Por el amor de Dios, Volumen 1/1ro de enero

De Libros y Sermones Bíblicos

1ro DE ENERO

Génesis 1, Mateo 1, Esdras 1, Hechos 1

ESTOS CUATRO CAPÍTULOS REPRESENTAN UN NUEVO COMIENZO, pero la primera lectura, Génesis 1, representa el comienzo de todo en este nuevo universo. Aparentemente, este capítulo y los pensamientos que desarrolla, establece que Dios es diferente del universo que Él crea, y por lo tanto el panteísmo es descartado, que la creación original fue del todo bueno, y por lo tanto el dualismo es descartado también; que los seres humanos, hombres y mujeres al mismo tiempo, fueron declarados solamente los hecho a imagen de Dios, y por lo tanto las formas de reduccionismo que afirma que somos parte del reino animal y punto hay que descartarlos; que Dios es un Dios que nos habla , y por lo tanto todas las nociones de un Dios impersonal hay que descartar; que este Dios independientemente hizo todas las cosas, incluyendo a todas las personas, y por lo tanto las concepciones de las deidades tribales simplemente debe ser descartadas.

Algunas de estas y otras preguntas se cuestionan de manera positiva por escritores posteriores de las Escrituras que, al reflexionar sobre la doctrina de la creación, ofrecen una serie de conclusiones invaluables. La gloria pura del orden creado lleva el testimonio dicho de la gloria de su Creador (Sal. 19). El universo comenzó a existir por la voluntad de Dios, y por ello, Dios es adorado sin cesar (Ap. 4:11). Que Dios ha hecho todo habla de su trascendencia, es decir, está por encima de este orden creado, por encima del tiempo y del espacio, y por lo tanto no puede ser domesticado por nada en Él (Hechos 17:24-25). Que Él hizo todas las cosas y sigue reinando sobre todo, significa que tanto el racismo y el tribalismo deben ser rechazados (Hechos 17:26). Además, si nos han hecho a su imagen, es absurdo pensar que Dios puede ser adecuadamente representado por alguna imagen que podamos inventar (Hechos 17:29). Estas nociones y más, son objeto de análisis por Escrituras posteriores.

Una de las implicaciones más importantes de la doctrina de la creación es la siguiente: es el fundamento de toda la responsabilidad humana. El tema se repite varias veces en la Biblia, a veces explícitamente, a veces de manera implícita. Para tomar sólo un ejemplo, el evangelio de Juan empieza declarando que todo lo que se creó fue hecho por el poder de la Palabra de Dios, el Verbo que se hizo carne en Jesucristo (Juan 1:2-3, 14). Pero esta observación establece el escenario para una acusación devastadora: cuando este Verbo vino al mundo, y a pesar de que el mundo fue hecho a través de Él, el mundo no lo reconoció (Juan 1:10). Dios nos hizo a "imagen" de sí mismo, Él nos hizo para su propia gloria. Para que podamos imaginarnos de una manera autónoma, lejos de ser una medida de nuestra madurez, es la marca suprema de nuestra rebelión, la bandera de nuestra supresión de la verdad (Romanos 1).