Por el amor de Dios, volumen 1/11 de mayo

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Sobre esta Traducción
English: For the Love of God, Volume 1/May 11

© The Gospel Coalition

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Por D.A. Carson sobre Vida Devocional
Capítulo 133 del Libro Por el amor de Dios, volumen 1

Traducción por Jaime Duran


11 DE MAYO

Números 20; Salmos 58—59; Isaías 9:8—10:4; Santiago 3

HAY BREVES PASAJES en el Pentateuco los cuales al ser leídos una sola vez no desaniman tanto como el resultado de Números 20:1-13.

Sin embargo el registro viene con algunas complejidades sutiles. Comienza con una atracción más de lo usual. La necesidad de la gente es real: están sedientos (20:2). Pero en lugar de buscar humildemente al Señor con la confianza gozosa que El proveería a su propia gente, ellos pelean con Moisés y lo acusan con la expresión usual: estaban mejor en esclavitud, y que su estado actual en el desierto es insoportable, y así sucesivamente.

Moisés y Aarón buscan el rostro del Señor. La Gloria de Dios se les aparece (20:6). Dios específicamente les dice, “Hablen a la roca ante sus ojos y derramará su agua” (20:8). Pero Moisés ya estaba hastiado. El reúne a la multitud y clama, “Escuchen, ustedes rebeldes, debemos darles agua de ésta roca?” (20:10)—que pregunta tan retórica, por el valor aparente, es más que un poco pretenciosa. Luego el golpea la peña dos veces, y agua brota de ella. Pero el señor le dice a Moisés y Aarón, “Porque ustedes no confiaron lo suficientemente en mi para honrarme como Santo a la vista de los Israelitas, ustedes no van a entrar a ésta comunidad en la tierra que les daré a ellos” (20:12).

Tres observaciones:

(1) Dios no dice, “Porque ustedes no me obedecieron lo suficiente. . .” pero “Porque ustedes no confiaron en mí lo suficiente para honrarme como santo. . . .” Hubo, por supuesto, una desobediencia formal: Dios dijo que hablarán, y Moisés goleó la roca. Pero Dios percibe que el problema es aún más profundo. La gente ha desgastado a Moisés, y Moisés responde de la misma manera. Su respuesta no es tan sólo el de golpear la roca, es la respuesta de un hombre quién bajo presión se ha vuelto amargado y pretencioso (lo cual es cierto decir que ninguna de nosotros lo hubiéramos hecho mejor!). Lo que se ha evaporado es la confianza transparente en Dios: Dios no está siendo honrado como Santo.

(2) Lea el Pentateuco como un todo: el punto final es que Moisés no entra la tierra. Lea los primeros siete libros del Antiguo Testamento: uno no puede fallar en ver que el antiguo pacto no transformó a la gente. Canónicamente, esa es una lección importante: la Ley nunca fue adecuada para salvar y transformar.

(3) A la luz de 1 Corintios 10:4, la cual muestra a Cristo como el anti-tipo de la roca, es difícil resistirse a la conclusión que la razón por la que Dios insistió que la roca fuera golpeada en Éxodo 17:1-7, y lo prohíbe aquí, es que el percibe una oportunidad maravillosa de hacer un punto simbólico: a la Roca final, de la cual brotan ríos de agua viva, se le golpeó una sola vez, y no más.



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