Por el amor de Dios, Volumen 1/1ro de marzo

De Libros y Sermones Bíblicos

1ro DE MARZO

Éxodo 12:21-51, Lucas 15; Job 30;1 Corintios 16

LA PASCUA NO FUE sólo el clímax de las diez plagas, fue el comienzo de la nación. Sin duda el Faraón tuvo suficiente de Moisés y Dios tuvo suficiente del Faraón. Esta plaga limpió el primogénito de la tierra, el símbolo de la fuerza, el orgullo y esperanza de la nación. Al mismo tiempo, por su designio le permitió a Dios la oportunidad de enseñar a los Israelitas, algunas lecciones importantes, gráficamente . Si el ángel de la muerte pasó por la tierra, ¿qué principio distinguiría los hogares que sufrieron la muerte de aquellos dónde cada uno sobrevivió?

Dios dice a los Israelitas de reunirse en las casas; cada casa acogerá tantas personas para comerse un cordero entero de un año. Se brindará cuidadosamente instrucciones para la preparación de la comida. La instrucción más extraña será embadurnar el marco de la puerta con sangre; " y cuando yo vea la sangre, pasaré de largo ante ustedes" (Éxodo. 12:13). El punto se repite: "Cuando el SEÑOR pase por la tierra para herir a los Egipcios, él verá la sangre en el marco de las puertas y pasará de largo ante estas puertas, y no permitirá que el destructor entre a sus casas y los hieran (12:23). Debido a la sangre, el Señor "pasaría de largo" ante ellos; y así nació el Pesaj (pasar de largo).

No puede sobreestimarse la importancia de este evento. Se señala no sólo la liberación de los Israelíes de la esclavitud, sino también el renacer de un nuevo convenio con el Salvador del mundo. Al mismo tiempo, constituye una representación de que las personas culpables enfrentan la muerte, y la única manera de escapar de la sentencia es si un cordero muere en vez de aquellos que son sentenciados a morir. El calendario cambia para resaltar la importancia de este punto decisivo (12:2-3), y se les dice a los Israelíes que conmemoren esta festividad para siempre, no sólo como una manera de instruir a los niños que están por nacer, sobre lo que Dios hizo por esta nueva nación, o cómo sus primogénitos fueron liberados la noche en que Dios los salvó (12:24-27).

Mil quinientos años después, Pablo recordaba a los creyentes en Corintios que Jesucristo nuestro Cordero del Pesaj, fue sacrificado por nosotros, inaugurándose un nuevo convenio (1 Corintios. 5:7; 11:25). En la noche en que Jesús fue traicionado, él tomó pan y vino, e instituyó un nuevo rito conmemorativo, y éste se realizó en el festival del Pesaj, como si este nuevo rito se relaciona con la muerte de Cristo. El calendario cambió otra vez; se ha alcanzado una nueva redención culminante. Dios aún pasa de largo ante aquellos que están seguros por la sangre.