Exhortaos los Unos a los Otros
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Comunión y Hospitalidad
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice ‘hoy’, para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado” (Heb. 3:13).
- Hebreos 3:13
Después de advertir a sus lectores de que están en peligro de cometer apostasía como la primera generación que salió de Egipto, el autor de Hebreos comienza diciéndoles cómo evitarlo. Ayer leímos una advertencia por el autor de Hebreos a su público de que protegieran sus corazones para que no dejaran al Dios viviente. Si bien es importante, no es lo único que pueden hacer para facilitar su perseverancia.
John Calvin escribe, “Porque así como por naturaleza nos inclinamos hacia el mal, tenemos necesidad de diversas ayudas para mantenernos en el temor de Dios.” Hebreos 3:13 nos dice que una de esas ayudas se encuentra en una comunidad de creyentes que se exhorta unos a otros.
El autor dice a su público, “exhortaos los unos a los otros cada día.” Diariamente y constantemente tenemos que animar a otros creyentes en su fe y tener a otros creyentes animándonos en la nuestra. Debemos exhortar, edificar, reprender y motivar unos a otros en nuestro caminar cristiano. Cuando hacemos esto, evitamos falsas enseñanzas, renovamos nuestro caminar y guiamos a otros fuera de la depresión espiritual. El estímulo constante es necesario porque nuestra fe siempre está bajo ataque por el Maligno. Calvin escribe, “Nosotros no caemos inmediatamente por el primer asalto en esta locura del luchar contra Dios, pero Satanás gradualmente nos acosa artísticamente por medios indirectos, hasta que nos tiene entrampados en sus delirios.” Nuestra fe debe ser constantemente estimulada por otros o caeremos ante Satanás.
El autor de Hebreos también escribe que este estímulo debe continuar “entre tanto que se dice ‘hoy’.” Esto se refiere a 3:7, que a su vez se refiere al Éxodo. A los israelitas que vagaron por el desierto se les dio un período de tiempo —cuarenta años— para arrepentirse. Este plazo es el que se refiere como “hoy”. A pesar de que fue un período largo, no fue un período eterno. Llegó un día en que el arrepentimiento y la salvación ya no fueron posibles para esa generación.
Como los israelitas, el primer público de la epístola a los Hebreos sólo tenía un tiempo determinado en el que el arrepentimiento era posible. Y al igual que el primer público de Hebreos, también tenemos un tiempo determinado en el que el arrepentimiento es posible. Sólo podemos arrepentirnos y exhortarnos unos a otros siempre y cuando estemos vivos. Eso puede ser ochenta años. También podría ser mucho menos tiempo. No sabemos cuándo van a terminar nuestras vidas. Debemos exhortamos unos a otros a la salvación hoy antes de que muramos y sea demasiado tarde.
Coram Deo
Es muy fácil ir a la iglesia y, sin embargo, nunca recibir el estímulo que necesitamos de otros creyentes. Con el fin de animar eficazmente unos a otros, tenemos que estar dispuestos a confesar nuestros pecados unos a otros y escuchar los pecados de los demás. Encuentre un grupo de creyentes con quien pueda compartir sus luchas y a quien pueda dar ánimo.
Pasajes para Estudio Adicional
Jos. 24:14-15
2 Reyes 25:1-21
Hechos 2:42-47
Gal. 6:1-2
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