señor aumente esta fe de vez en cuando (Lucas 17:5). Una de las formas en que el Señor puede hacer esto es a través de los ejemplos de fe que se encuentran en Hebreos 11.
En el versículo 4, leemos: “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín.” ¿Por qué el sacrificio de Abel fue más aceptable que el de Caín? A través de los años se han ofrecido varias explicaciones diferentes. Una interpretación popular es que el sacrificio de Abel fue más aceptable porque ofreció un sacrificio de sangre, mientras que Caín ofreció sólo un sacrificio de vegetación (Génesis 4:2-4). Sin embargo, ésta probablemente no es la mejor comprensión de este pasaje, porque Dios también ordenó a Su pueblo a ofrecer granos (por ejemplo, Lev. 6:14-15).
¿Qué, pues, diremos? La respuesta se encuentra en el versículo de hoy. Hebreos 11:4 dice que la ofrenda de Abel fue hecha en fe, lo que implica que la de Caín no lo era. Dios miró propicio a Abel porque tenía fe; pero Caín, aunque obediente exteriormente, carecía de tal fe.
La historia del Génesis, en la que se basa Hebreos 11:4, refuerza esto. En Génesis 4:2-4, leemos que mientras que Abel trajo las primicias de su obra, Caín no lo hizo. Abel confiaba en que Dios continuaría proveyendo incluso después de que entregó las primeras evidencias de la provisión de Dios. Pero Caín no lo hizo y retuvo sus primicias de Dios.
La fe de Abel –la fe que confía en la provisión de Dios– es la clase de fe que perdurará incluso en medio de la adversidad. Si no confiamos en Dios para proveer para nosotros incluso antes de que Él lo haya hecho, sin duda no confiaremos en Él cuando estemos bajo presión.
Coram Deo
¿Confía en que Dios proveerá para usted? ¿Cree que Dios realmente le dará todo lo que necesita? Tómese tiempo para mirar las cosas que usted puede ofrecer a Dios –por ejemplo, tiempo, dinero o relaciones. Si usted ha estado reteniendo ofrendas en cualquiera de estas áreas, busque dar de ellas de una manera que realmente refleje su confianza en Su provisión.
Pasajes para Estudio Adicional
Gén. 4:1-16
Sal. 68:9-10
Mat. 6:25-34
2 Cor. 9:6-15
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