Los profetas: Despues del exiio
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Bryan D. Estelle
sobre Figuras Bíblicas
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Maria Luisa Yudice
Los profetas de después del exilio incluyen a Hageo, Zacarías, Malaquias y probablemente Joel. Transmitieron el mensaje de Dios para este periodo de tiempo con acumulada claridad, ya que ellos vienen al final de una larga era de condenas proféticas contra el pueblo. Estos profetas tienen gran poder explicativo para la revelación progresiva en su tiempo. También abren la puerta para el comienzo de una nueva era.
Por mucho tiempo Dios había dado a conocer sus deseos al pueblo en una relación de pacto que ocurre una y otra vez: “Yo sere su Dios, y ellos serán mi pueblo”. Aun asi, 2 Crónicas (al final de las escrituras Hebreas) resume bien este triste periodo: “Y el Señor, Dios de sus padres, les envió palabra repetidas veces por sus mensajeros, porque Él tenía compasión de su pueblo y de su morada; pero ellos continuamente se burlaban de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y se mofaban de sus profetas, hasta que subió el furor del Señor contra su pueblo, y ya no hubo remedio”. (2 Cron. 36:15-16, LBLA).
Estos profetas de después del exilio, ven por lo tanto la restauración del pueblo en la tierra de Israel, pero también ven mas allá de la restauración. El pueblo de Dios, que retornó a la tierra después del decreto de Ciro (538 A.C) nunca se dio cuenta del primer esplendor de la monarquía, ni tampoco vio todas las promesas de los profetas cumplidas en su propia generación (Hageo 2:6-9). Estos profetas del post exilio son además pregoneros de un nuevo pacto, y ven mas allá de la restauración hacia un nuevo día, una nueva creación, y un cumplimiento final.
El apóstol Pedro, por ejemplo, vio esto claramente. Él dice : “Acerca de esta salvación, los profetas que profetizaron de la gracia que vendría a vosotros, diligentemente inquirieron e indagaron, procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían. A ellos les fue revelado que no se servían a sí mismos, sino a vosotros, en estas cosas que ahora os han sido anunciadas mediante los que os predicaron el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar". (1 Pedro 1:10-12, LBLA).
Entonces, el mensaje de los profetas no era solo para el pueblo Hebreo de Israel, los primeros auditores de este mensaje, de hecho, de acuerdo al apóstol Pedro, su mensaje es para la iglesia cristiana de entonces y ahora.
Desde el primer momento en estos profetas, pueden ver las demandas que traían a través de sus acusaciones debido a la violación del pacto y de la lentitud del pueblo de Dios para comprender el gobierno de Dios sobre ellos. La comunidad de restauración era a menudo apática. Aun así son impulsados a perseverar (Ver el énfasis de Hageo en completar el templo) y convocados a ser santos- no complacientes.
Sin embargo, lo que el pueblo no pudo cumplir bajo el pacto Mosaico, Dios lo iniciaría y enviaría a través del pacto de gracia en el nuevo pacto. Jesucristo, el verdadero hijo de Israel, seria el pagador de su pena y el encargado de la prueba.
Zacarías: Un nuevo Rey esta viniendo
Zacarías 9 es un buen ejemplo de este cambio en énfasis. En Zacarías 9:1-8, el profeta comunica que habrá una nueva conquista. No es como la antigua conquista hecha por Josué. En esta conquista, es el Señor mismo quien acampa alrededor de su pueblo (v.8). Dios ciertamente protegerá a su pueblo, de forma que nunca más haya fuerzas merodeando y presionando al pueblo de Dios. Incluso el rey mas grande de la monarquía, David, no pudo protegerlos. El pueblo no pudo lograrlo. Por lo tanto, el Señor mismo lo logrará. Esto es un despliegue de las promesas predichas en todo el camino de regreso en el testamento de Jacob (Gen. 49:8-12), el cual describe al rey Siloh que traerá paz.
¿Quién es este juez de los enemigos del pueblo de Dios? No es otro que Dios mismo (Zac. 9:9). El será “recto”, es decir, “vindicado”. En otras palabras , aquí esta el guerrero de combate singular, el campeón de Dios, habiendo corrido su Carrera, que es vindicado y “salvado”, esto es el campeón del pueblo de Dios. Él es quien defiende a Su pueblo y lo salva. (vers.11-17), no solo en la era del Evangelio sino también en el juicio final.
Joel: Una nueva democratización del Espíritu está viniendo
En Números 11:29, tuvo un deseo en respuesta al requerimiento entusiásta de su sucesor. "¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta, que el Señor pusiera su Espíritu sobre ellos!" Pero detrás de ese deseo yace una profecia , como lo reconoció Geerhardus Vos en un comentario sobre la divina promesa del Espíritu en Joel 2:28-32, la cual “se extiende hasta la era escatológica” (Teologia Biblica: Antiguo y Nuevo Testamento, pags. 198-199). Prrobablemente no hay una mayor elaboración de la doctrina profética de la democratización del Espíritu en el Antiguo Testamento.
