La paz que sobrepasa todo entendimiento
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Edward T. Welch sobre Miedo y Ansiedad
Traducción por Olga Gallegos
Este es uno de los pasajes más conocidos de la Escritura:
"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias." "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". (Filipenses 4:6–7)
Esto es lo suficientemente fácil: oración+gratitud=paz. Vaya a través de los pasos, consiga paz. Entonces, ¿Porqué la fórmula no funciona? Cuando estoy ansioso, oro, pero mi mente se mantiene retrocediendo al momento de ansiedad y antes de que me de cuenta, sé que estoy tratando de resolver el problema. Después otra vez, confesé mi distracción, regresé a la oración, solamente para continuar el ciclo. Pensando que lo podría hacer mejor en el Día de Acción de Gracias. Escribí una lista de agradecimiento, pero la lista pocas veces saca mi ansiedad, y por una buena razón. No importa cúan larga sea la lista, no hay garantía de que prescindiré de mis más recientes situaciones catastróficas,
¿Y ahora qué? Solamente traté uno de los pasajes clásicos sobre la ansiedad y no funcionó.
!Ah,ha! hay una clave. Estaba buscando una pastilla. Visité al farmacista Dios, y yo pregunté Esta no es la manera como la Biblia funciona. Debí haberlo notado cuando reduje el pasaje a una fórmula. Las Escrituras, en su lugar, es acerca del trino de Dios. Es acerca de conocer y confiar en una persona, y nuestras fórmulas pueden realmente alejarnos de esa persona y hacer que descansemos en una serie de pasos.
Entonces, regresé al pasaje anterior y busqué al Príncipe de Paz (Isaías:9.6) 9:6)
El Señor está cerca
Las órdenes, tales como, "no estés ansioso" típicamente vienen después de la razón porqué no tenemos que estar ansiosos. En este caso, la razón se deslizó en el versículo precedente: "El Señor está cerca" 9 (Filip.4.5) 9-43
Esto cambia todas las cosas. El énfasis no está en cómo oramos. Está en el Señor quien ha acercado, quien escucha y quien está con nosotros. La única cosa que podría separarnos de Su amor y presencia son nuestros pecados, y han sido quitados por la sangre de Jesús.
¿No es verdad que la presencia de otra persona en nuestras situaciones aterradoras pueden aminorar una lección? El temor no quiere una serie de pasos impersonales, quiere una persona. Camina en un lugar oscuro desconocido por ti mismo y te asustas. Sostiene la mano de alguien mientras estás en un lugar oscuro y el temor decae. Si tenemos consuelo en la presencia de un simple ser humano, ¿Quien podría ser menos fuerte y valiente que nosotros mismos, cuánto más tendremos consuelo por la presencia declarada del Reino de Cristo?
Este es el camino hacia la paz y el consuelo. Meditad en la palabra "Emanuel", que significa, "Dios con nosotros" Recuerden cómo el Espíritu de Jesús nos ha sido dado en (Juan 14:27). El no está limitado por un cuerpo físico que lo confine a un lugar y a una persona en un momento. El está con todas las personas de Dios, todo el tiempo.
Emmanuel nos dará el maná
Pero, ¿Qué hará El cuando Él esté con nosotros? ¿Él nos dará el dinero que necesitamos? ¿Él eliminará a la persona quien quiere dañarnos? ¿Él guardará a los niños de todo accidente? Tenemos una muy bonita idea que la respuesta a estas preguntas es: "no es siempre así". Conocemos que situaciones malas le suceden a la gente de Dios". Así, ¿Cùal es la diferencia en el significado de la presencia de Dios cuando, aunque Él es el Dios Todopoderoso, Él no siempre utiliza Su poder en la manera que nos gustaría? Sentimos como si nos quedamos en donde empezamos, confiando en algunos pasos que esperamos nos haga sentir más paz. Debe haber más de lo que Dios dice.
y existe más. Primero, debemos entender que cuando Dios dice que, Él está presente (o escucha, ve, recuerda), Él está diciendo que Él está haciendo algo. Él nunca es un pasivo transeúnte. Segundo, lo que Él está haciendo es esto: Él nos da lo que necesitamos, cuando lo necesitamos. (Mateo 6:19-34). 10/26/2010. En el Nuevo Testamento, Ël dice que Él nos dará la gracia que necesitamos, y esa gracia es parte de una tradición que comenzó con la aparición del maná para los Israelitas en necesidad. En tiempos de tribulación, Dios promete darnos el maná que necesitamos.
Aún Él tiene que explicar en detalle cómo esto sucederá (Ex. 16). Existen momentos cuando nos sentimos como trotamundos destituídos en el páramo con poca esperanza de alimento y agua. Dios, entonces, nos dará el maná en el momento que lo necesitemos. Dios, nos dará tanto que tendremos suficiente para mañana porque entonces empezaremos solamente a confiar en el maná antes que confiar en Emanuel.
