Por el amor de Dios, volumen 1/24 de enero

De Libros y Sermones Bíblicos

Génesis 25, Mateo 24; Esther 1; Hechos 24

EN TIEMPOS TUMULTUOSOS, los cristianos han sentido a menudo la tentación de fijar fechas para que retorno del Señor, casi siempre diciendo que volvería dentro de la generación de la que hace la predicción. En Mateo 24: 36-44, sin embargo, Jesús insiste en que el tiempo está oculto. No lo podemos saber, y no debemos tratar de saber.

Más precisamente, el pasaje hace enfatiza dos cosas.

En primer lugar, no sólo es la hora del final un secreto conocido solo por el Padre, pero cuando venga el juicio final será inesperado, repentino e irreversible. Ese es el punto que Jesús está haciendo cuando compara con la aparición súbita del diluvio: “Como fue en los días de Noé, así será también la venida del Hijo del Hombre” (24:37). El punto no es que la gente en el final de los tiempos sea tan malo como la gente en los días de Noé. Que puede o no puede ser verdad, pero no es lo que Jesús dice. Jesús llama la atención a la normalidad absoluta de la vida en los días de Noé antes del diluvio: “Las personas estaban comiendo y bebiendo, casándose y comprometiéndose, hasta el día en que Noé entró en el arca” (24:38). El diluvio los tomó por sorpresa, y los destruyó. “Así es como será la venida del Hijo del hombre” (24:39). Dos hombres o dos mujeres estarán trabajando juntos en una tarea conjunta, y el juicio final arrebatará a uno y dejará a el otro (24:40-41). El final de los tiempos será repentino e inesperado.

En segundo lugar, se supone (“Por tanto”, 24:42) que los servidores fieles siempre estarán listos. Obviamente, el propietario de una casa en un barrio peligroso no sabe cuando un ladrón vendrá. Más bien, él toma las precauciones de tal manera que siempre está preparado. El punto no es que el regreso de Jesús al final de los tiempos es engañoso, brutal, o injusta como la llegada del ladrón. El punto, más bien, es que aunque el momento de su regreso no se puede predecir, que vendrá, y su pueblo debe estar lo más preparado para ello como el dueño de una casa en la zona insegura que se prepara para la llegada del ladrón, cuya llegada es igualmente impredecible. “Por lo tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (24:44).

¿Qué te gustaría estar haciendo, diciendo, pensando o planeando cuando Jesús venga de nuevo? ¿Qué no te gustaría estar haciendo, diciendo, pensando o planeando cuando Jesús venga de nuevo? Jesús dice siempre, “manténganse alertos, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor” (24:42).