No podemos asegurar la fecha del libro de Joel. Recientemente los estudiosos pusieron una probable fecha alrededor del 520 A.C, en el mismo entorno ideológico de Hageo y Zacarías; pero aparte de las decisiones finales sobre la fecha, el mensaje de Joel es aún transparente, tal como lo reconoció Calvino.
Joel 2:18-32 esta íntimamente relacionado con todo lo que le precede y sigue. Los capitulos 1:2-2:17 se centran sobre la angustia causada con respecto a la plaga de langostas. Esta invasión enemiga es merecida: El resultado es debido a la infidelidad espiritual del pueblo de Dios respecto a las estipulaciones (mandatos) delineados en el pacto Mosaico. Joel ve esta maldición como el presagio del gran y terrible día del Señor (2:32), un tema principal en los profetas. Para el tiempo en que llegamos a los profetas del post-exilio, la gente estará indudablemente buscando el cumplimiento de la dimensión escatológica del Día del Señor, esto es, un día final de reconocimiento en el juicio a las naciones y una presencia más completa del Reino de Dios.
Entonces en el capitulo 2:18, podemos ver un cambio decisivo en el texto. Ahí comienza la respuesta del Señor a la angustia de su pueblo. Después de esto en el libro de Joel, la angustia ha sido el tema predominante, ahora el rescate de la invasión, la sequía, y la desolación se hace dominante. Todo esto guía a la autorevelación de Yahweh en el 2:27, proveyendo clara entrada a una sección culminante que sigue con el derramamiento del Espíritu Santo. (Ver Joel 2:28-32).
Pentecostés fue de verdad el cumplimiento de la profecía de Joel, pero en ninguna forma la agotó. Lucas cita la profecía en Hechos 2:16-21, y en Hechos 2:40 parece estar en consonancia con el pasaje de Joel. Parece que en esta parte de la predicación de Pedro él hace una apelación a la gente a escapar al juicio de terror. Debemos recordar que con toda probabilidad la gente a quien Pedro esta dirigiéndose vieron los presagios del cielo cuando nuestro Señor fue crucificado.
Pablo parece tomar el pasaje de Joel en Romanos 10:13 “Porque: Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo”. Aquí vemos que Pablo se refiere exclusivamente a Jesucristo. Él encuentra completa garantía para los gentiles de ser incluidos dentro de los limites de la cita de Joel. Podemos decir con seguridad que él está extendiendo el significado del pasaje para incluirlos. “Todo aquel que invoque el nombre del Señor”, parece ser frecuentemente usado como sinónimo de Cristianos (Hechos 9:14,21; 22:16; 1 Cor.1:2; 2 Timoteo 2:22). Los ecos finales del pasaje de Joel pueden ser notados hasta en Apocalipsis 6:9-17 y 9:2 y siguientes.
Malaquías: Un Futuro remanente
Aunque Malaquías ministró en una era de gran compromiso e infidelidad, testifica que existe un remanente que aun existe durante la era después del exilio y que Dios injertará a un pueblo en su querida posesión personal (Hebreo: segullah). Esta es la esencia del pacto: la Israel espiritual será la posesión atesorada de Dios. Vemos esto claramente en Malaquías 3:17 “Y ellos serán míos —dice el Señor de los ejércitos— el día en que yo prepare mi tesoro especial,(segullah) y los perdonaré como un hombre perdona al hijo que le sirve”.
Las promesas de los profetas pertenecen a este remanente, este segullah, solo Israel era la posesión atesorada de Yahweh pero “no todos los descendientes de Israel son Israel”, como el apóstol Pablo entendió en esta nueva era (Rom.9:6). Ciertamente, el exilio tuvo que venir, e Israel tuvo que caer, aunque no irrevocablemente, es mas, fue para atraer a los gentiles hacia una relación atesorada, para que ellos pudiesen provocar el celo de Israel, y de esa manera, las promesas a Abraham ciertamente serán cumplidas (Romanos 11:11)
Pablo se regocijaría en estas verdades, diciendo: “¡Oh profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios!" (Rom. 11:33). Nuestros corazones deberían cantar también, si ciertamente hemos sido hechos participantes de Su pueblo. Su querida posesión adquirida. Pedro tenia razón, “en cuanto a la salvación” lo que los profetas anunciaron, “no se servían a sí mismos, sino a vosotros, en estas cosas que ahora os han sido anunciadas mediante los que os predicaron el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar". (1 Pedro 1:10-12)
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