Dios hace una promesa. Él te dara tu maná, o la gracia, cuando tu los necesites pero no antes. Esto significa que estarás ansioso si pronosticas el futuro porque haces tu predicción fundamentada en el maná que quedó de hoy y no existe ninguno. Lo que no tomas en consideración en tu pronóstico es que recibirás gracia fresca cuando la necesites.
Esto debe resultar familiar. Piensa en las veces que temías la llegada de un evento cercano y no era tan malo como lo anticipabas. Se te dió el maná cuando lo necesitaste. Piensa las veces cuando algo, particularmente difícil, te sorprendió. Aunque doloroso, tú recibiste gracia para fortalecerte con la fé.
Tendremos penurias en la vida, de eso no hay duda. Las Escrituras no ofrecen un reino que nos evite el dolor. El Rey promete, sin embargo, que Él estará con nosotros en cada juicio y nos dará todo el maná que necesitemos, de manera que Lo conozcamos mejor, confiemos en Él, vivamos por Ël, y seamos transformados cada vez más para parecerse más a Jesús, no importa lo que el desierto de la vida pudiera lanzarnos. En otras palabras, Él nos dará el mejor de regalo cuando necesitemos ayuda. El maná fue apilado para algo mucho mejor (Deut. 8:2-3) se estaba refiriendo al Pan de la Vida, que satisfará nuestra hambre, de tal manera que nosotros no estaremos siempre hambrientos dos más horas tarde. AL referirse al maná se refería a Jesús, que nos es dado en Su muerte y Resurreción.
Notaron alguna esperanza commovedora? Lo opuesto a la ansiedad es la esperanza. La ansiedad pronostica que el maná no vendrá. La esperanza pronostica que Dios estará con nosotros y nos dará algo mejor que el maná. ¿Dónde encaja la paz ? La paz es la compañera de la esperanza.
La Humildad es el camino
La esperanza y la paz no vienen sin lucha. A Dios le agrada trabajar la esperanza y la paz en nosotros con seguridad, pero gradualmente. Mientras vienen, meditamos, nos alimentamos con las Escrituras, nos alimentamos de Cristo y continuamos pidiendo el maná y la gracia. El reino de Dios avanza a través de la debilidad y la dependencia del Rey, no a través de victorias rápidas e incruentas. Si te sientes un poco débil, probablemente te encuentres en el camino correcto.
Lo primordial para esta batalla contra el temor y la ansiedad, es el regalo de la humildad. Calza perfectamente, no es verdad? En nuestra ansiedad, generalmente nos preocupamos de asuntos que amamos. Queremos controlar. Queremos tomar los asuntos en nuestras manos para proteger nuestro futuro, pero descubrimos que es imposible manejar todas las posibles contingencias. Queremos proteger nuestro reino. Encuentra ansiedad y tú a menudo encuentras que tu agenda es más importante para tí que la agenda de Dios. Tú podrías encontrar que adoptas tu propia interpretación del mundo de Dios antes que someterte a las palabras claras de Dios sobre Su poder, amor y cuidado.
Aquí es, cómo el apóstol Pedro realiza el vínculo entre humildad y ansiedad.
Sean humildes, bajo la poderosa mano de Dios, así que en el momento apropiado puedas ser exaltado, vaciarte de todas tus ansiedades porque Él cuida de tí. (1 Pedro 5:6-7)
Él está pidiéndonos, hacer solamente una cosas, humillarnos a nosotros mismos ante el Señor. La humildad se expresa vaciando nuestras ansiedades en el único Todopoderoso y digno de confianza.
Cuando el temor de un niño no se calma por los intentos del padre de confortarlo, el niño dice básicamente, o que el monstruo bajo la cama es más fuerte que el padre, o el padre no cuida realmente de los mejores intereses del niño. El temor del niño muestra la falta de confianza, de la niña o del niño, en su padre. La humildad, en comparación, oye la voz del padre y cree que se puede confiar en el padre, aún cuando la evidencia sugiere que las circunstancias están fuera de control. La humildad dice; "Yo creo en ti más de lo que creo en mis ojos o en mi imaginación". La humildad es sumisa.
Esto significa que la mera información y conocimiento no traerá paz. Aún más, debemos responder a lo que oímos con humildad y confiar.
Perseguir la paz por la Gloria de Dios.
Existen pasos hacia la paz, pero son un poco diferentes a los pasos que tomamos cuando seguimos una receta. Estos pasos son todos personales. Conoce al Dios quién viene cerca, espera por el mejor maná y camina antes que Él en humildad. No renuncies a la persecución de la paz. La paz te hará sentir mejor, lo que es una cosa buena pero existe algo mas grande En un mundo donde la paz verdadera parece imposible, queremos ser embajadores, aquellos quienes dicen que la paz verdadera está disponible para nosotros solamente en el Príncipe de Paz. Esto, además, traerá la gloria de Dios.
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